Tras el intercambio de cartas de los dos presidentes, el de la Generalitat, Carles Puigdemont, pidiendo la celebración de un referéndum legal, y la rápida respuesta del presidente del gobierno español, Mariano Rajoy, diciendo que la soberanía es de todos los españoles y no se puede trocear, se ha llegado a un cruce de caminos: o se va por la vía unilateral o se convocan elecciones. El “no” a la celebración de un referéndum pactado con el Gobierno es claro y rotundo, más cuando el presidente Puigdemont no quiere ir al Congreso de los Diputados, depositario de la soberanía nacional española, a exponer su proyecto, porque conoce el resultado y no quiere ser el Ibarretxe catalán. El referéndum escocés necesita del voto favorable del parlamento británico. La sociedad catalana, según las encuestas, está contra un referéndum ilegal y una independencia al margen de la legalidad. Ya no se puede decir ahora que la sociedad está a favor o en contra del referéndum, sino si est...
Reflexiones sobre la actualidad (Artículos del autor publicados en la prensa)