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Referéndum esperpéntico en Barcelona


Esto no ha sido un referéndum. Ha sido una  algarada de los independentistas que esperaban hoy obtener la independencia, o forzar al mundo mundial que España es un estado dictatorial. Puigdemont piensa pedir una mediación internacional. Hoy en prensa de la Generalitat solo estaban preocupado en enviar fotos “sangrientas” a la prensa internacional.

Del mal llamado referéndum, del 1-0, va a haber riadas de opiniones y los hechos han sido y serán distorsionados, como siempre. De entrada diremos que ha votado gente, pero muy poca en comparación del censo.

 Según la Delegación del Gobierno, ante la pasividad de los Mossos d’Esquadra, o mejor dicho de sus mandos principales, la Policía Nacional y la Guardia Civil ha tenido que hacer la función de recoger urnas y papeletas en los colegios –es lo que les había pedido el juez--designados como centros electorales por los organizadores del ilegal referéndum.

Una vez terminado este operativo, los policías se han ido, pero no quedaban ni urnas (urnas oficiales) ni papeletas. En la gran mayoría de los sitios, la recogida de urnas y papeletas terminó hacia las diez y media, y la policía se fue. La gente se quedó y siguió allí casi todo el día gritando “Volem votar!” hasta que se fueron entre las ocho y las nueve de la tarde-noche.

La policía y la Guardia Civil han actuado –es lo que quería el Govern—frente a quienes impedían que se entrara en los colegios. Noches de acampadas en algunos, con niños y mayores. Donde se ha registrado mayor resistencia la carga de la policía (española) ha sido potente. Pienso que no era necesario entrar en colegios donde había tanta resistencia. Ha sido una mala estrategia que no gusta al catalán medio, piense como piense. La impopularidad de la Policía y la Guardia Civil ha crecido muchos enteros, mientras los Mossos recibían claveles.

Los independentistas se pusieron delante de los colegios. El grito que se oía era el mismo de días pasados: “Votarem!, Votarem!”. Y también “Fora les forces d’ocupació!”. El Govern declaró el  voto universal, o sea que cualquiera podía votar en cualquier lugar, sin DNI y a la edad que fuera (he visto a niños de 12 y 13 años que iban a votar). Claro que ya el 9-N podían votar los mayores de 16 años. Por eso el resultado no fue válido por falta de un censo.

Durante los meses, semanas y días pasados, el Govern de la Generalitat no paraba de alentar, aleccionar y estimular a los independentistas (pedían a todo el pueblo) a ir a votar el domingo. Delante de los colegios –sobre todo en Barcelona—más que votantes se congregaron masas de vociferantes gritando “Votarem!”. Delante de la consellería de Enseñanza, en la Vía Augusta de Barcelona, he podido escuchar personas que daban órdenes en italiano –lengua que conozco bien—y he visto a personas con mochilas.

La consellera Enseñanza, Clara Ponsatí, se opuso a la entrada de la Policía Nacional. Gritos y más gritos. Y una señora de más de 60 años, pelo blanco, se encaró a un policía: “Pégame! Pégame!”. El policía la apartó mientras subía a la consellería. Un hombre, que al parecer sufrió una lipotimia, fue trasladado pos dos policías hasta una ambulancia. Una persona pudo votar: vítores y aplausos. La policía entró y requisó las urnas, tras enseñar la orden judicial a la consellera y los allí reunidos. Dos Mosos d’Esquadra estaban fuera´, de plantón, en la acera. No movían un músculo. Solo informaban a su central de lo que pasaba en la consellería.

En un momento dado pasó por allí un joven que gritó “¡Viva España!”. “Facha, facha!”. Los insultos eran los mismos que se oyen en los campos de fútbol, que obvio repetir. Era espectacular la hilera que formaban los más de 30 coches policiales aparcados en la Vía Augusta.

Una vez requisadas las urnas, la policía se fue y todo volvió a la normalidad. Un amigo fue a votar con sus hijas de 12 y 14 años. “Censo universal”, dijo Jordi Turull portavoz del govern. No había apenas urnas porque fueron retiradas, ni papeletas, ni centro de datos, ni nada. Después dijo Turull que han votado “millones”, y que dará la cifra dentro de unos días ¿Qué cifra dará?

En la llamada “parte alta” de Barcelona, en el barrio de Sarrià-Sant Gervasi, donde se concentran la mayor parte de los colegios (en número a alumnos) de la ciudad, la tranquilidad reinó toda la jornada. Los que votaron no se sabe con qué urnas lo hicieron. De todas formas todo ha sido muy esperpéntico. 

Una cosa es cierta: el 1-O Catalunya no es independiente como muchos esperaban hace tiempo. ¿Se proclamará la independencia como pide la CUP?

El presidente Mariano Rajoy comenzará a partir de mañana consultas con todos los grupos parlamentarios y ver qué solución dar al conflicto catalán, y dijo que “el único responsable” de lo que ha pasado es el gobierno de la Generalitat. No creían que el Estado actuaría con tanta decisión.
Lo que más pesa son estos ramalazos de odio que existe por toda Catalunya, un pueblo siempre pacífico. Y además se ha alentado y mucho el nacionalismo español.


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