Ayer se dio el pistoletazo de salida de las elecciones municipales catalanas, y sobre todo, las de Barcelona, donde el PSC tiene serios problemas para sacar un resultado, no ya ganador, sino “digno”.
Vayamos por partes. El PSC está sumido en una crisis profunda y eso no es ya noticia. La dirección del partido (el llamado "aparato" de la calle Nicaragua) se ha pasado estos meses deshojando la margarita: Hereu sí, Hereu no; pero con las autonómicas por delante, mejor era pasar el primer trago primero y ver qué se puede hacer con Barcelona después. Ya hemos llegado en esta segunda fase y Hereu no gusta al "aparato".
No porque Jordi Hereu sea mal visto por la Federación Socialista de Barcelona, no, ni siquiera es mal visto por Nicaragua como persona. Es porque de continuar Hereu como candidato --un alcalde que tiene poco “gancho” entre el electorado y no cae simpático-- el PSC podría quedarse como tercera fuerza en Barcelona, detrás de CiU e incluso del PP. ¡Terrible! Después de las autonómicas, el bacatazo de Barcelona sería terrible, tras muchos años de detentar el PSC todo el poder en Catalunya, tanto desde la Generalitat (siete años), como desde los municipios (32 años), las diputaciones (la Diputación de Barcelona (32 años) que tiene un presupuesto importantísimo) y la parte alícuota del gobierno central (siete años), que sigue siendo hoy por hoy socialista, pero que es una rém,ora más que un activo. Perder la Generalitat, la Diputación de Barcelona, el Ayuntamiento de Barcelona y otros ayuntamientos catalanes importantes en menos de seis meses, es perder mucho, es perder demasiado.
¿Qué la culpa es de la crisis? No consuela a muchos, porque las crisis también hay que saberlas gobernar, como hay que saber gobernar la bonanza económica. ¿La culpa es del gobierno de Madrid, de Zapatero? Consuela a muy pocos. ¿La culpa es del “aparato” del PSC, con Montilla al frente? Hoy, en una tertulia radiofónica en la que participaba, una señora muy cándida dijo: “pido al “aparato” del PSC que salga más a la calle y escuche a la gente". Yo le respondí: “Señora, los “aparatos” sirven para mandar, no para callejear”.
Ahora, pues, a cuatro meses de las elecciones (en realidad a tres porque el último es pura campaña), los socialistas se pasarán un mes tirándose los trastos a la cabeza los unos contra los otros, eso sí “civilizadamente”. Eso dejará heridas entre los socialistas de Barcelona y sus primos del Baix Llobregat, la Federación más fuerte del PSC. Luego tendrán dos meses más para ir juntos y en paz hacia la campaña y un mes de campaña con inquebrantable unidad.
Debo decir hoy, a 14 de enero, que estas primeras llegan tarde. Lo que buscan los socialistas es rebajar sus pérdidas, no sólo en Barcelona ciudad, sino en toda la provincia, porque la Diputación la tienen perdida tras 32 años de gobierno ininterrumpido. ¿Será mejor Montse Tura porque tiene una cara amable, pero que es una mujer de Mollet y que no quiere dejar de ser de Mollet? ¿Será mejor Hereu? Repetimos, no se trata ya de ganar las elecciones, sino de quedar, al menos, en segundo lugar.
¿Tiene el PSC alguna posibilidad? Sólo si Trias comete errores de bulto, y Trias no es un principiante.
¿Dónde está el problema del PSC? En sus mimbres, en sus planteamientos básicos carentes de credibilidad porque están trasnochados(la gente advierte que si las políticas sociales se hacen gastando mucho, luego las pagan los funcionarios y los pensionistas y para ese viaje no hacen falta muchas alforjas). El PSC (al igual que el PSOE) necesita una “perestroika”. ¿En qué dirección y con cuáles presupuestos ideológicos? Otro día hablaremos del tema.
Trias ganador
Paralelamente, ayer se mostr´ço "urbi et orbi" la puesta en escena de la candidatura de Xavier Trías, con un auditorio de la ONCE lleno, y un público entregado, con Mas, Pujol y toda la plana mayor de CiU. Aquello fue casi una investidura de alcalde “in péctore”. Trias lleva tiempo con un discurso sobre todos los problemas de Barcelona bien sabidos y los errores del gobierno municipal (aquellos que no gustan a la ciudadanía) muy bien aprendido. La gente quiere “cambio” y hoy Trias es "el cambio”.
Es lo mismo que Artur Mas frente al tripartito. La gente quería cambio y tuvo cambio. Por lo tanto, todo parece indicar que veremos una reedición, más o menos, de las elecciones autonómicas. Mucha gente le decía ayer a Xavier Trias. “No hace falta que hagas nada más: vete a descansar porque estos del Ayuntamiento lo hacen tan mal que te darán la alcaldía regalada”. Tal vez es exagerado.
¿Y los demás? Poco que decir: el PP de Alberto Fernández sube, la Esquerra de Jordi Portabella y/o posibles aliados lo va a tener muy difícil, e Iniciativa bajará un poco, pero mantendrá el tipo.
