¿De qué hablaron Felipe VI y Artur Mas? Rajoy ha dicho tajante que la secesión de Catalunya no tendrá lugar, y que el Estado está preparado para hacer frente a esta con la ley en la mano.
El independentismo ha vivido en un mundo demasiadas veces ilusorio. Raül Romeva, conviene recordar, fue uno de los cuatro eurodiputados catalanes que denunciaron la presencia de aviones militares en el cielo de Catalunya, como una “amenaza” del Estado para Catalunya, cuando se trataban de unas maniobras de la OTAN. Algunos alcaldes llegaron incluso a declarar libre de aviones militares el espacio aéreo de sus municipios, como si hubiera espacios aéreos municipalizados. Es como vivir en el campanario del pueblo.
De ganar las elecciones autonómicas por mayoría absoluta la lista independentista, no se enfrentaría contra algo más o menos abstracto, sino contra el armazón jurídico de un Estado de Derecho. Seguramente desmadejar este complejo lío que se avecina va a costar tiempo, sinsabores. Viviremos meses de agitaciones, demagogias, verdades y mentiras, apasionamientos, y detrás de ello un lastre de sinsabores y de falta de diálogo, comprensión de lo ajeno y de paz ciudadana.
El problema es qué pasará si no gana la lista independentista por mayoría absoluta. Romeva ha dicho que no existe una alternativa política a la independencia. Es cierto, hasta que no se fuerce a crear esa alternativa.
Mientras en Barcelona se vivían horas frenéticas confeccionando la “lista de los cinco”, en Viena se firmaba el acuerdo nuclear con Irán, un acuerdo en que las grandes potencias del mundo actual podrán crear bases para un futuro equilibrio mundial. Aquí seguíamos instalados en el campanario.
Mas visita al Rey
El viernes 17, Artur Mas visitó al rey Felipe VI. ¿De qué hablaron? No hubo ni declaraciones ni comunicados por parte de Artur Mas, quien manifestó que vino den son de "paz". La visita se enmarcaba dentro de los contactos que el Rey tiene con los presidentes de las comunidades autónomas. El Rey, al recibir a Mas, estuvo serio, al revés que con otros presidentes autonómicos.
Ya se sabe cuál es la posición del Rey: mantener la unidad de España. Sin embargo, aunque las visiones estén muy distantes, hablar siempre es positivo. “Parlant la gent s’entenen” (Hablando se entiende la gente), como le dijo el rey Juan Carlos al president del Parlament, el republicano Ernest Benach cuando le recibió en su visita protocolaria.
Por lo tanto, bienvenido sea el diálogo entre el Jefe del Estado español y el presidente de Catalunya que lidera el proceso hacia la independencia. Que nadie espere que el Rey va a dar puñetazos sobre la mesa, o reñir a Artur Mas. No conocen el talante y los modos del Rey. El Rey defiende los intereses de España y de todos los españoles, y sabe que es un Rey que reina, pero no gobierna, y que su papel está en moderar entre las instituciones del Estado, entre ellas la Generalitat de Catalunya. Sin embargo, hasta después de las elecciones catalanas y españolas generales no se podrá despejar el horizonte político español en lo que respecta a la reforma constitucional, como piden los socialistas. Ahora los ánimos están muy agitados por causa de ambas campañas.
Finalmente
ha salido la lista del President, o al menos la parte principal de ella. Será
la lista independentista, que en principio se ve bien escorada hacia la
izquierda, pues de los cinco primeros dos son ex comunistas (Raül Romeva y
Muriel Casals) y dos de Esquerra Republicana (Carme Forcadell y Oriol
Junqueras), y todos ellos, eso sí, independentistas radicales.
El
cartel electoral encabezado por Raül Romeva ha sido una sorpresa. Se ha dicho
que se trata de restar votos a Podemos, pues Esquerra tiene un problema: la
sangría de votos hacia la CUP y Podemos. Muchos votantes de CiU durante años y
años no se sentirán cómodos con Romeva y Junqueras, porque radicalizan mucho la
candidatura y porque además tienen prisa para la independencia creando las
estructuras de Estado en seis meses.
Si
el problema principal del independentismo es Podemos y por eso hay que competir
en su terreno, estamos apañados. Catalunya es y ha sido un espacio plural, de
personas dialogantes, de respeto de lo ajeno manteniendo la propia identidad y
la propia lengua. Ahora resulta que la Catalunya independentista es el espacio
de la izquierda radicalizada y en muchos aspectos totalizante, pues todo lo que
no sirve para independencia se tira al rincón de los desechos. Cada vez se
parece más ese escenario al plan Ibarretxe, aunque allí el PNV tenía una pieza
de recambio, Íñigo Urkullu , que aquí en Catalunya no lo hay.
