Todo el mundo me pregunta, oye ¿cómo va a acabar eso? No tengo la respuesta, porque cuando los conflictos se ponen en marcha, pararlos es muy complicado. Y esto es lo que han hecho los independentistas herederos de Jordi Pujol, con algunas ayudas del gobierno central (no crear infraestructuras, no acceder a un nuevo modelo de financiación, tolerando o mirando a otra parte en el referéndum del 9-N…). Pero el desafío a la Constitución y a la ley, junto con la campaña por tierra, mar y aire del gobierno catalán a favor de un referéndum (que ni siquiera estaba en su programa electoral) y descreditar a nivel planetario España, es obra solo de los dirigentes independentistas instalados en un radicalismo contra el Estado: el Estado español es lo peor de lo peor, que solo amenaza, es antidemocrático, “ahoga” a los catalanes… Y así desde hace cinco años muchos independentistas están “hartos de seguir dentro del Estado español” y gritan: “¡por qué no nos vamos ya!”. Ahora hay que c...
Reflexiones sobre la actualidad (Artículos del autor publicados en la prensa)