La declaración de Artur Mas ante la Comisión de investigación sobre fraude y evasión fiscales, más conocida como Comisión de investigación sobre el “caso Pujol”, en el Parlament de Catalunya salió airoso, aunque no convenció a la oposición. De hecho cuesta creer que después de haber sido conseller de Obras Públicas, conseller de Economía y Finanzas y Conseller en Cap con Jordi Pujol “no sabía nada y no se enteró de nada” de los negocios que hacían por detrás los hijos de Jordi Pujol sirviéndose de la Generalitat y con la financiación de su partido, además de los negocios poco claros de algunos dirigentes suyos.
La línea argumental fue: el caso
Pujol es un asunto personal y familiar de Pujol que no afecta ni a CDC, ni a
CiU ni a la Generalitat, ni a él, sino solo a Pujol y su familia. Mas se
desmarcó de la familia Pujol y nada sabe de sus herencias y fortunas. Se enteró
de la declaración de Pujol del 25 de julio pasado, el mismo día a las 8 de la
mañana. Sabía que esta declaración, dijo,
haría mucho daño a CDC, a CiU y al propio Mas. Pero no dijo que no lo
hiciera. Era en plena campaña independentista del gobierno catalán presidido
por Mas
Artur Mas, afirmó, ha tenido muchas acusaciones en su vida, una incluso en plena campaña electoral, pero nada se ha demostrado, “porque no hay nada”. ¿Y el 3 por ciento de comisiones que habló Maragall? No sabía nada de nada, ni tampoco de Lluís Prenafeta, secretario general de la Generalitat, ni de Macià Alavedra, su predecesor en la consellería de Economía. Eso sí, afirmó que su partido saldrá limpio de la causa penal que tiene por la financiación procedente de Millet y del Palau de la Música, y que ya devolvió al Palau 600.000 euros.
Artur Mas, afirmó, ha tenido muchas acusaciones en su vida, una incluso en plena campaña electoral, pero nada se ha demostrado, “porque no hay nada”. ¿Y el 3 por ciento de comisiones que habló Maragall? No sabía nada de nada, ni tampoco de Lluís Prenafeta, secretario general de la Generalitat, ni de Macià Alavedra, su predecesor en la consellería de Economía. Eso sí, afirmó que su partido saldrá limpio de la causa penal que tiene por la financiación procedente de Millet y del Palau de la Música, y que ya devolvió al Palau 600.000 euros.
Hay que destacar que una
comisión de investigación parlamentaria sirve para analizar responsabilidades
políticas y no penales para los comparecientes en el ejercicio de sus responsabilidades
públicas.
En la sesión parlamentaria, que
duró más de cuatro horas, Artur Mas consiguió que el clima fuera sereno, lo que
le favoreció. No hubo estridencias, salvo la intervención de Alicia
Sánchez-Camacho (PP) a la que acusó de no querer comparecer en otra comisión de
investigación del Parlament. Además, Artur Mas le espetó que maquinó con Javier
de la Rosa para investigar posibles casos de corrupción en CiU. Sobre la cuenta
de su padre en Lechstentein, Mas dijo
que la herencia fue a parar a su madre, y que personalmente nunca ha tenido “ni
un euro, ni un céntimo” en una cuenta extranjera, ni él ni su esposa Helena
Rakosnik. La Audiencia Nacional ya absolvió a su padre de posible delito
fiscal, dijo Artur Mas, pero no dijo que la sentencia fue por prescripción.
Artur Mas negó acusaciones porque no se podían demostrar. “Me han acusado
muchas veces, incuso en plena campaña electoral, pero no han encontrado nada
porque no hay nada”, dijo.
