La salida de Gran Bretaña de la Unión Europea ha caído como un jarro de agua fría, o más bien helada, en la opinión pública de los países europeos. Ha sido el triunfo del populismo, de los sentimientos, frente a las razones. Ha sido el triunfo de las mentiras sobre las realidades. Y ahora ¿cómo puede cambiar Europa? En periodos populistas, producto de un hartazgo de la población de los políticos y de las crisis económicas, hacer referéndums es muy delicado porque el voto tiene más de corazón que de razón , y porque con los medios tecnológicos de hoy puedes mantener una mentira durante el tiempo de la campaña electoral y luego desmentirla . Así lo hizo el xenófobo y ultraderechista Nigel Farage, quien aseguró que cada semana salían de Londres 350 millones de libras esterlinas camino de Bruselas. Conocido el resultado del referéndum, tras haberlo ganado, dijo que era “un error” de la campaña, pero el mal ya está hecho. Si se mira a Gran Bretaña y a los Estados Unidos, a est...
Reflexiones sobre la actualidad (Artículos del autor publicados en la prensa)