El debate de Investidura de Pedro Sánchez, líder del PSOE,
ha terminado en su primer asalto sin éxito y mucho nos tememos que tampoco
tendrá mayoría en el segundo asalto, el próximo viernes.
Pedro Sánchez no ha conseguido la mayoría absoluta y solo el
apoyo de Ciudadanos de Albert Rivera. Sánchez, que decía durante el pasado mes
que “voy en serio”, las fuerzas políticas del Congreso de los Diputados no se
lo han tomado en serio y han votado en contra.
El presidente en funciones del Gobierno, Mariano Rajoy, en
su irónica intervención ha dicho que la investidura de Sánchez era un “bluff”.
El partido de extrema izquierdas Podemos, de Pablo Iglesias, partidario de la
república bolivariana de Venezuela, al ver que no hubo acuerdo entre ellos y
que les marearon la perdiz con un simulacro de pactos, se han lanzado al ataque
feroz contra el PSOE, diciendo que les sobre la “S” de socialista y la “O” de
obrero, e Iglesias dijo que el líder
histórico Felipe González tenía “las manos manchadas de cal” lo que enfureció a
los socialistas.
Sánchez no consigue trabar mayorías en el Congreso, y desde
los diversos partidos, como el PP, el vasco PNV y el catalán DiL (antes CiU)
aseguran que Sánchez no es de fiar porque dice una cosa delante y otra detrás,
y que el pacto con Ciudadanos no es más que un pacto de oportunismo político,
siendo Ciudadanos un partido nuevo, que ha jugado a quitarse la etiqueta de
“derechas”. Ciudadanos y el PSOE han firmado un acuerdo de 200 medidas, pero
entre los dos partidos suman 130 escaños sobre un total de 350.
Sánchez ha acusado a Rajoy de ser el obstáculo del Partido
Popular para poder llegar a pactos, a causa de la corrupción en su partido, y
Mariano Rajoy ha acusado a Sánchez de ser el obstáculo para poder hacer un
gobierno de amplia mayoría (PP, PSOE y Ciudadanos), con su “No es no”.
¿Qué pasará la semana próxima? Rajoy tampoco podrá hacer
gobierno, porque Pedro Sánchez y Albert Rivera lo han vetado. Lo más normal es que
se vaya a unas nuevas elecciones que nadie quiere, pero la política española
está en un callejón sin salida.
Ha sido un debate de investidura con las cartas marcadas y
en el que Pedro Sánchez se lanzó a la piscina hace un mes cuando no había agua,
pues no quería pactar con el Partido Popular ni con Podemos (quería que fueran
estos subordinados con 63 diputados, como Ciudadanos, con 40 diputados). Hemos
pasado un mes de espectáculos mediáticos para terminar con “pactos históricos”
que la historia los va a ignorar.
En España se ha terminado con el bipartidismo, pero los
partidos son incapaces de llegar a pactos.
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