El Gobierno ha estado bien. Ha tomado una decisión que parece "definitiva". Los pasajeros que ssalen y llegana España por vía aérea ya no tendrán que sufrir los problemas de los controladores cada vez que hay un puente largo, en agosto, en vacaciones de Navidad y Semana Santa. Es una decisión que debía de haberse tomado en septiembre u octubre, pero bueno es lo que bien acaba, y bienvenida la firmeza cuando se ejerce de acuerdo con la ley. Estábamos acostumbrados a un gobierno que no gobernaba nuestra economía y sólo se atrevía con los valores del cristianismo arraigados en España. Vivía --y vive-- todo el día pendiente del miedo del qué dirán los electores de izquierdas, los sindicatos, etc. Las elecciones catalanas han sido una pre-monición. Pero los hombres --sean o no misnitros o presidentes-- no cambian de lanoche a la mañana. Esperemos que la energía que ha utilizado con los controladores la emplee también con los maquinistas de tren, con los conductores de metr...
Reflexiones sobre la actualidad (Artículos del autor publicados en la prensa)