Por Salvador
Aragonés
Doctor en
Perioidsmo y profesor Emérito de la UIC
El “dret a decidir” tiene desde el domingo una gotera
importante: el PSC, que no se alinea con los partidarios decididos del mismo: CiU, ERC, IC-V y la CUP. El Consell
Nacional extraordinario del PSC del domingo supuso una clara derrota de los
partidarios del “dret a decidir” (solo obtuvieron el 13 por ciento de los
votos), frente a un 83 por ciento de los partidarios de no llevar este tema a
las Cortes Españolas, y de que se llegue a un pacto con el Gobierno para
encontrar legalidad a la consulta. Se podrá decir que la mayoría del Parlament
está por el dret a decidir, y es cierto, pero solo lo están los partidos
catalanes, sin ningún entronque con la gran mayoría de las Cortes españolas, es
decir con los dos partidos mayoritarios: PP y PSOE.
El mismo domingo Mariano Rajoy manifestó, ante las
juventudes de su partido, que no va a “tolerar” que se “juegue” con la
soberanía nacional. O sea un portazo a la consulta catalana. Con palabras menos
fuertes, pero igual de claras, lanzó hace una semana la Conferencia del PSOE
que arropó a Pere Navarro, el primer secretario del PSC. Esto significa que los dos principales partidos españoles que
tienen la mayoría absoluta y cualificada de las Cortes no quieren la consulta soberanista/independentista.
La ausencia del PSC en el club de partidos por el
“dret a decidir” es un duro golpe que obliga a replantear la estrategia y la
hoja de ruta que diseñó Artur Mas junto con Oriol Junqueras, con el apoyo de
IC-V. Las declaraciones de los partidarios del dret a decidir sobre la posición
del PSC lo ponen de manifiesto. Y es que no se puede ir a las Cortes y perder
por 300 votos contra 50 en el Congreso. Eso es ir al degüello. El domingo los de ICV-V
estaban muy nerviosos al ser el único partido de izquierdas que apoyaba una
propuesta “burguesa” y aparecen ahora en la foto entre CiU y ERC, entre Mas y
Junqueras, donde no se encuentran nada cómodos. También se puso nervioso Artur
Mas porque porque pierde su propuesta un partner importante. La estrategia de
Mas y Junqueras de tirar del socialismo catalán, y de que si se rompe mejor, no
ha funcionado. Una vez más, la política “mediática” ha funcionado a través de
nombres de ex consellers o de personas de prestigio personal en el socialismo
que eran partidarios del dret a decidir, dando una imagen distorsionada del
partido, pùes la grna mayoría no está en esa línea.
El PSC tiene hoy otra cara. Sin ser el PSOE está en
sintonía con el PSOE, y ha desbancado a los históricos del PSC (Congrés) que
han ocupado el poder en el partido desde la unificación del socialismo catalán.
El PSC de hoy no quiere ir a las Cortes españolas a recibir una bofetada como recibió
Ibarretxe y menos aún a escenificar la ruptura entre el PSC y el PSOE votando
cosas distintas para ganarse el aplauso mediático del nacionalismo imperante en
Catalunya. El PSOE necesita unidad interna y un discurso claro en lo que es la
vertebración del Estado, que hasta ahora le ha faltado porque las políticas
autonómicas del partido le han hecho navegar sin rumbo propio dentro del Estado
Constitucional.
El Consell Nacional extraordinario consiguió otra
cosa: Pere Navarro ha arrinconado a Pasqual Maragall y a José Montilla, ex
presidentes de la Generalitat, partidarios de un Estatut más nacionalista,
diría casi confederalista, quienes con Rodríguez Zapatero amañaron un pacto que
luego ni el mismo Zapatero aceptó y que tumbó el Tribunal Constitucional en un
nefasto camino de dudas y dependencias políticas. Ni Maragall ni Montilla
pueden ser considerados hoy, tras el Consell Nacional del domingo, referencias
políticas históricas a imitar dentro del PSC. Y no solo esto, sino que el PSC
de Pere Navarro –que no es un líder carismático ni mucho menos—ha borrado la
imagen negativa que tenía el PSC del tripartito en el que mandaba más Esquerra Republicana
que el PSC de Maragall y Montilla, a pesar de ser este el partido mayoritario.
Tal vez porque pesó más el mantenerse en el poder.
¿Dónde estaban el domingo los críticos de Navarro?
¿Dónde estaban el domingo los críticos de Navarro?
Habían desaparecido como por ensalmo. El alcalde de Tarragona, José Félix Ballesteros,
prefirió salir de escena e ir a Tokio, dejando al alcalde de Lleida, Angel Ros,
como defensor de una pequeña minoría, junto con Joan Ignasi Elena. Estos
últimos, junto con la ex consellera Marina Geli, que tras el resultado del
Consell Nacional (13 por 100 a su favor) carecen de de respaldo moral para
volver a romper la disciplina de voto en el Parlament.
El PSC hoy representa un problema más a la vía
catalana hacia el independentismo, o para utilizar una expresión más sibilina,
el soberanismo. La marcha del socialismo catalán del club de partidos
nacionalistas e independistas por el dret a decidir ha sido lamentada por los
partidarios del club y hemos visto comentarios de todo tipo en los medios como
que “El PSC se alinea con Rajoy”, el PSC está con Ciutadans. Nada de eso es
cierto. Los votantes del PSC lo saben y lo que no entendían era esa
indefinición del partido en materia tan importante como el futuro de Catalunya
que quieren que sea dentro de España, según se dijo dentro del cónclave socialista
catalán del domingo. El PSC empieza una andadura distinta y los electores dirán
si esta nueva hoja de ruta del PSC va en la dirección correcta, o no.
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