Artur Mas no ha recibido el
apoyo del Parlament, pues solo lo han votado los diputados de su grupo Junts
pel Sí. La CUP, en esta primera votación en que se necesitaba la mayoría
absoluta, ha votado en contra, como estaba previsto, pero no ha despejado del
todo si hará lo mismo en la segunda vuelta que se inicia el jueves. Pide un
candidato de consenso, que podría ser Raül Romeva, el cual no lo descarta del
todo. ¿Habrá nuevas elecciones? No se sabe. Oriol Junqueras ha dicho que hará
los posibles para que haya acuerdo, porque “nos estamos jugando el futuro del
país”.
La oposición dijo que no
hay democracia sin acatar las leyes, y que hay una diferencia entre mayoría
parlamentaria y mayoría social: la gente, dice, quiere una negociación y no una
ruptura. La “huida hacia” adelante de Artur Mas ha roto el diálogo y la
colaboración entre las instituciones catalanas y españolas. Y eso tiene un
precio.
La oposición ha dicho y
repetido que con la mayoría que tienen los dos grupos independentistas, 72
diputados, no pueden cambiar ningún marco institucional, ni de Catalunya ni de
España. No pueden cambiar ni el Estatut, ni tan solo nombrar el Síndic de
Greuges (Defensor del Pueblo) pues se requieren mayorías de dos tercios (90
diputados). ¿Cómo pueden cambiar el marco institucional? Y finalmente, ¿“por
qué Artur Mas no habla de corrupción”? Esta es su gran asignatura pendiente.
Miquel Iceta (PSC) pidió
a Artur Mas que dialogue, que negocie con el nuevo gobierno que saldrá de las
elecciones del 20 de diciembre, pero no se puede caminar saltándose las leyes,
porque “no hay democracia sin ley”. Y hay que dialogar, no imponer el propio
criterio. Si se salta la ley, se salta la razón política. Sólo el diálogo y la
colaboración entre las instituciones pueden salvar el escollo político que
representa Catalunya en el conjunto de España. Iceta ofreció a Artur Mas su
colaboración porque la única mayoría parlamentaria no es el independentismo, y
si la CUP no quiere entrar en el gobierno, ¿cómo podrá gobernar? ¿Con qué
mayoría? La sociedad necesita, dijo, “estabilidad política, buen gobierno y
capacidad de diálogo y negociación”. Para Icesta, Mas es un político al que le ha pasado su tiempo.
La CUP, los socialistas y
Ciudadanos y PP han criticado el “personalismo” de Artur Mas. Se presenta como imprescindible. Mas pidió una y
otra vez a la CUP a salir presidente el próximo viernes en segunda votación. Han
lamentado su “obstinación” en mantenerse en el cargo de President. La CUP
(Antonio Baños) dijo que nadie es imprescindible en el “proceso”, pues con Mas
o sin Mas el proceso continuará. La CUP, añadió, “de aquí no saldremos hasta
que rengamos la república catalana”, pase lo que pase, pues “seremos los
últimos en levantarnos de la mesa”.
En el debate de hoy han
brillado Miquel Iceta (un discurso de altura) y Antonio Baños (el discurso más
ilustrado de todo el debate) mientras que Inés Arrimadas ha pagado un precio a
su poca experiencia parlamentaria. Los otros dos, Xavier García Albiol y Lluís
Rabell, han sido modestos, cada uno en su estilo, en su primer debate de
investidura.
Desde nuestra particular
opinión, el problema catalán no es una batalla de leyes solamente, es una
batalla política, y en democracia las batallas políticas se ganan en las urnas.
O sea que solo se encarrilará el problema cuando un gobierno no independentista
se instale en Catalunya.
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