Las declaraciones del
presidente del FC Barcelona, Josep Maria Bartomeu, causaron sorpresa con
relación al posible dinero opaco en el fichaje de Neymar da Silva Santos. Josep
Maria Bartomeu dijo: “los problemas del
Barça vienen de algunos poderes del Estado”. ¿Cuáles son estos poderes? El
sector independentista inmediatamente aplaudió el presidente del Barça que está
en campaña electoral para renovar su cargo. A Bartomeu le salió la vena
nacionalista, pero tiene que pensar que el Barça es “més que un club”, dentro y fuera de Catalunya.
Y volvemos a preguntar: ¿Cuáles son estos poderes del
Estado que quieren arruinar al FC Barcelona? No confundamos “poderes del
Estado” con “personas singulares del Estado”. El único poder del Estado que ha
atacado al Barcelona ha sido la Administración de Hacienda. Y junto al
Barcelona muchos clubes españoles han sido investigados porque cada vez se mira
con más lupa los fichajes, los balances y las cuentas de explotación. Hay
escándalos fiscales en fortunas, empresas, bancos, deportistas y artistas que
buscan ganar más dinero sin pagar al fisco, sin tener en cuenta a los
ciudadanos de a pie que no defraudamos. Ante Hacienda no todos somos iguales.Los estados hoy están medio arruinados por sus inmensos endeudamientos y deben recaudar como sea.
¿O se refería el presidente del Barça, Bartomeu, al
Poder Judicial al hablar de “poderes del Estado”? Repasando los escándalos
actuales y del pasado vemos que, por una parte, han tenido que regularizar con
Hacienda personajes como Iker Casillas y su novia, Gerard Piqué (su novia no),
el mismísimo Leo Messi y otros jugadores. Algunos presidentes y ex presidentes de
clubes de fútbol han sufrido “persecuciones” de Hacienda y de la Justicia, como
Jesús Gil y el At. de Madrid, como el caso del Bilbao en el que se intentó
ensuciar al mismo Comisario de la Competencia Joaquín Almunia, como el
presidente del Sevilla José María del Nido que está en la cárcel, o el presidente
del Betis, Manuel Ruíz de Lopera.
El mismo Real Madrid ha tenido a dos ex presidentes, Lorenzo Sanz y Ramón
Calderón, con problemas con la justicia por sus negocios. Otros equipos han
tenido o tienen problemas como el Deportivo de la Coruña, el Valencia CF, el
Osasuna y tantos otros. La lista es larga porque los clubes están la gran
mayoría arruinados a causa de la pésima gestión económica en muchos de ellos, y piden, como
la Grecia de Syriza actual, que sus acreedores –a veces jugadores de la
plantilla-- les condonen parte de sus deudas.
En el FC Barcelona las investigaciones de Hacienda no son de ahora, sino que vienen de muy lejos, por las fichas de los jugadores o por los derechos de imagen u otras razones. Que se lo pregunten a Josep Lluís Núñez quien está en la cárcel con su hijo, aunque no por el Barça sino a consecuencia de sus negocios inmobiliarios. O a Joan Laporta cuyo ex amigo y sucesor Sandro Rosell lo envió a los tribunales por las poco claras cuentas del club. Y los propios Sandro Rosell y su amigo Bartomeu actual presidente, por el fichaje de Neymar.
Por otro lado,
las investigaciones judiciales y fiscales sobre el fútbol no ocurren solo en
España, sino en Gran Bretaña, en Francia, en Alemania, donde el presidente del casi
imbatible Bayern de Múnich, Uli Hoeness, siendo ya entrenador Josep Guardiola, pasó
por la cárcel y tuvo que dimitir: fue condenado a tres años y seis meses. Por no hablar Italia que viene a ser el
paradigma de la corrupción en el fútbol, donde porteros y otros jugadores
hacían trampas (amañaban los resultados) en el deporte del fútbol para
“cuadrar” las quinielas. Increíble. ¿Y Luis Figo, ex jugador del Inter de
Milán, quiere ser el presidente de la FIFA?
Los negocios en el mundo del deporte se mezclan a menudo con amaños y
trampas, porque se juega muchísimo dinero, un dinero ganado en poco tiempo y
con gran avidez por parte de los managers de los deportistas, y a veces por los
mismos deportistas o sus familiares.
Con lo dicho, no queremos afirmar que todo está podrido en el deporte, pues
muchos están limpios y les interesa el deporte por el deporte. Sin embargo,
cuando se maneja tanto dinero circula al mismo tiempo entre los pliegues de la
fama, la vanidad de los protagonistas, la soberbia, el papanatismo de los
aficionados, así como los chanchullos, las malas prácticas del deporte-negocio.
A veces también entra la política.
Algunos presidentes están tan
orgullosos con su cargo que creen estar por encima de la ley y piensan que a
ellos no les va pasar nada, al tener el apoyo de la afición. Y si pasa algo
culpan a ciertas turbias conspiraciones como los “poderes del Estado”, cuando lo
que en realidad hay es que las cuentas no están claras y son investigadas por
las autoridades fiscales o judiciales. Hoy debería ser Jaume Roures (Mediapro)
quien acuse a los “poderes del Estado” porque Telefónica (Movistar TV) le ha quitado los
derechos de TV del Barça. Y lo dice un barcelonista de toda la vida: dar al
deporte lo que es del deporte y al Estado lo que es del Estado.
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