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Mostrando entradas de febrero 10, 2013

La sucesión de Benedicto XVI se prevé tranquila, pero habrá un cambio de estilo

              La sucesión de Benedicto XVI, en el cónclave que tendrá lugar el próximo mes de marzo, se prevé tranquila, según distintos medios eclesiásticos consultados. En efecto, a partir del día 28 de febrero se entrará en el periodo llamado de Sede Vacante, en el que la Iglesia estará gobernada por el Colegio de Cardenales, los cuales no podrán tomar decisiones más allá de los que es la rutina diaria de un gobierno, al tiempo que preparará el Cónclave que cerrará sus puertas a mediados de marzo. Al frente de los cardenales estará el cardenal Camarlengo, que actúa como cabeza, y que actualmente es el secretario de Estado, Tarcisio Bertone.                Benedicto XVI ha presentado su renuncia en un momento tranquilo de la vida de la Iglesia, tras haber resuelto problemas internos de todos conocidos, como los casos de la pederastia y el “vatiliks”. Uno de los puntos de referencia para conocer el  momento de la Iglesia es el último Sínodo sobre La Nueva Evangelización celebrad

La renuncia de Benedicto XVI causa gran sorpresa en el mundo

                Gran sorpresa y conmoción ha causado en el mundo la noticia de la renuncia de Benedicto XVI al papado, tras casi ocho años de pontificado y a punto de cumplir los 86 años. Ha sido una sorpresa porque era una noticia inesperada, y no se había filtrado nada, y sorpresa porque es el primer papa que renuncia después de 600 años en que lo hizo Gregorio XII en 1416 para poner fin al Cisma de Occidente. Anteriormente habían dimitido Benedicto IX (1048) y San Celestino V (1294), Aunque la sorpresa ha sido grande, el papa había manifestado anteriormente que no lo importaría dimitir si no se viera en condiciones. Su estado físico, a causa de la edad, se iba deteriorando y no podía llevar el peso de la Iglesia. De este modo, y con gran sigilo, ha decidido dejar la nave de Pedro a otra persona más joven.                 Su decisión ha sido tomada, como establece el Derecho Canónico (c. 332.2), en “plena libertad” y en plenas facultades, y en el marco de un Consistorio de Car