Sobre
este acuerdo, ya se podrán convocar las elecciones catalanas para el 27-S. Los
candidatos de esta lista insisten –pero solo ellos—que se trata de unas
elecciones “plebiscitarias”, cuando el 27-S no va a ser un plebiscito, sino, de
acuerdo con el marco jurídico en el que vive Catalunya hoy, se trata solamente
de unas elecciones autonómicas, al Parlament de Catalunya, aunque lo nieguen
los candidatos del Barça.
El Parlament elegido
no es ni será soberano en el marco jurídico actual, porque por encima de él
están las Cortes Generales –congreso y Senado—y la estructura del Estado
español, del que la Generalitat es una parte del mismo, y en este Estado se
consagra el principio de jerarquización de las leyes: una ley o acuerdo del
Parlament no podrá estar por encima de otra ley o acuerdo de las Cortes.
El independentismo ha vivido en un mundo demasiadas veces ilusorio. Raül Romeva, conviene recordar, fue uno de los cuatro eurodiputados catalanes que denunciaron la presencia de aviones militares en el cielo de Catalunya, como una “amenaza” del Estado para Catalunya, cuando se trataban de unas maniobras de la OTAN. Algunos alcaldes llegaron incluso a declarar libre de aviones militares el espacio aéreo de sus municipios, como si hubiera espacios aéreos municipalizados. Es como vivir en el campanario del pueblo.
Ha
costado meses y meses hacer una lista, como la que se nos ofreció el miércoles,
para que al final los principales directores del tinglado fueran colocados los
primeros de la lista.
Rajoy: no habrá independencia de Catalunya
España
–lo ha anunciado el presidente del gobierno, Mariano Rajoy—va a enfrentarse al soberanismo independentista, no con aviones militares, sino con la
fuerza de la ley, que es la que prevalece por encima de cualquier otra en un
Estado de Derecho, internacionalmente conocido. Y ha dicho: “No va a haber
independencia en Catalunya”; "el Estado está absolutamente preparado para
hacer cumplir la ley cuando alguien la viole: Absolutamente, no le quepa
duda".
De ganar las elecciones autonómicas por mayoría absoluta la lista independentista, no se enfrentaría contra algo más o menos abstracto, sino contra el armazón jurídico de un Estado de Derecho. Seguramente desmadejar este complejo lío que se avecina va a costar tiempo, sinsabores. Viviremos meses de agitaciones, demagogias, verdades y mentiras, apasionamientos, y detrás de ello un lastre de sinsabores y de falta de diálogo, comprensión de lo ajeno y de paz ciudadana.
El problema es qué pasará si no gana la lista independentista por mayoría absoluta. Romeva ha dicho que no existe una alternativa política a la independencia. Es cierto, hasta que no se fuerce a crear esa alternativa.
Mientras en Barcelona se vivían horas frenéticas confeccionando la “lista de los cinco”, en Viena se firmaba el acuerdo nuclear con Irán, un acuerdo en que las grandes potencias del mundo actual podrán crear bases para un futuro equilibrio mundial. Aquí seguíamos instalados en el campanario.
Mas visita al Rey
El viernes 17, Artur Mas visitó al rey Felipe VI. ¿De qué hablaron? No hubo ni declaraciones ni comunicados por parte de Artur Mas, quien manifestó que vino den son de "paz". La visita se enmarcaba dentro de los contactos que el Rey tiene con los presidentes de las comunidades autónomas. El Rey, al recibir a Mas, estuvo serio, al revés que con otros presidentes autonómicos.
Ya se sabe cuál es la posición del Rey: mantener la unidad de España. Sin embargo, aunque las visiones estén muy distantes, hablar siempre es positivo. “Parlant la gent s’entenen” (Hablando se entiende la gente), como le dijo el rey Juan Carlos al president del Parlament, el republicano Ernest Benach cuando le recibió en su visita protocolaria.
Por lo tanto, bienvenido sea el diálogo entre el Jefe del Estado español y el presidente de Catalunya que lidera el proceso hacia la independencia. Que nadie espere que el Rey va a dar puñetazos sobre la mesa, o reñir a Artur Mas. No conocen el talante y los modos del Rey. El Rey defiende los intereses de España y de todos los españoles, y sabe que es un Rey que reina, pero no gobierna, y que su papel está en moderar entre las instituciones del Estado, entre ellas la Generalitat de Catalunya. Sin embargo, hasta después de las elecciones catalanas y españolas generales no se podrá despejar el horizonte político español en lo que respecta a la reforma constitucional, como piden los socialistas. Ahora los ánimos están muy agitados por causa de ambas campañas.
Comentarios
Publicar un comentario