Decía el
poeta sevillano: “Despacito y buena letra: /el hacer las cosas bien/importa más
que el hacerlas” (Proverbios y cantares, XXIV). Ahora se celebra el 80
aniversario del fallecimiento de Antonio Machado pocos días después de
atravesar la frontera con Francia, rumbo al exilio (22 de febrero de 1939). La
tumba de Antonio Machado ha recibido la visita de Pedro Sánchez, el presidente
del Gobierno. También decía Don Quijote a Sancho “Con la Iglesia hemos topado”
(Segunda parte, capítulo IX).
La exhumación de los restos de Francisco Franco, que ya ha
merecido una ley y dos decretos-leyes, sigue sin ejecutarse. La precipitación
con que se anunció no tuvo en cuenta dos cuestiones principales: la familia del
dictador y la Iglesia.
Tras la moción de censura, el nuevo presidente del gobierno,
Pedro Sánchez, lanzó la noticia a
los cuatro vientos de que Franco sería exhumado rápidamente. Recuerdo que los periodistas le preguntaron cuándo, y
él dijo en julio, después en agosto, después antes de fin de Año, y ahora… lo
hará el nuevo gobierno que salga de las urnas. ¿Por qué crear tanta
expectativa?
La exhumación está en manos de la familia después que la
Iglesia haya dicho que no se opone a ella. Pero el Gobierno ha hecho mal en
querer implicar a la Santa Sede. Y más filtrando a la prensa que la Santa Sede
habría “ordenado” a la comunidad benedictina del Valle de los Caídos, acatar a
“la autoridad”, al gobiernoi. No es así: la auctóritas
en este caso es la Ley interpretada por los tribunales civiles (Tribunal
Supremo, en este caso), en un Estado de derecho. Y en el Derecho Internacional
el cumplimiento de los pactos con el Vaticano.
Estas son las 10
claves del caso:
1.- La Santa Sede --al igual que el Arzobispado de Madrid, y
la congregación benedictina de Solesmes (Francia) de la que depende la
comunidad del Valle de los Caídos-- ya ha dicho que no se opone a la
exhumación, pero la deben decidir el Gobierno de acuerdo con la familia. Toda
la responsabilidad no puede recaer sobre el prior del monasterio.
2.- El gobierno también ha dicho que podría conceder a otra orden religiosa la custodia del Valle de los Caídos (imposible
sin romper un acuerdo con la Santa Sede).
3.- La comunidad benedictina del Valle de los Caídos está
vinculada con la Santa Sede desde su fundación. La estableció el papa Pío XII
en un Breve (ley) de 1958. Esta ley establece: dado que el monumento está
dedicado “a la memoria de cuantos, por
una causa o por otra, entregaron su vida y sucumbieron en la Guerra Civil… Después
de haber consultado a los miembros de La Sagrada Congregación de Religiosos, exigimos y constituimos para siempre, con
nuestra Autoridad apostólica y en virtud de estas Letras, la nueva Abadía…
perteneciente a la Congregación de Solesmes
(Francia) de la Orden de San Benito…
Sin que nada lo pueda impedir” (Los benedictinos están agrupados varias
congregaciones independientes.
4.- El Valle de los Caídos no podrá ser un centro civil de memoria histórica, como
había insinuado el gobierno, sin una denuncia unilateral de los acuerdos con la
Santa Sede ¿volver a conflictos pasados Estado-Iglesia?
5.- ¿De quién es el Valle de los Caídos? Está en manos de
una Fundación creada por Decreto-Ley de 1957, que entre otras cosas afirma
(art. 3): “Los bienes de esta Fundación
son: a) El Valle de Cuelgamuros con
todos sus edificios (incluidos los mobiliarios y ajuares), terrenos y derechos
accesorios”. Son, “bienes de dominio público y tendrán, por consiguiente, el
carácter de inalienables, imprescriptibles e inembargables no estarán sujetos a
tributación”. No es fácil cambiar su uso.
6.- La Ley de memoria
histórica (2007) dice: Artículo 16. Valle de los Caídos. El Valle de los
Caídos “se regirá estrictamente por las
normas aplicables con carácter general a los lugares de culto y a los
cementerios públicos. En ningún lugar del recinto podrán llevarse a cabo actos
de naturaleza política ni exaltadores de la Guerra Civil, de sus protagonistas,
o del franquismo”.
7.- La familia lo
puso muy difícil cuando anunció que, si se exhuman los restos de Franco,
irán al panteón que la familia tiene en propiedad en la catedral de La Almudena,
en el centro de Madrid. A nadie gustó este anuncio.
8.- Franco no decidió
ser enterrado en el Valle de los Caídos, y su familia lo quería en el
Panteón familiar del Palacio de El Pardo. Lo decidió el presidente del gobierno
Arias Navarro, de acuerdo con el rey Juan Carlos. El entonces abad, Dom Luis María de Lojendio, improvisó un
panteón.
9.- Desde que ha salido la polémica, se han multiplicado las visitas a la tumba de Franco.
10.- El Tribunal Supremo (La Sala de la sección tercera de lo Contencioso-Administrativo decidió
(diciembre de 2018) parar la exhumación “únicamente sobre la idoneidad de
aplicar la medida cautelar que solicitaron los nietos de Franco alegando que la
exhumación plantearía una situación irreversible. La decisión se refiere
únicamente a la aplicación de la citada medida sin entrar a estudiar el fondo del recurso presentado por la familia.
Con posterioridad, la Sala deberá
pronunciarse sobre ese recurso cuya conclusión puede tardar meses en conocerse”,
dice.
Así las cosas, si hay exhumación de Francisco Franco, va a
tardar lo suyo, porque, dice el refranero español: las cosas de palacio van despacio. Mientras tanto, los que quieren
eliminar la memoria del dictador no hacen otra cosa que recordarlo una y otra
vez.
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