El
Principat d’Andorra ha ahuyentado el fantasma de la crisis institucional,
social y económica, cuando en las pasadas elecciones celebradas el domingo 1 de
marzo el partido Demòcrates d’Andorra, que lidera el actual presidente del
gobierno, Toni Martí, ganó las elecciones al Consell General (Parlamento) por mayoría
absoluta. Obtuvo 15 escaños (consellers) de un total de 27, seguido por el
partido Liberals d’Andorra del ex presidente Josep Pintat, con 8 escaños. Los
partidos de izquierda el Socialdemòcrata de Pere López y los más moderados Socialdemocràcia
i Progrès de Víctor Naudi han obtenido sólo 5 escaños en total.
Los dos
primeros partidos, que suman 23 escaños en el Consell, quieren continuar,
aunque con diferencias en lo económico, las reformas iniciadas por Toni Martí, que
seguirá al frente del Gobierno: el partido de Josep Pintat es más tradicional
en lo que respecta a la fiscalidad. Ambos partidos son contrarios a una ley del
aborto en Andorra frente a las otras dos formaciones de izquierdas, las cuales
han justificado su derrota electoral por la abstención. Andorra, con 70.000
habitantes y 24.500 electores, tiene un alto nivel de vida basado en el
comercio y las finanzas, cuyos clientes se acercan al pequeño territorio por su
baja fiscalidad.
Andorra
es un Principado formado por dos copríncipes que no gobiernan: el presidente de
Francia y la llamada “Mitra”, el obispo de la Seu d’Urgell, el actual arzobispo
Joan Enric Vives, siguiendo la tradición de hace casi 750 años. Toni Martí,
cuando el pasado mes de septiembre se entrevistó con el papa Francisco, éste le
dijo claramente que la Iglesia no tiene ningún interés en mantener un
coprincipado porque su misión es de orden espiritual, aunque el coprincipado carece
de poder político. Además, la Iglesia católica –-el obispo copríncipe-- no
podría sancionar nunca una ley del aborto o de la llamada “despenalización del
aborto”. El secretario de Estado, Pietro Parolin, reiteró al presidente Martí
la misma cuestión, y constató con este los frutos que da al pueblo
andorrano mantener el Concordato vigente
entre ambas partes, el cual se ampara en la Constitución de Andorra de 1994.
La
posible dimisión del copríncipe episcopal, en caso de aprobarse una ley del
aborto, abriría una crisis institucional que haría peligrar la misma
subsistencia de este pequeño estado de los Pirineos, un enclave entre Francia y
España que ha existido desde hace ocho siglos. Toni Martí aseguró que su
gobierno está interesado en mantener el “status” actual de Andorra (una
bicefalia en la Jefatura del Estado) que tanto ha beneficiado a su pueblo en
estos ocho siglos. Martí pidió al papa Francisco que mantuviera el coprincipado
por el bien del pueblo de Andorra, el cual se pronunciaría en pocos meses en
unas elecciones generales (marzo de 2015).
Ahora,
con las votaciones del domingo el pueblo andorrano ha respaldado con su voto
muy mayoritario (22 consejeros frente a 5) el mantenimiento de las
instituciones andorranas, al mismo tiempo que ha avalado continuar las reformas
económicas y fiscales –evitar la doble fiscalización con Francia y España, IVA
e IRPF—y definir el papel del Principado de Andorra en la Unión Europea. Andorra
quiere dejar de ser un “paraíso fiscal” o de blanqueo de dinero dentro de Europa, aunque es un país
donde se pagan muy pocos impuestos. Por ejemplo, en una renta de 3.000 euros
mensuales la retención por el IRPF es del 3 por 100.
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