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Gaudí no era un soltrerón ni un masón


El escritor e ingeniero Josep Maria Tarragona i Clarasó (Barcelona, 1957), es un gran divulgador de la vida y obra del genial arquitecto y artista, Antoni (Anton le llamaban sus familiares y amigos) Gaudí i Cornet. Muchos escritos de JM Tarragona están en la web www.antonigaudí.org, y ahora acaba de publicar su segunda biografía de Gaudí: “Gaudí, el arquitecto de la Sagrada Familia”, en español, catalán e inglés. Se preparan las ediciones en alemán, francés e italiano. En la presentación del libro –que tuvo lugar en la Cripta de la Sagrada Familia—el libro fue calificado de “definitivo”, aun tratándose de una “biografía breve”.

Lo entrevistamos en una salita de su despacho, especial para el Diari de Tarragona

-SA.- Gaudí, ¿de Reus o de Riudoms?
-JMT.- Gaudí nació legalmente en Reus. Así consta en la partida de bautismo (no había Registro Civil entonces), en su cartilla militar y en los documentos y actas notariales que le mencionan. Sin embargo, existe una tradición oral  en Riudoms que dice que nació en el Mas de la Calderera, propiedad de los Gaudí, en el término de Riudoms. Gaudí se consideró siempre de Reus y de Riudoms de donde venía su familia paterna, y también del Camp de Tarragona. De hecho una parte importante de su equipo de colaboradores (arquitectos, escultores, vidrieros, carpinteros, albañiles, etc.) procedían del Camp de Tarragona.

-SA.- Sin embargo, Gaudí se sintió molesto con Reus donde no ha legado ninguna obra suya.
-JMT.- Cierto. Él sufrió una gran decepción con Reus porque de los tres proyectos que presentó no pudo realizar ninguno. El más importante sin duda fue la fachada de la Basílica de la Mare de Déu de Misericòrdia. Reus entonces estaba dominado por arquitectos que no querían que Gaudí hiciera obras en la ciudad. Gaudí no solo había preparado un trabajo magnífico para la fachada de la Misericòrdia, sino que ¡encontró el dinero para su realización! Quedó muy decepcionado.

-SA.- Es usted biógrafo también del cardenal Francesc Vidal i Barraquer, quien fue también amigo de Gaudí y le ayudó.
-JMT.- El Cardenal, que era de Cambrils, quiso reparar lo que malograron los arquitectos de Reus. Por eso, cuando era Vicario General de Tarragona (diócesis de la que luego fue Arzobispo y Cardenal), le encargó la construcción del  teatre en la sede del Patronat Obrer de Tarragona en 1908, que hoy es el Metropol. Quien lo hizo fue el arquitecto Josep Maria Jujol, a quien se lo encargó Gaudí, pero bajo la inspiración y supervisión directa de él. 

-SA.- Gaudí vivió en la “edad de oro” de la Iglesia catalana, como lo fue el siglo XIX, donde florecieron grandes santos y fundadores.
-JMT.- De la segunda mitad de siglo. Ahí tenemos al Padre Antoni María Claret, al obispo Josep Torres i Bages, a Jaime Balmes, a Enric d’Ossó, a Josep Manyanet, a Rosa Moles, a Domingo Sol, entre otros. En este ambiente se movió Gaudí, por cierto un gran amigo de Torres i Bages. También tenía amigos entre los reusenses como los hermanos Bartrina, Fortuny, Eduard Toda, etc., que no eran precisamente unos santos.  

-SA.- Este es su segundo libro biográfico de Gaudí. Ya escribió otro hace unos años. ¿Es este el definitivo?
-JMT.- Bueno, de definitivo en una biografía no hay nada, pero se dijo en la presentación del libro en la Cripta de la Sagrada Familia. El libro es una visión completa de Gaudí. Desde mi libro de 1999 han pasado 16 años y en ese tiempo he corregido errores y me he documentado mucho mejor, destacando los trazos importantes de la vida de Gaudí.

-SA.- Siempre se ha presentado la persona de Gaudí como un hombre solitario, como un “solterón”. ¿Realmente era un solterón Gaudí?
-JMT.- No. Gaudí ambicionaba casarse y formar una familia, pero las mujeres lo rechazaron.

