Ladaria es un
jesuita mallorquín, prefecto de la Congregación para la Doctrina de la Fe (ex
Santo Oficio)
Por Salvador Aragonés
Periodista y profesor
emérito de la UIC
Ha sorprendido a propios y a extraños el nombramiento del
nuevo arzobispo de Tarragona, Joan Planellas i Barnosell, de 64 años, sacerdote
ampurdanés de la diócesis de Girona. No
es porque Lluís Planellas sea un desconocido en el mundo eclesiástico, sino
porque no sonaba para ser arzobispo de golpe. Lo mismo que mons. Jaume Pujol.
No sonaba. Él mismo se extrañó muchísimo cuando le dieron la noticia (“Aquesta
sí que no me l’esperava!”, comentó).
¿Quién es Joan Planellas? ¿Será un pastor? ¿Un político? ¿Un
intelectual? Unos dicen que es un párroco que ha regido distintas parroquias en
Girona, otros que un teólogo pues es decano de la Facultat de Teología de
Barcelona que acoge a todos los futuros sacerdotes de Catalunya, y otros que un
independentista, porque colgó o dejó colgar la bandera estelada en el
campanario de su parroquia, precisamente donde vivía Albert Boadella (Jafres,
Girona).
Sin embargo, quienes le conocen más de cerca dicen que será
un obispo sencillo, “un pastor”, que cuidará de los sacerdotes y de los fieles
a él encomendados, sin que le tiemble el pulso a la hora de imponer la
disciplina de la Iglesia, tanto en los casos de pederastia (“tolerancia cero”,
ha declarado, y “si hay denuncias de abusos se llevarán a la justicia civil y
eclesial”) como en los casos doctrinales que se presenten, como los ex miembros
del Seminario del Pueblo de Dios, asociación disuelta canónicamente por la
Iglesia, por el mal comportamiento de sus miembros y por sus desviaciones
doctrinales y teológicas.
En cuanto a la política, Joan Planellas declaró a “La Vanguardia” que el problema político de
Catalunya “lo han de resolver los políticos. Hace falta que nuestros políticos
puedan sentarse en una mesa y dialogar de una vez, de lo contrario no saldremos
adelante. Si acabamos haciendo campañas de tirarnos los platos a la cabeza y
diciendo gamberradas los unos y los otros, eso no irá bien. Y la misión de la
Iglesia es curar heridas, calmar los corazones exaltados… Nuestra misión es
curar heridas”.
Porque eso sí, el nuevo arzobispo es un buen teólogo: “el
número uno de Catalunya” y uno de los mejores del mundo, como declaró el
arzobispo ya emérito Jaume Pujol. Es el decano de la Facultat de Teologia, y
por eso también se le pidió un dictamen o informe sobre la situación del
“Seminario del Pueblo de Dios”, que había sido solicitado por la arquidiócesis
de Barcelona, junto con la Congregación Romana para la Doctrina de la Fe
(antiguo Santo Oficio), a causa de las denuncias presentadas por el obispo de
Vic y el arzobispo de Barcelona, entre otros.
Del informe, se interesó personalmente el Prefecto de dicha Congregación
romana, el cardenal Luis Francisco Ladaria Soler, que es un jesuita mallorquín,
gran teólogo, muy cercano al papa Francisco, y que encontró el trabajo de Joan
Planellas perfecto. Joan Planellas ya conocía al jesuita Luís Ladaria desde que
hizo la tesis doctoral en Teología en la Pontificia Universidad Gregoriana de
Roma, dirigida por los jesuitas.
Vino la disolución canónica de la asociación hace dos años y
para toda la Iglesia. En Catalunya trabajaba dicha asociación en las diócesis
de Girona, Barcelona, Seu d’Urgell, Vic y Tarragona. Desde entonces, Joan
Planellas entró en las listas para ser un obispo en Catalunya, al tiempo que
decayó la candidatura, que sonó durante tiempo, del selvatà (La Selva del Camp,
1953) Armand Puig, su antecesor en la facultad de Teología y protegido del
cardenal Martínez Sistach. Armand Puig estuvo tres mandatos al frente de la
Facultad de Teología.
El nombramiento de un obispo se hace sobe la base de una
lista de nombres -elegidos muy discretamente-- que proponen y analizan la Conferencia
Episcopal con la Nunciatura, y con un
grupo de personas de alta solvencia y servicio a la Iglesia.
Así, pues, el “gran elector” del nuevo titular de la cátedra
de san Fructuoso es el cardenal Luis Ladaria, con el “nihil obstat” del cardenal Joan José Omella, arzobispo de
Barcelona.
A destacar dos hechos: el cardenal Luis Ladaria acaba de
cumplir los 75 años y el cardenal Juan José Omella le quedan dos años para
cumplir los 75, cuando deberá poner su cargo a disposición del Papa. Pero el
mismo papa Francisco cumplirá este año 83 años y ¡nadie lo diría!
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