Arzobispo de Tarragona: “Los obispos catalanes no tenemos ningún inconveniente en pedir perdón del pasado. Yo lo pido ahora mismo”
Preparan un documento histórico sobre el papel de
la Iglesia en la República, la Guerra civil y la dictadura franquista
Por Salvador Aragonés
Doctor en Periodismo y profesor emérito de la UIC
El arzobispo de Tarragona, Jaume Pujol, ha anunciado
que los obispos catalanes están preparando un documento histórico sobre el
papel que tuvo la Iglesia en la República Española, la Guerra Civil y la
dictadura franquista. El arzobispo lo
manifestó en una entrevista emitida por la televisión autonómica catalana, TV3,
el domingo en el programa “Signes dels temps”, al cumplirse una semana de la
más grade beatificación de la Iglesia celebrada en Tarragona y donde se
beatificaron 522 mártires “de la persecución religiosa” en España en la época
de la República y sobre todo en la Guerra Civil.
Tras ser preguntado si los obispos no tendrían que
“pedir perdón” por lo que hicieron antes, durante y después de la Guerra Civil,
el arzobispo Pujol dijo: “Los obispos
catalanes no tenemos ningún inconveniente en pedir perdón. Yo lo pido ahora
mismo por los errores del pasado, y lo he pedido muchas veces”. Un obispo
auxiliar de Tarragona estaba entre los mártires del día 13 en Tarragona. “Ahora
ha llegado el momento de hacer un estudio histórico, y lo estamos haciendo,
para conocer el papel y las circunstancia en que actuó la Iglesia. Los obispos catalanes también
han tenido gestos de perdón y ahí está el documento de 2001, “Al servei del nostre
poble”, que afirma que si a lo largo de estos años “hemos hecho algo mal,
pedimos humildemente perdón”. El perdón ya lo pidió también Juan Pablo II por
lo que había hecho mal la Iglesia.
Una y otra vez el arzobispo de Tarragona dejó claro
que los 522 mártires lo fueron por defender la fe hasta el último momento,
“perdonando a quienes les mataron” y por eso fue un signo de reconciliación. No
lo fueron por sus ideas políticas. Después de 75 años de terminada la Guerra
Civil “no podemos seguir tirándonos los
muertos los unos a los otros”.
En relación a los muertos del otro bando, el
arzobispo Pujol dijo que él fue a rezar en solitario ante quieres fueron
ejecutados por el bando franquista y se encuentran en una fosa común, tal como
le había solicitado la Coordinadora por la Laicidad y Dignidad. “Después de
estar con ellos –añadió-- fui solo, sin fotógrafos. Yo rezo todos los días por
todos los difuntos, los que murieron en
un lado y en otro, los que han muerto hoy… esto me sale del corazón”.
En cuanto al cardenal Vidal i Barraquer, que murió en
el exilio porque Franco no quiso que
volviera a Tarragona, su diócesis, su sucesor Jaume Pujol manifestó que durante
los días que precedieron las beatificaciones, se tuvieron actos y recuerdos del
cardenal Vidal i Barraquer. El no firmó la carta colectiva del episcopado
español, que declaraba que era una cruzada, entre otras cosas porque tenía
miedo a que esta pastoral provocara más persecuciones a la Iglesia, y añadió
que el mismo cardenal fue perseguido y tuvo que escaparse, escondido, hacia el
extranjero.
En cuanto al franquismo, la iglesia de Catalunya
–dijo el arzobispo Pujol—trabajó de manera eficaz para conservar la lengua
catalana y la cultura catalanas, así como las tradiciones del pueblo. Todo esto
se va a estudiar a partir de ahora. La Iglesia, dijo también, fue perseguida y en
estos momentos sigue estando perseguida en varios lugares del mundo, y los mártires
por la fe son y han sido siempre un ejemplo a seguir por todos los creyentes,
por el testimonio de coherencia y de fe que han dado a todos.
Finalmente, destacó los “muchos frutos pastorales”
que la beatificación de los 522 mártires celebrada en Tarragona han reportado a
la archidiócesis, y alabó la tarea de los centenares de jóvenes voluntarios. No
quiso cuantificar el coste de todo,
porque los números no están cerrados todavía.
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