Los incidentes ocurridos con motivo de la huelga general del 29-M son culpa de grupos de violentos bien preparados – el conseller de Interior, Felip Puig, calcula en cerca de 2.000—que se encuentran en Barcelona y cuya presencia naturalmente inquieta a los ciudadanos, no solo a los que tienen comercios o establecimientos abiertos al público, sino a los ciudadanos de a pie. A otros ya les va bien: cuanto más revueltas las aguas, mejor, e intentar pescar en estas aguas. En Barcelona concurren una serie de hechos que hacen que esta capital haya sido el lugar elegido por los violentos del continente Europeo como “sede permanente”. Hay pocos controles, la policía –dicen los violentos— es inexperta, tienen los medios de comunicación públicos y privados a su favor, tienen información “privilegiada” de los mossos d’esquadra, tienen sus zonas y campos de entrenamiento y en definitiva gozan de un...
Reflexiones sobre la actualidad (Artículos del autor publicados en la prensa)