Las elecciones catalanas del 21-D no han sido una alternativa al independentismo, aunque ha habido sorpresas. En primer lugar, la victoria de un partido no catalanista como Ciudadanos. En segundo lugar, Junts per Catalunya (JxC) de Carles Puigdemont, toma el mando del independentismo. En tercer lugar, el Partido Popular ha sido prácticamente barrido del espacio político catalán, lo que afecta al liderazgo de Rajoy en España por su incapacidad de resolver la crisis catalana. La subida de Rivera afecta a Rajoy. Este mapa político catalán no representa un augurio de tranquilidad y moderación para responder a los dos desafíos más importantes: recoser la buena convivencia entre independentistas y constitucionalistas y calmar a los mercados que necesitan estabilidad. Por lo tanto, las empresas no volverán y habrá un fuerte freno a la inversión y al turismo. De destacar que el independentismo no ha ganado en las ciudades ni en la costa, sino en las comarcas del interior y en la...
Reflexiones sobre la actualidad (Artículos del autor publicados en la prensa)