El ministro de Educación de Francia,
Jean-Michel Blanquer, ha anunciado que a partir del inicio del próximo curso
académico, en septiembre de 2018, estarán prohibidos los teléfonos móviles en
las escuelas. Francia es el primer país en prohibir los móviles en la escuela.
El ministro Blanquer, que lo anunció en
un programa televisivo francés, dijo que había hecho consultas y que en gran
parte de profesores están de acuerdo. Hay colegios, incluso, que lo estaban
esperando y la mayoría asegura que esto será un éxito para el mejor aprendizaje
de los alumnos. Por otro lado, esta medida figuraba ya en el programa del
presidente Emmanuel Macron.
La prohibición de los móviles, en Francia
y en otros países, existe ya en determinados establecimientos, y en las
escuelas, dijo el ministro francés, esto será bueno para la salud de los niños
y para mejorar su rendimiento escolar. Las familias deben tomar conciencia de
ello y la excusa de que el móvil sirve para saber dónde está el hijo/a no vale,
porque mientras está en la escuela, no está en otro sitio.
Los colegios y los profesores han acogido
bien la medida porque ellos por su cuenta no se atrevían o no podían tomar una
decisión de este tipo, especialmente en las escuelas estatales, pues esta
prohibición debe hacerse mediante una disposición oficial obligatoria del
gobierno nacional. El ministro francés, además, dijo que no es bueno que los
niños pasen demasiado tiempo delante de las pantallitas. Con los móviles se
hacen fotos entre sí y pueden ocurrir casos de bullying o casos de adicción.
En Gran Bretaña, el caso fue investigado
por la prestigiosa London School of
Economics que analizó a 91 escuelas y 130.000 estudiantes desde 2001, y en
las pruebas mejoraron hasta un 6,4 por 100 su rendimiento académico. Según los
investigadores Richard Murphy y Louis-Philippe Beland, "descubrimos que el
impacto de prohibir los teléfonos móviles a estos estudiantes equivale a una
hora adicional de clases por semana, o a aumentar el año escolar en cinco
días".
La polémica ha estado presente en casi
todos los países del ámbito occidental y en muchos países de América Latina. En
Estados Unidos y Gran Bretaña las escuelas pueden decidir si usar o no móviles
dentro de las aulas o solo en recreos o prohibirlos completamente.
Por parte de los profesores los hay que
aseguran que la solución a usar demasiado el móvil no consiste en su
prohibición, sino enseñar al mejor uso del mismo y las posibilidades que tiene
también en el campo educativo. Hay padres que no quieren que sus hijos estén
sin el móvil, porque no saben dónde llamarles.
En una encuesta realizada por la CNN
entre sus lectores, el 85 por 100 está de acuerdo en quitarles los móviles a
los alumnos, contra el 15 por 100 que dice que no.
Los profesores se han lamentado, en Gran
Bretaña y en Francia, que los niños ya no juegan en el recreo, no corren, no
hacen deporte, especialmente las niñas, que prefieren estar chateando con su móvil.
Estos profesores, además, están molestos porque en clase los alumnos con peores
resultados académicos son los que más juegan o chatean con los teléfonos. No
están atentos, enredan, se mueven mucho, no aprovechan las clases.
Otro problema de los teléfonos móviles es
que los chicos no saben distinguir sus tiempos para estudiar, chatear, prestar
atención a clases, hacer tareas, escuchar música o ver videos. Por eso la
Fundación Universitaria del Área Andina propone un uso controlado del móvil en
las escuelas, unas reglas muy claras, con la idea de que el móvil no puede
sustituir a la explicación del profesor.
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