Sant Jordi, es una fiesta la Fiesta
de Primavera en muchos países y en Catalunya se vive de modo especialmente
bullicioso y alegre. Es un día laborable, y sin embargo las calles se llenan de
puestos de ventas de rosas y las librerías se engalanan sacando sus ofertas
literarias en las aceras.
Seis millones de rosas han ido de
mano en mano hoy en Sant Jordi, patrono de Catalunya, y las librerías han
vendido 20 millones en libros, pues Sant Jordi es también la Fiesta del Libro,
y lo es en todo el mundo.
En ese día se ha entregado en
Madrid el Premio Miguel de Cervantes de Literatura en lengua española, que ha
recaído este año al escritor español Juan Goytisolo, que ha hecho un canto pesimista
a la injusticia al recibir el premio, en presencia de los reyes Felipe VI y
Letizia.
Hoy es el día que más libros se
venden en el año en España ya que tienen un 10 por ciento de descuento. El
interés de los compradores se centra en las novedades de ficción o de ensayo,
aunque menudean también los libros infantiles que los padres o los padrinos y
madrinas regalan a sus hijos e ahijados.
Sant Jordi es también el “Dia de
la Llengua” catalana. Es un día que termina con una manifestación de
independentistas que esta vez la lidera la Assemblea Nacional en el Palau de
Sant Jordi.
Pero por encima de todo, lo que
destaca en la fiesta de Sant Jordi es la alegría y el amor entre enamorados que
van por la calle paseando, besándose a su encuentro, dándose la mano, especialmente
en un día de sol como el que ha hecho hoy. La alegría desborda casi a la
primavera, mientras suenan en la calle las risas, las manifestaciones de
afecto, el reclamo para la venta de rosas y el buen humor. Al caer la tarde no
se puede pasar por las calles del centro de Barcelona por la marea humana que
hay.
Los centenares de miles de
extranjeros que se encontraban vagando por el centro de Barcelona participaban
también, asombrados, de esa alegría. Unos llevaban maletas, otros bolsos
grandes. Los guías les explicaban la fiesta y se reían y querían también
participar. Un poco más sorprendidos estaban los asiáticos, no así los
japoneses que ellos también han importado la fiesta de Sant Jordi al país del
Sol Naciente.
En Aragón y Castilla y León
celebran sus santos patronos. También celebran fiestas en otros lugares de
España como en Valencia (Alcoy), Asturias, etc.
El santo fue asimilado por el
Islam, quien también le venera cómo Al-Hadr (el caballero verde).
Las Iglesias
ortodoxas consideran hoy en día a Sant Jordi como uno de sus santos mayores.
Hoy es el día que más libros se
venden en el año en España, favorecido por la tradición y por el 10 por ciento
de descuento que aplican los libreros. El interés de los compradores se centra
en las novedades de ficción o de ensayo, aunque menudean también los libros
infantiles que los padres o padrinos regalan a sus hijos y ahijados.
En la iconografía, Sant Jordi
aparece montado a caballo matando a un dragón que se considera que era Satanás,
aunque Jorge de Capodocia murió en el martirio en la época del emperador Diocleciano. Su fama se extendió por el
oriente, donde hasta existe un país encomendado al santo, Georgia, al norte de
Turquía, entre Europa y Asia. También existe un estado delos EE.UU. dicado al
santo: Georgia. Se podría decir que Sant Jordi es un santo que traspasa incluso
las fronteras de los católicos y es venerado por los ortodoxos y los
musulmanes.
Durante el Concilio Vaticano II,
los asesores liturgistas de Pablo VI quisieron eliminar la festividad de Sant Jordi,
el 23 de abril, pero hubo una protesta generalizada en todo el mundo, de modo
que se repuso la fiesta. Entre quienes más lucharon en favor de Sant Jordi fue
el cardenal arzobispo de Tarragona, Benjamín de Arriba y Castro, por lo que
este santo representaba para Catalunya.
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