
No solo los miembros de una familia, sino cualquier que viva en una sociedad necesita del perdóin y de la confianza en los demás, dijo el Dr. Schlatter. Las conductas que
ofenden a los otros producen un daño y un dolor, que a a su vez puede generar odio/ira. De este odio pueden desprenderse la venganza y el rfesentimiento, por una parte, o el perdón por otra. El perdón perfecto solo lo puede dar Dios. El perdón de las personas es imperfecto.
“El
perdón beneficia más al qui perdona que al qui lo recibe”. El perdón, dijo el Dr. Schlatter, no requiere necesariamente el arrepentimiento de quien causa el daño. San Joan Pau II perdonó a su agresor Ali Agka desde el primer momento sin que se supiera nada del arrepentimiento del agresor. El perdón también requiere un cambio o conversión del corazón a la vez que establece una nova relación con el autor de la agresión, No se puede decir que "todo seguirá igual que antes", porque no sigue igual, sigue distinto, en mejor o en pero, o simplemente distinto, nunca "como antes".
Para el agresor que vha hecho un daño a otra persona, a un hijo, a un padre u otro miembro de la familia, está el sentido de culpa. Se dice que cuando se perdona queda borrado el pasado. Tampoco es cierto. El pasado no se borra nunca del todo, y lo que hay que hacer después del daño recibido es dar un sentido positivo a lo sufrido para no caer ven el resentimiento..
Las
características del perdón són: libre, gratuito, transformador y excede a la justicia. Si el perdón no es libre –si uno está obligado a perdonar—no es perdón. Tampoco lo es si el perdón está condicionado (“te perdono si te arrepientes...”, o “necesito
pasar página... “: esto es un perdón intencionado). I también, el perdón es más para compartir que para conceder. Finalmente, san Juan Pablo II dijo que “la justicia rectamente entendida constituye la finalidad del perdón”.
Lo que NO es perdón, dijo el doctor Schlatter es:
- Te perdono pero no o olvidaré. Hay una parte tuya que no perdona.
-Negar el perdón.
-La amnistía o condonación.
-Reconciliarse no es suficiente, hace falta el perdón de fondo.
-Imperturbabilidad, es decir que perdonas pero te quedas igual que antes.
Desde el punto de vista de las actitudes Morales ante el perdón encontramos: el amor, la comprensión, la generosidad y la humildad. Sin eso no hay perdón.
Después esbozó el doctor Schlatter qué aporta el cristianismo el perdón. Ser cristianos nos hace hijos de Dios, y Dios siempre perdona, y “el que ama la verdad perdona”, y Dios es la Verdad. Además el perdón aporta sobreabundancia. Y dijo categóricamente: “No hay nada que sea imperdonable”, aunque se suele usar en el lenguaje vulgar. En casos muy graves se suele decir: “esto es imperdonable”, y sin embargo siempre cabe el perdón.
Según
el doctor Schlatter “la familia es el lugar y la escuela del amor y por lo
tanto del perdón. Cuando falta comunicación en la familia se crean obstáculos
al perdón, como cuando uno piensa: “Si me quisiera de verdad no me llevaría hoy
a la casa de los suegros”, pero el otro es posible que no sepa que le molesta. A
veces se crean problemas en la familia cuando alguien es perfeccionista, pues
si no haces las cosas como quieres tú crecen los problemas y los agravios y tal
vez pequeños resentimientos. “Cuanto más perdono, más amo”·, dijo el
conferenciante, y lo que es fundamental es “el
respeto mutuo” y la buena comunicación dentro del matrimonio, y para una
buena comunicación hace falta tiempo, especio y a veces papel y lápiz para que
nada quede suelto y salga todo en la conversación.
La comunicación en la familia requiere
hacer explícitas las reglas de la convivencia, pues de esta manera
saltaremos los obstáculos y las pequeñas ofensas sin crear el caldo de cultivo
de los resentimientos.
Preguntado
el doctor Schlatter quién perdona más es el hombre o la mujer, de acuerdo con
su experiencia clínica, respondió: “Sin
duda perdona más la mujer que el hombre, y perdona más la mujer con hijos que
la que no tiene hijos, y también perdona más la mujer mayor que la joven”.
Desde el punto de vista de las actitudes Morales ante el
perdón encontramos: el amor, la comprensión,
la generosidad y la humildad. Sin eso no hay perdón.
Después esbozó el doctor Schlatter qué aporta el cristianismo el perdón. Ser cristianos nos hace hijos de Dios, y Dios siempre perdona, y “el que ama la verdad perdona”, y Dios es la Verdad. Además el perdón aporta sobreabundancia. Y dijo categóricamente: “No hay nada que sea imperdonable”, aunque se suele usar en el lenguaje vulgar. En casos muy graves se suele decir: “esto es imperdonable”, y sin embargo siempre cabe el perdón.
Según
el doctor Schlatter “la familia es el lugar y la escuela del amor y por lo
tanto del perdón. Cuando falta comunicación en la familia se crean obstáculos
al perdón, como cuando uno piensa: “Si me quisiera de verdad no me llevaría hoy
a la casa de los suegros”, pero el otro es posible que no sepa que le molesta. A
veces se crean problemas en la familia cuando alguien es perfeccionista, pues
si no haces las cosas como quieres tú crecen los problemas y los agravios y tal
vez pequeños resentimientos. “Cuanto más perdono, más amo”·, dijo el
conferenciante, y lo que es fundamental es “el
respeto mutuo” y la buena comunicación dentro del matrimonio, y para una
buena comunicación hace falta tiempo, especio y a veces papel y lápiz para que
nada quede suelto y salga todo en la conversación.
La comunicación en la familia requiere
hacer explícitas las reglas de la convivencia, pues de esta manera
saltaremos los obstáculos y las pequeñas ofensas sin crear el caldo de cultivo
de los resentimientos.
Preguntado
el doctor Schlatter quién perdona más es el hombre o la mujer, de acuerdo con
su experiencia clínica, respondió: “Sin
duda perdona más la mujer que el hombre, y perdona más la mujer con hijos que
la que no tiene hijos, y también perdona más la mujer mayor que la joven”.
Comentarios
Publicar un comentario