La indiferencia ante la misericordia, el tema de la Asamblea Mundial de los intelectuales católicos de Pax Romana
En un mundo tan individualizado y que
vive con tanta indiferencia hacia los que sufren, hacia los enfermos y hacia
los pobres, no es de extrañar que el papa Francisco hable de la “globalización
de la indiferencia”.
Pues el tema, la “indiferencia ante la misericordia” es tratado en la 39 Asamblea
Mundial del movimiento de intelectuales católicos de Pax Romana, que se celebra
en Barcelona del 28 al 31 de octubre. A la sesión plenaria de apertura
asistieron el arzobispo de la capital, Juan José Omella, y el arzobispo de
Tarragona, Jaume Pujol, así como el presidente mundial de Pax Romana, el
peruano Javier Iguiniz Echevarría y representantes de 32 países.
El arzobispo de Barcelona, mons. Omella,
manifestó que para resolver los problemas del mundo, primero debemos
convertirnos nosotros, a través de la plegaria, pues nuestra conversión
personal es condición indispensable para cambiar la sociedad.
En la sociedad actual –afirmó mons.
Omella—“se ha globalizado el individualismo, el aislamiento y la indiferencia
que impiden vivir la misericordia y la ternura. La misericordia no es solo una
palabra, sino que implica un estilo de vida”. Los intelectuales, añadió, “corren el peligro de quedarse en el mundo
de las ideas. Necesitan poner los pies al suelo, mirar a los ojos de las
personas, tocar al enfermo, al necesitado, hablarle”. Jesús en su vida
primero dio respuestas al sufrimiento y después dijo las ideas. Omella dio
gracias a Dios por tantas y tantas personas que trabajan para el bien de los
hombres, para los pobres, enfermos y necesitados.
En la Asamblea Plenaria de Pax Romana
también habló, por vídeo, el dominico peruano fray Gustavo Gutiérrez, iniciador de la teología de la liberación, quien
comenzó destacando la “valentía y la
credibilidad” del papa Francisco en sus documentos sobre la Misericordia.
Misericordia es una palabra compuesta, dijo, de “míseri” (pobres) y “cordes”
(corazón) y recordó que “la justicia y
la misericordia encuentran su ápice en el amor. Dios es amor, y amamos
porque somos, porque existimos”, y este amor es gratuito, contrariamente a lo
que decía Freud. La justicia está muy presente en el Evangelio y en la Biblia y
culmina con el amor.
El padre jesuita, Josep Maria Rambla,
misionero de la Misericordia, en su segunda ponencia, se refirió a la “misericordia como acción política”
y señaló que si la virtud de la misericordia que ejerció y predicó Jesús
estuviera en el corazón y en la mente de
los políticos que dirigen la sociedad, los gobiernos, los organizaciones
internacionales y los miembros del Consejo de Seguridad de la ONU, el mundo marcharía de otra manera, con más
paz y más justicia. Por lo tanto debe llevarse la misericordia al mundo de
la política. Niestze se burla de la misericordia.
La misericordia, dijo el padre Rambla,
“es el alma de la solidaridad”, porque es un sentimiento profundo hacia el
sufrimiento de los demás.
Hoy se asiste a una “globalización de la
indiferencia”, señaló el padre Rambla, y se sufre “la epidemia de la indiferencia”. Para ello, señaló, todos hemos de
ir al sacramento de la reconciliación y
“acusarnos de nuestra falta de misericordia” para con los demás.
Pax Romana es un movimiento eclesial de
intelectuales católicos que trabaja para el diálogo entre la fe y la razón,
defender la dignidad y los Derechos humanos, con una especial opción por los
pobres y la injusticia, así como contribuir al avance del ecumenismo en todas
las iglesias y comunidades cristianas, al desarrollo sostenible en armonía con
la naturaleza.
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