Todo lo de Eta no es nuevo, a no ser que declaren su disolución y el fin de la violencia con la entrega de armas. De la última tregua, alto al fuego o cese del fuego como quieran llamarle hasta hoy, sólo ha cambiado una palabra (tregua “indefinida” por “permanente” y ambas significan, según el diccionario de la RAE, que tienen un término y por tanto no representa el final de las armas), y ha añadido otra palabra: el alto al fuego será “verificable”. Y quién lo va a verificar, ¿los Guardias Suizos del Vaticano? ¡Seamos serios! Lo único que quiere Eta, pasito a paso es tener una formación política, controlada por la formación armada (la propia ETA) que le dé la parte del presupuesto que les corresponde acorde con la “representación” adquirida en una democracia formal, la cual rechazan, reniegan y quieren boicotear.
No obstante, hay que reconocer que esta izquierda abertzale vasca, o euskaldún, ha sabido manejar muy bien la coreografía y la propagandística del anuncio de Eta.
Primero los grupos abertzales crean unas condiciones inaceptables para ir a las próximas elecciones del 22 de mayo, porque no rechazan la violencia. Luego, filtran y vuelven a filtrar comunicaciones o rumores de que Eta va a anunciar “algo gordo”, “importante”, “definitivo”. En estas sale Arnaldo Otegui con unas declaraciones al diario economico norteamericano The Wall Street Journal, diciendo que esto (Eta y el mundo abertzale) se mueve y va a haber un anuncio muy importante que es “abandonar la violencia” como camino para “crear un estado vasco independiente”. No le han hecho caso, al menos en el comunicado de hoy.
Después viene el bisbiseo en las erriko tabernas y hasta en los folios de la prensa vasca diciendo que “esto está hecho”. “Habrá un anuncio tal que el Gobierno de Madrid no podrá echarse atrás: lo harán a primeros de año”, etc. Del bisbiseo y las filtraciones de rumores a la prensa se pasa a la acción y se organiza una gran manifestación en Bilbao, para ayer domingo, convocada por los familiares de los presos políticos de Eta, con gran concurrencia.
Eta saca pecho y hoy lanza un comunicado por parte del trío de los encapuchados con boina de siempre anunciando un “alto al fuego”, “permanente”, “verificable” y “de carácter general”, o sea sin excluir Cataluña o China o los Estados Unidos.
Una vez más, Eta se ha equivocado. ¿De quién es el error? La coreografía ha funcionado a la perfección, los voceros han cumplido lo que se les había mandado, pero ha fallado el director del coro, o sea Eta, que no quiere abandonar la violencia.
Las treguas de Eta hasta hoy
¿Por qué decimos que los cambios son pocos? Porque son cambios de semántica. Los altos al fuego, ceses del fuego, treguas, etc. de Eta se han dado en los siguientes años:
-feb. 1981, después del Golpe del 23-F;
-mayo de este año anuncia su autodisolución;
-nueva oferta de tregua en feb. de 1988 que termina con el asesinato de un guardia civil el mismo mes;
-en octubre del mismo año 1988 Eta ofrece un cese de las hostilidades, pero tres semanas después aparece un coche-bomba en la Dirección General de la Guardia Civil;
-en enero de 1989 ofrece Eta una tregua de dos meses por las conversaciones en Argel con altos funcionarios del Gobierno de Madrid;
-en julio de 1992 ofrece una tregua para los Juegos Olímpicos de Barcelona que termina como siempre con el asesinato de dos guardias civiles después de los JJ.OO.;
-en junio de 1996 otra tregua que termina con el asesinato del empresario Usubiaga;
-en septiembre de 1998 Eta anuncia por vez primera el cese de la violencia “unilateral e indefinido” (antes era por periodos más o menos limitados);
-tras conversaciones del Gobierno que no acepta la independencia de Euskadi Eta anuncia el final del alto al fuego; un mes antes de las elecciones generales Eta (2004) anuncia una tregua para Cataluña, fruto de las conversiones con el líder de ERC y Conseller en Cap (Jefe de Gobierno) catalán, Josep Lluís Carod-Rovira, estando el presidente de la Generalitat, Pasqual Maragall, de visita al extranjero.
-Eta anuncia otro “alto al fuego permanente” para llegar al final del proceso de paz en Euskadi, y empieza este alto al fuego el 26 de marzo de 2006. El 30 de diciembre Eta rompe el alto al fuego con el atentado a la terminal T-4 del aeropuerto de Madrid, donde murieron dos jóvenes ecuatorianos.
