Por Salvador Aragonés
El esperpento muy mediático de Carles Puigdemont estaba muy preparado, no
solo en su ejecución, sino sobre todo en las complicidades con las que contaba:
complicidades por parte de la policía española y de los mossos d’esquadra, por
pate de su partido, parlamentarios incluidos, y hasta el presidente del
Parlament, Josep Rull.
Se sabía el día y la hora en que había de aparecer sobre una tribuna al
lado del Arco de Triunfo de Barcelona. Lo sabían los políticos, los principales
dirigentes de Junts que arroparon a Carles Puigdemont, incluido el president
del Parlament ¡y hasta Artur Mas!, toda la prensa –por supuesto TV3—que
enviaron a redactores. fotógrafos y cámaras al lugar de los hechos en la hora y
lugar indicados… Estaban todos, menos la policía autonómica, los mossos.
Tampoco había nadie en la frontera, ni policías, ni Guardia Civil el día de
autos. Resulta que este periodista pasa unos días en Palau de Cerdanya
(Francis), junto a Puigcerdà, donde hay varios pasos fronterizos. Ni un
policía, ni en los pasos principales, ni en los pasos secundarios. Eso sí, el
viernes y el sábado pasados la policía, y también la Guardia civil, estaban en
todos los pasos fronterizos, principales y secundarios, analizando todos los
coches que iban a Francia o a Andorra, cuando ya todo había pasado.
A los policías que vigilaban la frontera era como para preguntarles:
“¿Buscáis a Puigdemont? No está ni se le espera. Ya pasó, como estaba previsto.
Está en Bruselas, en Waterloo”. ¡Qué
bochorno!
Lo esperpéntico también es para los mossos: dicen que se les escapó cuando
corrían por la acera y el semáforo se pudo en verde. O sea que mientras
Puigdemont iba en coche –al parecer un coche de un mosso d’esquadra—los mossos
iban a pie por la acera. Esperpéntico. Es para hacer una película de risa.
Con tanta complicidad política, mediática, policial, de gobiernos y
autoridades fronterizas, no es difícil diseñar una tocata y fuga del que fue
presidente de la Generalitat, Carles Puigdemont, y que lo sigue siendo por
parte de una importante masa de militantes y seguidores de Junts.
De momento, Salvador Illa es el Molt Honorable President de la Generalitat,
y ha anunciado el cese de Eduard Sallent como comisario jefe de los mossos, a
quien los jueces anularon la oposición a Major de los Mossos d’Esquadra, que lo
sigue siendo Josep Lluís Trapero. Si este se pone al frente de los mossos
ahora, debería “limpiar” a los mossos que ayudaron a Puigdemont, así como
llevar a cabo una limpieza política de un cuerpo policial politizado.
¿Habrá más esperpentos de Puigdemont? ¡Seguro! Lo ha anunciado: “Volveré,
nos veremos, aunque no sé cuándo”.
De momento, Salvador Illa ya es President y ha prometido su cargo.
Seguramente habrá cambios. Dodo de que haya un cambio de ciclo en Catalunya,
pero cambios habrá. Esperar y ver.
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