¿Cuál es el tratamiento de los medios de comunicación
europeos de los refugiados? Para muchos medios los refugiados forman parte del “suceso” (noticias relacionadas con el
código penal, los tribunales y la policía).
Se busca no pocas veces
el espectáculo más allá de la información. Las barcas-pateras en el mar o los campos de refugiados de Lampedusa
o Grecia, ponen acentos sentimentales y también morbosos al drama de los
refugiados.
La pregunta que deben hacerse muchos periodistas es: ¿Puede
ser la miseria un “espectáculo”? Ya se sabe que la tragedia humana es noticia,
pero ¿existen unos límites la tragedia humana? ¿No estamos hablando de
personas, de su dignidad, de su dolor, de sus vidas? Porque hay quien convierte
el espectáculo en fin en sí mismo, sin el más mínimo respeto y así el dolor de
los refugiados –su dolor—es utilizado como anzuelo para atraer espectadores o lectores.
Son los que desprecian la dignidad de las personas, de los necesitados, de los
que sufren.
Los medios se convierten muchas veces en altavoces de grupos
de presión, gobiernos o grupos sociales que rechazan al refugiado. Así se ensalzan
los problemas que afectan a la Seguridad:
peleas entre refugiados, encontronazos con la policía, fronteras cerradas,
terroristas camuflados… dando la impresión que los refugiados son o pueden ser
delincuentes, al menos una parte de ellos. Se refleja una parte de la verdad, pero no es toda la verdad.
El tratamiento informativo de los refugiados no distingue entre inmigrantes y
refugiados, según un informe de la UE, y la imagen siempre es de
personas que no son de raza blanca.
A veces hay un fomento, aunque no se quiera, del racismo, de la xenofobia. Veremos
las próximas elecciones de Francia y Alemania en 2017 como se trata el tema
delos refugiados en las campañas electorales.
Por otro lado, dada
la baja natalidad en Europa, las fuerzas del trabajo han de ser inmigrantes.
Si no, ¿quién pagará las pensiones, la seguridad social, la ayuda a las
personas mayores, etc.? Se mira más en lo de hoy y se descarta el ayer y el
mañana. El ayer, para los medios, ya no existe y el mañana es complicado y
confuso.
Es fácil encontrar en los medios y en las redes, la
insinuación, la noticia falsa o parcialmente verdadera, la sospecha, la insidia, el misterio, la
inseguridad, la muerte sospechosa, la malicia, los celos, la envidia, la
sensualidad, el llamado “humor negro”.
Volviendo a los
refugiados, el obispo católico
de rito siro-melquita de Homs (Siria), Jean-Abdo
Arbach, se lamentó de la doble moral
de Europa en una intervención en el Colegio de Abogados de Barcelona y en
una posterior visita a la catedral de la Almudena de Madrid. Dijo que el término
'guerra civil' no es el adecuado para calificar la guerra a Siria, porque
en realidad "es una guerra
internacional, global", en la
que actúan muchos poderes: militares, económicos, políticos, y un largo
etcétera, a nivel mundial.
Jean Abdou Arbach
no diferencia entre rebeldes opositores y yihadistas porque considera
que todos dañan al pueblo sirio y niega que la guerra sea una guerra entre
religiones.
"Pido a la
comunidad internacional, primero, conciencia
per conocer la realidad de la guerra en el Oriente Medio; la segunda demanda es
para los líderes del mundo, sobre todo para Europa a la que pide coherencia.
Europa trabaja para la paz y pide la paz, pero al mismo tiempo vende armas a los rebeldes. Nosotros lo
hemos visto y tenemos pruebas".
Se habla mucho de refugiados Sirios, pero solo uno de cada cinco refugiados es sirio. Y hemos de
preguntar ¿Y los otros? ¿De qué guerra vienen? No existe una conciencia crítica
en Europa sobre el problema.
Otra cuestión: ¿Alguien se
pregunta de dónde salen los 400, 500 o 1.000 y más euros que pagan los
refugiados e inmigrantes a las mafias?
¿Qué sabe el ciudadano medio de
la crisis y las guerras del Oriente Medio, aparte de que es una lucha para
controlar el petróleo? ¿Quién les informa?
Son preguntas que invitan a
pensar y a informarse para que cada uno adquiera una conciencia más exacta de
lo que pasa en Oriente Medio.
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