El “procés” hacia la
independencia se alarga, y las conversaciones para nombrar un President de la
Generalitat o un Gobierno entre las fuerzas independentistas están “en los
comienzos”, según ha dicho la número 2 de la CUP, Anna Gabriel, quien añadió
que “no hay prisas”.
En estos momentos solo
hay un Parlament en funciones y un gobierno también en funciones. Si los
parlamentarios elegidos el 27-S toman posesión, nada podrán hacer si no hay un
gobierno, pues sus decisiones no podrán ejecutarse. Y ahora no parece que la
culpa sea de Madrid. Muchos políticos apuestan por nombrar President de la
Generalitat después de las elecciones generales del 20-D, es decir tres meses
después de las elecciones. Esto se parece cada vez más a la Italia de los años
oscuros, los 70 y 80 del pasado siglo.
Para la constitución del
Parlament parece que existe el acuerdo de nombrar a Carme Forcadell de
presidenta. Tendremos una presidencia en manos de una iluminada y mitinera
mujer, que hasta ahora se ha saltado los reglamentos y las normas, si así lo
requería el guión independentista. El PP y la CUP no tendrán representación en
la Mesa, a menos que haya un acto de generosidad de Junts pel Sí.
Esta demora indica que se tendrán que prorrogar los presupuestos de la Generalitat, con
lo que ello comporta de parálisis por la falta de una acción de gobierno.
También se podría ir a elecciones catalanas de nuevo en febrero, con lo que
afearía más el papel nada brillante de los políticos catalanes, incapaces de
sacar un gobierno adelante.
Mientras tanto, la
instrucción judicial del caso 9-N sigue adelante con citaciones y más
citaciones, con lo que el proceso judicial puede que no termine en un año. La
justicia española va lenta y veremos un goteo de noticias positivas y negativas
sobre el 9-N a medida que avanza la instrucción del caso por parte del Tribunal
Superior de Justicia. La acusación particular del sindicato “Manos Limpias”, de
la ultraderecha, ya ha anunciado que una absolución significará un recurso al
Tribunal Supremo, con lo que tardaremos otro año.
En el mundo
independentista –en las bases—hay prisa para llegar a la independencia. Ahora
dicen que la independencia se logrará a finales del 2016 o a más tardar en el
2017. Estos mismos situaban la independencia en 2014, luego en 2015, ahora en
2016 o 2017. El acuerdo entre la CUP y Junts pel Sí no llega, y es difícil que
llegue tal como estás las cosas ahora. Artur Mas y sus coaligados, esperaban
poner en jaque al gobierno de Madrid estando éste en funciones, y ganarles por
la astucia, como hasta ahora. Pero el resultado electoral no da para muchas
alegrías, y la CUP no venderá sus 10 escaños por un plato de lentejas,
sabedores de que tienen la sartén por el mango.
Los de Junts pel Sí ya
han dicho que “no hay marcha atrás” en “el procés”. Quiere decir que se va
hacia la independencia, pase lo que pase. Por eso solo pueden acordarse con la
CUP. Hacen caso omiso a las ofertas de socialistas que estarían dispuestos a apoyar
a un gobierno si abandonan la línea secesionista. Esto es imposible. Pronto
hará un mes de las elecciones catalanas y aquí no hay pactos ni acuerdos entre
las fuerzas parlamentarias recién elegidas. Sacar la independencia cuando el
plebiscito no se ha ganado parece excesivo, pero las bases independentistas
están tan ansiosas que no aceptarán cualquier otra cosa. ¿Habrá Declaració
Unilateral de Independència (DUI) al final? Pero para Junts pel Sí sería un
retroceso intolerable volver a plantear un referéndum “pactado” como pide el
grupo de Podemos e ICV, llamado Catalunya Sí que es Pot, o la propia Unió
Democràtica aunque no tenga representación en el nuevo Parlament.
Para las elecciones
generales españolas del 20-D, los partidos en liza tampoco aportan hoy
soluciones para el embrollo catalán, ni por parte del PP ni por parte del PSOE
ni de Ciudadanos. Podemos pide el referéndum. El PSOE insiste en su reforma
constitucional, pero nadie sabe en qué consiste. Además, toda reforma
constitucional deberá ser acordada por un gran consenso parlamentario, es decir
con el PP y con Ciudadanos. ¿Se cuenta hoy con ellos? No lo parece. Todo está
en el aire a la espera del 20-D. Veremos.
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