El acuerdo nuclear con Irán, ¿será bueno o será, malo para
la paz del mundo? Este es el interrogante que se pone delante la opinión
pública de hoy. El acuerdo fue firmado en Alemania entre los P5 (los cinco
países miembros permanentes del consejo de Seguridad de la ONU con derecho a
veto: China, Estados Unidos, Francia, Reino Unido y Rusia) más Alemania (P5 +
1).
Es cierto que el acuerdo eliminará las sanciones a Irán, el
cual se somete a un férreo control nuclear internacional para que no pueda
fabricar armas atómicas. ¿Qué hará Irán con este dinero? Según los israelís,
concretamente el presidente del gobierno, Benjamín Netanyahu, Irán utilizará el
dinero para ensanchar la agitación y el apoyo a grupos terroristas en el
Oriente Medio y crear más inseguridad.
La población de Irán –donde no hay opinión pública
manifiesta por no ser una teocracia-- parece más inclinada a pensar que este
dinero mejorará el bienestar de los iraníes, un pueblo lleno de jóvenes que hoy
tienen pocas posibilidades de futuro. En Estados Unidos, el Partido Republicano,
en la oposición y con mayoría en el Congreso, ha manifestado que está contra el
acuerdo, pero el presidente Barak Obama ha anunciado que utilizará el veto para
que el acuerdo siga adelante.
La Alta Representante europea para Asuntos Exteriores,
Federica Mogherini, declaró al firmarse el acuerdo entre las grandes potencias
e Irán: "No es solo un acuerdo, es un buen acuerdo para todas las partes.
Abre posibilidades para terminar una crisis que ha durado más de 10 años".
Mogherini no es sospechosa de ser contraria a Israel, sino más bien al revés.
De acuerdo con los términos anunciados, Irán se compromete a
realizar un uso "exclusivamente pacífico" de la energía nuclear y no
desarrollará, "bajo ninguna circunstancia", ni tampoco adquirirá,
armas nucleares. Sus instalaciones deberán estar abiertas siempre al control de
las potencias mundiales para “verificar” el cumplimiento del pacto.
Como dijo el presidente Barak Obama: “No es un acuerdo
basado en la confianza, sino en la verificación”.
Después de anunciarse el acuerdo, los precios del petróleo
registraron caídas, pues sin las sanciones internacionales, Irán –el cuarto país
con más reservas de petróleo del mundo y el segundo de gas- podría aumentar su
producción en un 40 por ciento, o sea superar los 3,9 millones de barriles de
crudo por día.
Es un “acuerdo histórico”, dicen los firmantes incluidos los
dirigentes iraníes, tras 20 meses de negociaciones. El presidente de Irán, Hassan
Rouhani, manifestó su alivio y calificó la crisis de estos años como
“innecesaria”. ¿Será un acuerdo para la seguridad o la inseguridad? ¿para la
paz o para la guerra?
La Santa Sede ha señalado que será un acuerdo para más paz
en Oriente Medio. El director de la sala de Prensa de la Santa Sede, padre
Federico Lombardi, SI, ha declarado: "Se trata de un resultado importante
de las negociaciones llevadas a cabo hasta la fecha, pero que requiere la
continuación del esfuerzo y del compromiso de todos para que dé frutos. Se
espera que dichos frutos no se limiten solo al ámbito del programa nuclear,
sino que se extiendan a otros sectores”.
Y el Papa Francisco ha dicho en varias ocasiones que se
resuelvan los conflictos actuales en el mundo, lo que ha calificado de “una
tercera guerra mundial a pedazos”.
Los puntos básicos del acuerdo son:
• Irán no
producirá uranio altamente enriquecido durante los próximos 15 años.
• Irán se
deshará del 98% del material nuclear que posee,
• Irán
eliminará 2/3 de las centrifugadoras que tiene instaladas.
• Las
potencias podrán verificar "por primera vez" el grado de cumplimiento
del acuerdo, anunció Obama.
• A cambio,
Naciones Unidas levantará todas las sanciones que pesan sobre Irán vinculadas
al programa nuclear, aunque con algunas limitaciones.
• Antes de
comenzar el levantamiento, Irán deberá cumplir con los "pasos
básicos" del acuerdo.
Comentarios
Publicar un comentario