“No
estàvem preparats” (No estábamos preparados). Con este titular se ha
lanzado a la calle el diario independentista “Ara” recogiendo las declaraciones del lunes hechas por el portavoz
de Esquerra Republicana, Sergi Servià. Es un titular de escalofríos: primero
reconoce que ha fracasado el intento de independencia, y segundo que la
aventura independentista hay que enfocarla mejor, “con más tiempo”.
Si hay algo que puede calificar este
titular es que los políticos independentistas, además de mediocres son unos
irresponsables de arriba abajo, desde Jordi Pujol, pasando por Artur Mas y
terminando con el taumaturgia de Carles Puigdemont, su auto-exilio en Bruselas
y jugando todavía a ser presidente de los catalanes y lanzando mensajes a
”Catalunya y al mundo”. Ahora ya dice que es necesario “más diálogo” y hacer
las cosas de otra manera. ¡Vaya! ¡A buenas horas, mangas verdes!
Dicho en otras palabras: “Nos hemos
equivocado; la próxima vez lo haremos mejor” y todos se presentan a las
elecciones del 21-D. ¿Quiénes son todos? Son:
-quienes han dividido a los catalanes y
que no se recuperará en una generación;
-quienes han echado a las empresas
catalanas (más de 2.500 y más de 1.000 incluso con domicilio fiscal fuera);
-quienes han creado sentimientos de rencor
y hasta de odio hacia España;
-quienes mintieron diciendo que nunca se
irían las empresas catalanas, y que Europa nos acogería con los brazos
abiertos;
-quienes han movilizado a dos millones de
catalanes en sendos referendos ilegales gastándose mucho dinero de “todos” los
catalanes;
-quienes nos han hecho soñar a esos dos
millones que Catalunya iba a Ítaca y sería la Suiza o la Dinamarca del
Mediterráneo;
-quienes…
“Nos hemos equivocado”, han dicho, y el
mismo Puigdemont ya dice que “hay soluciones distintas a la independencia”. O
sea que no solo han hecho todo este derroche, sino que quieren que les votemos
y les demos “una segunda oportunidad” el 21-D.
En todo país democrático, cuando uno se
equivoca en materia grave, y lo reconoce, presenta su dimisión, se aparta de la
política, aunque intente salvar la piel ante la historia y las celdas
carcelarias.. Los imputados –a quienes deseo fervientemente que no estén en la
cárcel preventiva—carecen de autoridad moral para pedir a los catalanes que les
pongamos otra vez en el pedestal y seguir gobernando como si nada hubiera
pasado, simplemente cambiando de rumbo.
El nacionalismo catalán, con políticos de
poca valía, ha roto Catalunya y no ha podido romper al Estado. Le ha faltado
cordura, prudencia, visión de futuro, seny, tacto, moderación y discernimiento.
Virtudes de todo político. Le ha faltado lo que tuvieron los nacionalistas vascos
cuando echaron a Ibarretxe. Este solo resucitó un día, en un teatro, junto a
Artur Mas. Fue ya una mala señal para Mas.
A veces pienso ¿nos estarán tomando el
pelo después de llevarnos por el pedregal? No dudo que ha habido y habrá
independentistas en Catalunya, y esto hay que respetarlo. No critico las ideas,
sino a quienes de una manera tan irresponsable las han querido poner en
práctica. Esos no deberían volver, por higiene política.
No se puede hacer política con una “sabata i una espardenya” (ir de
cualquier manera) aireando ilusiones, jugando a espías con rusos e israelitas,
aireando continuamente campañas internacionales contra España, contra la
cultura española, contra la economía española, contra las instituciones
españolas todas sin salvar ninguna…
Dicho esto, no es momento de
revanchismos. A Catalunya hay que reconstruirla a partir del 21-D, pacificando
los ánimos, del mismo modo que habrá que rehabilitar el edificio del Estado
español. Ya se han puesto algunos cimientos.
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