-SA.- No tuvo éxito con las mujeres.
-JMT.- Tengo documentadas cinco mujeres con las cuales Antoni Gaudí quería casarse, pero en ningún caso llegaron al altar. Una fue un amor juvenil, con una muchacha francesa, otras lo rechazaron, y dos de ellas prefirieron el convento y la vida religiosa. De las cinco solo una llegó a ser prometida de Gaudí, pero se rompió el compromiso porque la joven ingresó en las religiosas de Jesús y María. Se da el caso que Gaudí realizó el altar del convento de Jesús y María de Barcelona, primero, y de Tarragona después.

-SA.- En su biografía presenta a Gaudí, especialmente en su madurez y al final de su vida, como un hombre muy religioso, que pensó su arte desde una dimensión religiosa. ¿Es posible entender a Gaudí al margen de su religiosidad?
-JMT.- Ya diría que las obras de Gaudí no pueden entenderse plenament sin conocer la religiosidad del autor. En la espiritualidad Gaudí tuvo las claves de su arte, de su estética.

-SA.- ¿Fue realmente, como se dice, el “arquitecto de Dios”?
-JMT.- Con este titular, “El arquitecto de Dios” (L’Arquitecte de Déu), lo recogió el sacerdote Josep Trens, con gran sentido periodístico, autor de la necrológica de Gaudí  publicada en el diario “La Publicitat”, el 11 de junio de 1926. A su fallecimiento recibió un telegrama de pésame del papa Pío XI. Es un título acertado, porque Gaudí tuvo un compromiso personal inquebrantable en sacar adelante el templo expiatorio de la Sagrada Familia, construido solo por donativos del pueblo. No le importaba el tiempo que tardaría en construirse, pues decía: “Mi cliente no tiene prisas”. Su “cliente” era Dios.

-SA.- Gaudí  ya gozó de fama en vida, pero nada que ver con la fama que tiene hoy.
-JMT.- Gaudí era conocido internacionalmente ya en vida, pero solo en el ámbito de la arquitectura. Gaudí no es un descubrimiento turístico, pues Antoni Gaudí era un genio y así era considerado en vida. Gaudí no era “solo” un arquitecto, sino que era un artista: él dirigía proyectos que eran una obra de arte, en su concepción y en su realización. Él trabajaba con vidrieros, pintores, escultores, carpinteros, yeseros y herreros que eran artistas, porque lo que salía de la cabeza de Gaudí era un conjunto artístico. De la misma manera que eran y son artistas, Miguel Ángel, Picasso y Goya. Gaudí está en la primera línea de los grandes artistas mundiales que ha forjado la historia.

- SA.- ¿Él se creía un genio?
- JMT.- Sí. Por eso en sus estudios de arquitectura abandonaba determinadas asignaturas porque no le aportaban nada; las consideraba una pérdida de tiempo. Pero repito, su fama mundial, a nivel de la gente común, llegó después. Gaudí es un genio del arte plástico.

-SA.- Sobre la Sagrada Familia se han recibido críticas, sobre todo al escultor Josep Maria Subirats, que modeló las esculturas del portal de La Pasión. ¿Responde al criterio de Gaudí?
-JMT.- El portal de La Pasión es el más creativo de Gaudí, y el portal está realizado por dos de los principales discípulos de Antoni Gaudí: Francesc de Paula Quintana e Isidre Puig i Boada. El portal es bellísimo. Sin embargo, no son fieles a Gaudí las esculturas encargadas a Josep Maria Subirats. Este era un gran escultor, pero cambió la disposición y por tanto tergiversó el mensaje que previó en su proyecto Antoni Gaudí.

-SA.- Una cuestión que salió a relucir no hace mucho en unas declaraciones del entonces alcalde de Barcelona, Joan Clos, quien dijo que Antoni Gaudí era masón.

-JMT.- No es cierto. Gaudí nunca fue masón, ni al principio de su vida artística, ni al final. Es cierto que al principio Gaudí estaba muy relacionado con artistas, políticos y amigos de los ambientes masónicos de Reus, muchos de ellos eran partidarios de la Revolución de Septiembre (La Gloriosa), liderada por el general Prim, que era de Reus y masón. Gaudí nunca lo fue en absoluto. Entonces las logias no eran secretas como lo fueron en el período de Franco. Todo el mundo sabía dónde estaban y quiénes eran los masones.

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