Salvador Aragonés
Vayamos por partes. El PSC está sumido en una crisis profunda y eso no es ya noticia. La dirección del partido (el llamado "aparato" de la calle Nicaragua) se ha pasado estos meses deshojando la margarita: Hereu sí, Hereu no; pero con las autonómicas por delante, mejor era pasar el primer trago primero y ver qué se puede hacer con Barcelona después. Ya hemos llegado en esta segunda fase y Hereu no gusta al "aparato".
No porque Jordi Hereu sea mal visto por la Federación Socialista de Barcelona, no, ni siquiera es mal visto por Nicaragua como persona. Es porque de continuar Hereu como candidato --un alcalde que tiene poco “gancho” entre el electorado y no cae simpático-- el PSC podría quedarse como tercera fuerza en Barcelona, detrás de CiU e incluso del PP. ¡Terrible! Después de las autonómicas, el bacatazo de Barcelona sería terrible, tras muchos años de detentar el PSC todo el poder en Catalunya, tanto desde la Generalitat (siete años), como desde los municipios (32 años), las diputaciones (la Diputación de Barcelona (32 años) que tiene un presupuesto importantísimo) y la parte alícuota del gobierno central (siete años), que sigue siendo hoy por hoy socialista, pero que es una rém,ora más que un activo. Perder la Generalitat, la Diputación de Barcelona, el Ayuntamiento de Barcelona y otros ayuntamientos catalanes importantes en menos de seis meses, es perder mucho, es perder demasiado.
¿Qué la culpa es de la crisis? No consuela a muchos, porque las crisis también hay que saberlas gobernar, como hay que saber gobernar la bonanza económica. ¿La culpa es del gobierno de Madrid, de Zapatero? Consuela a muy pocos. ¿La culpa es del “aparato” del PSC, con Montilla al frente? Hoy, en una tertulia radiofónica en la que participaba, una señora muy cándida dijo: “pido al “aparato” del PSC que salga más a la calle y escuche a la gente". Yo le respondí: “Señora, los “aparatos” sirven para mandar, no para callejear”.
Ahora, pues, a cuatro meses de las elecciones (en realidad a tres porque el último es pura campaña), los socialistas se pasarán un mes tirándose los trastos a la cabeza los unos contra los otros, eso sí “civilizadamente”. Eso dejará heridas entre los socialistas de Barcelona y sus primos del Baix Llobregat, la Federación más fuerte del PSC. Luego tendrán dos meses más para ir juntos y en paz hacia la campaña y un mes de campaña con inquebrantable unidad.
Debo decir hoy, a 14 de enero, que estas primeras llegan tarde. Lo que buscan los socialistas es rebajar sus pérdidas, no sólo en Barcelona ciudad, sino en toda la provincia, porque la Diputación la tienen perdida tras 32 años de gobierno ininterrumpido. ¿Será mejor Montse Tura porque tiene una cara amable, pero que es una mujer de Mollet y que no quiere dejar de ser de Mollet? ¿Será mejor Hereu? Repetimos, no se trata ya de ganar las elecciones, sino de quedar, al menos, en segundo lugar.
¿Tiene el PSC alguna posibilidad? Sólo si Trias comete errores de bulto, y Trias no es un principiante.
¿Dónde está el problema del PSC? En sus mimbres, en sus planteamientos básicos carentes de credibilidad porque están trasnochados(la gente advierte que si las políticas sociales se hacen gastando mucho, luego las pagan los funcionarios y los pensionistas y para ese viaje no hacen falta muchas alforjas). El PSC (al igual que el PSOE) necesita una “perestroika”. ¿En qué dirección y con cuáles presupuestos ideológicos? Otro día hablaremos del tema.
Trias ganador
Paralelamente, ayer se mostr´ço "urbi et orbi" la puesta en escena de la candidatura de Xavier Trías, con un auditorio de la ONCE lleno, y un público entregado, con Mas, Pujol y toda la plana mayor de CiU. Aquello fue casi una investidura de alcalde “in péctore”. Trias lleva tiempo con un discurso sobre todos los problemas de Barcelona bien sabidos y los errores del gobierno municipal (aquellos que no gustan a la ciudadanía) muy bien aprendido. La gente quiere “cambio” y hoy Trias es "el cambio”.
Es lo mismo que Artur Mas frente al tripartito. La gente quería cambio y tuvo cambio. Por lo tanto, todo parece indicar que veremos una reedición, más o menos, de las elecciones autonómicas. Mucha gente le decía ayer a Xavier Trias. “No hace falta que hagas nada más: vete a descansar porque estos del Ayuntamiento lo hacen tan mal que te darán la alcaldía regalada”. Tal vez es exagerado.
¿Y los demás? Poco que decir: el PP de Alberto Fernández sube, la Esquerra de Jordi Portabella y/o posibles aliados lo va a tener muy difícil, e Iniciativa bajará un poco, pero mantendrá el tipo.
Salvador Aragonés
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