El Patriarcado de Kiev, la Iglesia Ortodoxa
Ucraniana, independiente del Patriarcado de Moscú, ya es un hecho desde el
pasado 5 de enero. Los ortodoxos ucranianos han podido celebrar la Navidad
–según el calendario juliano el 7 de enero—con el decreto (Tomos) que firmó el
patriarca de Constantinopla, Bartolomé I, que otorga la autocefalía a la
Iglesia Ortodoxa de Ucrania.
El nuevo Patriarca de Kiev ya fue elegido el pasado mes de diciembre y es
un joven de 39 años, Epifanio (Dumenko) (sucesor y discípulo del patriarca Filaret, hoy emérito), a quien el
patriarca Bartolomé I le dio el Tomos el pasado 6 de enero, en la iglesia patriarcal de san Jorge de
Constantinopla. El Tomos está escrito en griego sobre pergamino.
Estaban presentes a la solemne ceremonia de
san Jorge, el presidente de la República de Ucrania, Petró Poroshenko, así como
las principales autoridades civiles y religiosas venidas de Ucrania. Poroshenko
dijo que con este acto –la concesión de la autocefalía— han quedado cumplidos
los deseos de tantas y tantas generaciones de ciudadanos ucranianos que
deseaban esta independencia.
El
nuevo patriarca Epifanio celebró la Navidad el día 7 en la catedral de Santa
Sofía de Kiev con toda solemnidad y emoción.
El
Primado recordó a todos los patriarcas ortodoxos, incluso al de Moscú, a pesar
de que haber roto la comunión eucarística con Kiev. Felicitó a todo el pueblo
ucraniano y en especial al ejército “que defiende nuestra independencia, pues
Ucrania sigue estando ocupada”, con clara referencia a la península de Crimea y
a la región del Donbass, al noreste del país. También dijo que si el pueblo lo
requiere, la Navidad pasaría a celebrarse el 25 de diciembre, según el
calendario gregoriano.
En estos momentos, ya son 15 los patriarcas
ortodoxos que dirigen las iglesias en otros tantos países y pueblos, entre
ellos Moscú, Constantinopla, Antioquía, Alejandría, Armenia, Jerusalén,
Rumanía, Bulgaria, Chipre y Grecia. Una buena parte de ellos ya se ha
pronunciado en favor de Constantinopla.
El Patriarcado de Moscú, que desde el primer
momento se ha opuesto a la autocefalía, ha declarado en boca de su portavoz, el
metropolita Hilarión, que el “Tomos” firmado por el patriarca de Constantinopla
no es válido y por tanto es “papel mojado”, pues el patriarcado de
Constantinopla no tiene jurisdicción alguna sobre la concesión de la
autocefalía. Ucrania pertenece al Patriarcado de Moscú, el cual no concede
autoridad alguna al Patriarcado de Constantinopla, y se considera a sí mismo
como el patriarcado de mayor abolengo al ser el que tiene más fieles de toda la
Ortodoxia.
Sin embargo, históricamente siempre ha sido el
Patriarcado de Constantinopla del “primus
inter pares” sobre los demás patriarcados al ser el de mayor antigüedad y
tradición. Las iglesias ortodoxas no se miden por el número de fieles, sino por
su tradición.
El
patriarca Kiril I, Patriarca de Moscú, reivindica que la Iglesia Ortodoxa de Ucrania
pertenece al patriarcado de Moscú desde el año 1686. Sin embargo, dicen en Kiev
y Constantinopla, el Patriarcado de Constantinopla decidió “revocar el vínculo jurídico de la Carta Sinodal del año 1686, emitida
por las circunstancias de la época”, que concedía “el derecho del Patriarca de
Moscú a ordenar al Metropolitano de Kiev”, pero al mismo tiempo “proclamando y
afirmando su dependencia canónica de la Iglesia Madre de Constantinopla”.
En Ucrania existe también una Iglesia católica de rito griego, dirigida por el Arzobispo Mayor (análogo a Patriarca), Sviatoslav,
quien pide una mayor unidad entre los ortodoxos y entre todas las iglesias cristianas.
En Ucrania existe un Consejo Ecuménico que reúne a todas las iglesias
cristianas y existe una buena armonía, dijo
Sviatoslav, y pedimos ser mediadores para conseguir la paz. En Ucrania, el
número de católicos representa el 12 por ciento de la población. Por su parte,
las iglesias protestantes siguen muy firmes y al igual que las otras iglesias
incrementan el número de feligreses.
La
política de Moscú, hostil hacia Ucrania (país que
pertenecía a la URSS soviética), ha
provocado un nacionalismo en este país que ha preferido, no solo políticamente,
sino incluso religiosamente, separarse de Rusia, siendo ambos eslavos. Sin
embargo, una parte importante de los ortodoxos de Ucrania siguen fieles a Moscú
y mantienen sacerdotes, fieles y lugares de culto reclamados en parte por el
nuevo Patriarcado de Kiev. La tensión será larga. La población está dividida
entre quienes quieren seguir a Moscú y quienes quieren que Ucrania pertenezca
al occidente. Los ortodoxos fieles a
Moscú regentan 12.000 parroquias en el este y sur, mientras que el Patriarcado de Kiev solo tiene 4.500,
aunque con más fieles por parroquia.
Ucrania, situada en la Europa Central y Sur
tiene una población de unos 45 millones de habitantes, dentro de un territorio
de 603.550 kilómetros cuadrados. Su PIB per cápita es de unos 1.500 dólares, una
renta baja, con un ranquin de 133 sobre 196 países. Además, tiene un alto
índice de corrupción. Es un país exportador de productos agrícolas (aceites,
trigo, maíz) y también semielaborados de hierro, refinado de petróleo y coches.
Comentarios
Publicar un comentario