Por Salvador Aragonés Doctor en Periodismo y profesor Emérito de la UIC La isla de Lampedusa (Italia) se ha convertido en el símbolo de la vergüenza mundial, donde centenares de inmigrantes, si no millares, han perecido en sus aguas intentando alcanzar la “tierra prometida”, la libertad, el bienestar, una nueva patria donde puedan comer y vivir con un mínimo de dignidad. Hombres y mujeres, niños y niñas, explotados por las mafias del contrabando de seres humanos, se lanzan al agua en maltrechas barcazas para conseguir su sueño: vivir con mayor dignidad. Para ello pagan centenares de euros que han tenido que ahorrar en años para buscar una mayor calidad de vida humana al otro lado del mar Mediterráneo, desafiando vientos y tempestades, aguas del mar encrespadas, e incluso desafiando la propia...
Reflexiones sobre la actualidad (Artículos del autor publicados en la prensa)