Para quienes escuchamos la larga intervención de Artur Mas anotamos que supo defender su honorabilidad muy bien, y que tuvo la habilidad –pues no acusó a nadie-- en saber decir que todos los partidos catalanes allí presentes, que han gobernado de una u otra manera, tienen o han tenido problemas en temas fiscales en sus filas. Artur Mas dijo que él no podía saber si diputados o consellers de su partido o familiares de Pujol hubieran cometido irregularidades, como tampoco pueden saberlo otros partidos, como es el caso de un diputado de Ciudadanos de Albert Rovira, que tuvo que dimitir por fraude fiscal. Sacó a relucir los gobiernos del tripartito que trataban con empresas, lo mismo que Artur Mas, para evitar deslocalizaciones. Ahí entraban tanto Esquerra Republicana, como el PSC de Miquel Iceta, como Iniciativa-Verds de Joan Herrera. Albert Rivera estuvo sorprendentemente en el tono de los demás partidos y quien dijo que era muy difícil creer que Artur Mas, “un hombre inteligente” no supiera nada de nada de lo que pasaba a su alrededor cuando estuvo en el núcleo mismo del poder de la familia Pujol.
Por parte de Esquerra no intervino Oriol Junqueras --que se pasó la sesión pasando mensajes desde su móvil-- sino Oriol Amorós. La comisión de investigación está presidida por el diputado y líder de la CUP, David Fernández, quien estuvo muy a tono con lo que debe ser la presidencia de una comisión parlamentaria. David Fernández (CUP), el que abrazó a Artur Mas el 9-N, tiene ganado el aprecio de sus compañeros por su buen hacer parlamentario, con independencia de su vestimenta.
Para quienes escuchamos la larga intervención de Artur Mas anotamos que supo defender su honorabilidad muy bien, y que tuvo la habilidad –pues no acusó a nadie-- en saber decir que todos los partidos catalanes allí presentes, que han gobernado de una u otra manera, tienen o han tenido problemas en temas fiscales en sus filas. Artur Mas dijo que él no podía saber si diputados o consellers de su partido o familiares de Pujol hubieran cometido irregularidades, como tampoco pueden saberlo otros partidos, como es el caso de un diputado de Ciudadanos de Albert Rovira, que tuvo que dimitir por fraude fiscal. Sacó a relucir los gobiernos del tripartito que trataban con empresas, lo mismo que Artur Mas, para evitar deslocalizaciones. Ahí entraban tanto Esquerra Republicana, como el PSC de Miquel Iceta, como Iniciativa-Verds de Joan Herrera. Albert Rivera estuvo sorprendentemente en el tono de los demás partidos y quien dijo que era muy difícil creer que Artur Mas, “un hombre inteligente” no supiera nada de nada de lo que pasaba a su alrededor cuando estuvo en el núcleo mismo del poder de la familia Pujol.
Por parte de Esquerra no intervino Oriol Junqueras --que se pasó la sesión pasando mensajes desde su móvil-- sino Oriol Amorós. La comisión de investigación está presidida por el diputado y líder de la CUP, David Fernández, quien estuvo muy a tono con lo que debe ser la presidencia de una comisión parlamentaria. David Fernández (CUP), el que abrazó a Artur Mas el 9-N, tiene ganado el aprecio de sus compañeros por su buen hacer parlamentario, con independencia de su vestimenta.
En resumen, Artur Mas, aunque
aplazó cuatro veces su comparecencia gracias al apoyo que tuvo de Esquerra
Republicana, salió bien parado, incluso airoso, en la comisión de
investigación, aunque no ha despejado todas las dudas. Nadie duda que es un
buen parlamentario. Vino a decir, como lo hizo Jordi Pujol –aunque
finamente—que quien esté libre de acusaciones fiscales en sus respectivos
grupos que tire la primera piedra. Artur Mas, arropado por los suyos en el
Parlament, los mismos que arroparon a Oriol Pujol cuando fue a declarar al
juzgado, marcó distancias con la familia Pujol, señalando que hoy CDC y la Generalitat ya no son patrimonio de
los Pujol, sino que hay una nueva generación. ¿Conseguirá convencer a los electores?
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