El presidente de Corea
del Norte, Kim Jung-un, anunció su “compromiso en la desnuclearización” del
país durante su visita oficial a Pekín, donde se entrevistó con el
presidente chino, Xi Jimping. La visita no había sido anunciada.
Esto significa un alto
grado de distensión en el Pacífico Norte tras los lanzamientos de cohetes y
mísiles nucleares de largo alcance con amenazas a Corea del Sur, Japón e
incluso Estados Unidos. Corea del Norte se estaba quedando sola en el mundo y
contra todo el mundo, y eso no hay país que lo aguante por mucho tiempo.
La visita relámpago de
Kim Jong-un a Pekín llegó tras años de relaciones tensas con su vecino, la
República Popular China. En Pekín, Kim anunció un plan de desnuclearización,
condición “sine que non” para la distensión en la zona. El presidente chino se presentó actúa como garante del plan norcoreano
y como árbitro de la zona, entre las dos coreas, Japón y los Estados Unidos.
Estos días ha llegado
también el anuncio de una entrevista entre los presidentes de las dos coreas, Kim Jong-un y Moon Jae-un. La
entrevista realizará el 27 de abril próximo en la zona desmilitarizada de Panmunjom, lugar donde se firmó el
tratado de paz y no agresión entre las dos coreas al término de la guerra en
1953.
Este será el tercer encuentro
entre los presidentes de las dos coreas. Corea del Sur ha anunciado que acepta
esta reunión porque Corea del Norte ha
accedido a discutir de los programas nucleares y de mísiles, según afirma la
agencia surcoreana Yonhap.
Todo esto ocurre antes de la entrevista del presidente de
los Estados Unidos, Donald Trump, con el presidente norcoreano, Kim Jong-un,
prevista para finales de mayo. China ha prometido a Corea del Norte un
paraguas en caso de que no haya un acuerdo con los Estados Unidos.
Por su parte, Donald Trump, informado por Xi Jimping, se ha manifestado exultante
por el anuncio de Corea del Norte de desnuclearizar la península de Corea, y ha
dicho incluso que está “ansioso” de entrevistarse con Kim.
Japón ha dicho en el Parlamento, a través de su primer ministro Shinzo Abe, que quiere ser también un
actor del acuerdo a cuatro bandas: “hemos
llegado a una situación en que finalmente el régimen de Pyongyang busca el
diálogo. Es fundamental que Corea del Norte decida de manera irreversible
abandonar el programa nuclear y de mísiles”.
Japón ha actuado siempre desde una posición de
dureza frente a Corea del Norte, tanto a nivel diplomático, como económico y en
el mantenimiento de las sanciones comerciales. Shinzo Abe
ha anunciado que quiere entrevistarse con Donald Trump, el próximo mes, y le
gustaría entrevistarse también con el presidente norcoreano, Kim Jong-un. La
última reunión entre Corea del Norte y Japón, al más alto nivel, fue el año
2011.
¿Y Rusia? También Rusia
está interesada en los planes de Kim Jong-un, pues tiene frontera con Corea del
Norte y no quiere que se le excluya de cuanto pasa en el Pacífico Norte.
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