Los atentados de Barcelona y de Cambrils han dado y darán
mucho que hablar. Muchos se fijan solo en las repercusiones internas en España
(si se hubieran podido evitar, si hubo coordinación suficiente entre los
distintos cuerpos policiales, si el Govern de la Generalitat lo ha sabido
utilizar políticamente mejor que el de Madrid…).
Veremos las derivadas policiales y políticas de los atentados
últimos a medida que pasen las semanas y las investigaciones avancen. ¿Ha aplacado el independentismo en
Catalunya? No, perece que todo lo contrario, pues mantiene el referéndum
ilegal y han redactado un proyecto de ley para separarse de España, a partir
del 2 de octubre. Del referéndum del de
octubre no se ha presentado a debatir al Parlamento.
Pero lo más
preocupante es lo que pasa con el yihadismo internacional. Veamos los
atentados de Barcelona y Cambrils. En el mundo árabe se dice que eran atentados
“muy previsibles” después de los de
Niza, París, Berlín, Londres… Barcelona
es una ciudad muy conocida en el mundo con uno de los mayores monumentos
cristianos: la Sagrada Familia. Los terroristas se camuflaron muy bien
entre los pueblos catalanes. Ya Salou (a 100 kilómetros al sur de Barcelona)
albergó a terroristas de las Torres Gemelas de New York. Ahora es Cambrils, que
está justo al lado.
Los terroristas ocultaron muy bien su pertenencia en una
célula de una docena o más terroristas. Es más, pudieron viajar a Suiza, Francia, Bélgica y Marruecos sin
problemas, una y otra vez, a pesar de que el líder Abdelbaki Es Satty tenía
antecedentes penales por tráfico de hachís en España. Si se miran los
movimientos, resulta que los terroristas viajaron por estos países, la última
vez pocos días antes de los atentados. Y no iban a hacer turismo, sino a
contactar con organizaciones salafistas radicales.
¿Y en Catalunya? Pues aquí tenían su centro en Ripoll, un
pueblo situado en el pre-pirineo catalán. Actuaban en Vic, Vilafranca del Penedés, Vilanova i la Geltrú, Cambrils (100
kilómetros al sur de Barcelona). En
Riudecanyes (a 10 kilómetros de Cambrils) “ocupaban” un edificio antiguo para
reuniones y planificación, mientras que en Alcanar (a 200 kilómetros al sur de
Barcelona) tenían la fábrica de explosivos en otra casa “ocupada” en Les Cases
d’Alcanar junto a la playa.
Esto nos sitúa en un escenario fácil: los terroristas campan
a sus anchas en pueblos y zonas costeras donde el control es pequeño y el bonismo
de la gente de pueblos y villas es amplio.
Pero no cabe la menor
duda que esta docena de terroristas actuaron en contacto con los núcleos
yihadistas que se encuentran en Francia, Bélgica, Gran Bretaña, Alemania e
Italia. Quiero decir que ha caído una célula terrorista, pero que hay más,
en España y en Europa. Lástima que casi todos han muerto, especialmente el imán
de Ripoll, porque nos podría haber dado en sus declaraciones informaciones
interesantes sobre sus contactos con otros grupos yihadistas europeos.
En España ya se han descubierto muchas células yihadistas,
pero quedan más. Todo dependerá de la actuación policial para saber
desarticular a tiempo estas células conectadas en centros que se encuentran en Europa,
pero muy principalmente en Marruecos, país con una mayoría sunita.
No puede vencerse al
yihadismo sin una amplia cooperación policial internacional y una unidad
política entre los estados y las fuerzas polítcas. A nivel mundial los
Mossos de Esquadra –policía autonómica catalana-- son una policía regional, que
puede ayudar a la lucha contra el terrorismo en una zona como Catalunya donde
hay muchos musulmanes y han salido (y detenido) decenas de posibles terroristas
en los últimos años. Pero el yihadismo se mueve a nivel mundial.
Los atentados de agosto no son un punto y aparte, sino un
punto y seguido. Continuarán con atentados en cuanto puedan. Por eso no hay que
encerrarse en capillitas de si tú tal, si él cual, y si yo Pascual. Hay que
derrotar al terrorismo en su globalidad y eso requiere una unión política y
policial.
Los llantos de Barcelona y Cambrils han sido muchos y dignos
de la máxima comprensión. Pero no lo olvidemos: el mayor atentado terrorista en Barcelona fue el de Hipercor (21
muertos), llevado a cabo por ETA, la banda terrorista vasca. A ETA se la ha
derrotado policialmente, pero el terrorismo yihadista se mueve a otro nivel, a
nivel mundial.
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