Publicado en Aleteia.org El Sínodo Extraordinario de la Familia, que se celebrará en Roma en octubre , tiene un documento de trabajo en el que las conferencias episcopales de todo el mundo han puesto el acento, entre muchos otros casos familiares, en pedir comprensión, cariño y ayuda para los divorciados que no se vuelven a casar por mantener la promesa de su matrimonio. Pide que la Iglesia “preste más atención” a estas personas y que no se les mire mal. La incomprensión de los creyentes ahonda en su soledad, cuando en realidad son fieles que quieren ser consecuentes con su fe. Para los divorciados que no quieren casarse de nuevo “al sufrimiento del fracaso matrimonial se añade el de no ser considerados convenientemente por la Iglesia y son desatendidos”, cuando más necesitan “ser acompañados pastoralmente” (n. 97) . Y añade el documento que “constituyen un gran testimonio cristiano la valiente aceptación de la condición de separados que siguen fieles al vínculo” matrimonial. La so...
Reflexiones sobre la actualidad (Artículos del autor publicados en la prensa)