¿Y ahora qué? Esperar que el alto al fuego del 6 de enero de 2011 llegue hasta las elecciones municipales del 22 de mayo para que Eta consiga, como en la anterior legislatura, representación en los ayuntamientos vascos –con siglas cada vez más raras-- y cobrar la parte que corresponda. ¿Picará esta vez el Gobierno, los fiscales, la Junta Electoral, etc.? Hay que esperar.
Salvador Aragonés
No obstante, hay que reconocer que esta izquierda abertzale vasca, o euskaldún, ha sabido manejar muy bien la coreografía y la propagandística del anuncio de Eta.
Primero los grupos abertzales crean unas condiciones inaceptables para ir a las próximas elecciones del 22 de mayo, porque no rechazan la violencia. Luego, filtran y vuelven a filtrar comunicaciones o rumores de que Eta va a anunciar “algo gordo”, “importante”, “definitivo”. En estas sale Arnaldo Otegui con unas declaraciones al diario economico norteamericano The Wall Street Journal, diciendo que esto (Eta y el mundo abertzale) se mueve y va a haber un anuncio muy importante que es “abandonar la violencia” como camino para “crear un estado vasco independiente”. No le han hecho caso, al menos en el comunicado de hoy.
Después viene el bisbiseo en las erriko tabernas y hasta en los folios de la prensa vasca diciendo que “esto está hecho”. “Habrá un anuncio tal que el Gobierno de Madrid no podrá echarse atrás: lo harán a primeros de año”, etc. Del bisbiseo y las filtraciones de rumores a la prensa se pasa a la acción y se organiza una gran manifestación en Bilbao, para ayer domingo, convocada por los familiares de los presos políticos de Eta, con gran concurrencia.
Eta saca pecho y hoy lanza un comunicado por parte del trío de los encapuchados con boina de siempre anunciando un “alto al fuego”, “permanente”, “verificable” y “de carácter general”, o sea sin excluir Cataluña o China o los Estados Unidos.
Una vez más, Eta se ha equivocado. ¿De quién es el error? La coreografía ha funcionado a la perfección, los voceros han cumplido lo que se les había mandado, pero ha fallado el director del coro, o sea Eta, que no quiere abandonar la violencia.
Las treguas de Eta hasta hoy
¿Por qué decimos que los cambios son pocos? Porque son cambios de semántica. Los altos al fuego, ceses del fuego, treguas, etc. de Eta se han dado en los siguientes años:
-feb. 1981, después del Golpe del 23-F;
-mayo de este año anuncia su autodisolución;
-nueva oferta de tregua en feb. de 1988 que termina con el asesinato de un guardia civil el mismo mes;
-en octubre del mismo año 1988 Eta ofrece un cese de las hostilidades, pero tres semanas después aparece un coche-bomba en la Dirección General de la Guardia Civil;
-en enero de 1989 ofrece Eta una tregua de dos meses por las conversaciones en Argel con altos funcionarios del Gobierno de Madrid;
-en julio de 1992 ofrece una tregua para los Juegos Olímpicos de Barcelona que termina como siempre con el asesinato de dos guardias civiles después de los JJ.OO.;
-en junio de 1996 otra tregua que termina con el asesinato del empresario Usubiaga;
-en septiembre de 1998 Eta anuncia por vez primera el cese de la violencia “unilateral e indefinido” (antes era por periodos más o menos limitados);
-tras conversaciones del Gobierno que no acepta la independencia de Euskadi Eta anuncia el final del alto al fuego; un mes antes de las elecciones generales Eta (2004) anuncia una tregua para Cataluña, fruto de las conversiones con el líder de ERC y Conseller en Cap (Jefe de Gobierno) catalán, Josep Lluís Carod-Rovira, estando el presidente de la Generalitat, Pasqual Maragall, de visita al extranjero.
-Eta anuncia otro “alto al fuego permanente” para llegar al final del proceso de paz en Euskadi, y empieza este alto al fuego el 26 de marzo de 2006. El 30 de diciembre Eta rompe el alto al fuego con el atentado a la terminal T-4 del aeropuerto de Madrid, donde murieron dos jóvenes ecuatorianos.
¿Y ahora qué? Esperar que el alto al fuego del 6 de enero de 2011 llegue hasta las elecciones municipales del 22 de mayo para que Eta consiga, como en la anterior legislatura, representación en los ayuntamientos vascos –con siglas cada vez más raras-- y cobrar la parte que corresponda. ¿Picará esta vez el Gobierno, los fiscales, la Junta Electoral, etc.? Hay que esperar.
Salvador Aragonés
Comentarios
Publicar un comentario