(aleteia.org) El 8 de
diciembre, festividad de la Inmaculada Concepción, el papa Francisco abrió la
Puerta Santa en la Basílica de San Pedro de Roma, al tiempo que se abrirán
después las puertas santas en todas las diócesis del mundo, con el fin de poder
ganar el Jubileo. Damos a continuación las diez pautas sobre cómo vivir el Año
Santo, de acuerdo con la bula “Misericordiae
Vultus” (MV) en la que el Papa convocó este Jubileo.
1.- ¿Qué es un Año Santo o Jubileo extraordinario?
En la tradición católica, el Jubileo es
el año que proclama la Iglesia para que los hombres se conviertan en su
interior y se reconcilien con Dios, a través de la penitencia, la oración, la
caridad, los sacramentos y la peregrinación, “porque la vida es una
peregrinación y el hombre es un peregrino” (MV 14).
En
todos los años santos se ganan indulgencias, gracias especiales, que la Iglesia
concede y que pueden aplicarse a la remisión de los propios pecados y sus penas
o también para los difuntos que no gozan de la gloria eterna todavía.
El lema del año santo es “Misericordiosos como el
Padre”. Jesús es el “rostro de la
misericordia del Padre”, porque “eterna es su misericordia”, porque “Dios es
amor” (MV, 6). La principal intercesora
del Jubileo es la Virgen de Guadalupe,
Madre de Misericordia.
Un Año Santo es “un momento extraordinario de
gracia” (MV, 3). El Papa pide que
seamos misericordiosos con todo el mundo, porque “bienaventurados –dice el
Evangelio- los misericordiosos porque obtendrán misericordia”.
La Iglesia celebra cada
25 años –el próximo será el año 2025—un Año Santo ordinario. Fuera de estos
años la celebración del Año Santo es “extraordinaria”.
2.- ¿Por qué este año santo es el de la
misericordia?
El papa Francisco dispuso
que el próximo año santo sea el de la Misericordia, para unirnos más al rostro de Cristo, pues como dice el Evangelio en él se refleja la Misericordia del Padre,
que siempre es “rico en Misericordia”
(MV, 1), pues “la ira de Dios dura un
instante, mientras que su misericordia dura eternamente” (MV 21).
La Misericordia es superior a la justicia. Dios es justo, pero “va más allá de la justicia
con la misericordia y el perdón”. Esta “no anula la justicia, al contrario, al que peca deberá expiar la pena”,
pero la justicia es el “inicio de la
conversión, porque experimenta la ternura del perdón”. Dios no rechaza la
justicia, sino que la engloba en su amor que es la base de la justicia” (MV,
21).
La Iglesia tiene la misión
de anunciar la misericordia, pues esta
es “la viga maestra que sostiene la vida de la Iglesia” (MV, 10).
3.- ¿Cuándo empieza y cuándo termina el año santo?
El Año Santo comienza el
8 de diciembre, en que se celebra el 50 aniversario del final del Concilio
Vaticano II, y termina en la fiesta de Cristo Rey, el 20 de noviembre de 2016,
el último día del Año Litúrgico.
4.- ¿Qué nos pide el papa que hagamos?
El papa Francisco insiste
en la iniciativa “24 horas para el Señor, que deseo que se celebre en toda la Iglesia”
el viernes y sábado antes del cuarto domingo de Cuaresma porque “es expresión
de esta necesidad de la oración". Asimismo, aconseja practicar “las obras de misericordia” y además vivir intensamente la
oración, el ayuno y la caridad en la Cuaresma (MV 17), así como el sacramento de la Confesión, para que, arrepentidos,
podamos mejor recibir las gracias del Año Jubilar.
También pide que cada uno realice una peregrinación “de
acuerdo con sus propias fuerzas” (n. 14), y atraviese la “Puerta Santa”.
5.- ¿Es necesario ir a Roma y cruzar la Puerta
Santa, para ganar las indulgencias?
No es necesario ir a
Roma, pues se puede peregrinar a la catedral de la propia diócesis o en las
iglesias y basílicas señalas para ello.
En cada diócesis se abrirá la Puerta Santa, y cruzándola se ganarán las
indulgencias del Año Santo. Las indulgencias son gracias que por medio de
la Iglesia se conceden a los fieles cuando se confiesan y comulgan esos días,
hacen un acto de fe (un Credo) y rezan por el Papa.
6.- ¿Qué son las obras de misericordia que propone
vivir el Papa?
El Papa dice que “es mi vivo deseo que el pueblo
cristiano reflexione durante el jubileo sobre las obras de misericordia
corporales y espirituales. Será un modo de despertar nuestra conciencia” (MV, 15).
Las obras de misericordia son 14: 7 espirituales y 7 corporales.
Las espirituales son: aconsejar a quien lo necesita; corregir al que
yerra; enseñar al que no sabe; perdonar las injurias; consolar al que está triste;
sufrir con paciencia los defectos del prójimo, y rezar por los vivos y
difuntos.
Las corporales son: visitar y cuidar a los enfermos; dar de comer al
hambriento; dar de beber al sediento; dar posada al peregrino (o al refugiado);
vestir al desnudo; redimir al cautivo, y enterrar a los muertos.
7.- ¿Quiénes son y qué hacen los “misioneros de la
misericordia”?
El papa Francisco ha anunciado que enviará a
sacerdotes en todas las diócesis llamados
“Misioneros de la Misericordia”, los cuales pueden celebrar “misiones” predicadas en parroquias y despertar
el llamamiento que hace la Iglesia a la Misericordia de Dios en este Año Santo. Además podrán perdonar pecados muy grandes,
como los crímenes mafiosos, los que se matan a causa del enriquecimiento, o
también los gravísimos pecados de la corrupción, que es “una llaga putrefacta”
en la sociedad (MV, 18-20).
8.- ¿Es necesario confesarse durante el Año Santo?
En el Año Santo el ejercicio de la
reconciliación con Dios, se vive a través del sacramento de la Confesión o Penitencia,
muy unido al de la Eucaristía. Es aconsejable confesarse varias veces, con el fin de celebrar y experimentar más
la misericordia de Dios. “De nuevo ponemos en el centro el sacramento de la
Reconciliación”, que será “para cada
penitente fuente de verdadera paz interior” (MV, 15). Dice el papa Francisco, que los sacerdotes deben ser confesores “misericordiosos”, deben sentirse
como el padre del Hijo Pródigo que perdona a su hijo. Los que se confiesan
deben percibir la alegría del perdón.
9.- ¿Qué importancia tiene el Año Santo en el
pontificado del papa Francisco?
El Papa eligió como lema
de su pontificado las palabras que pronunció
Jesús cuando eligió al apóstol Mateo “Miserando atque Eligendo” (Eligiéndolo en la Misericordia). Es
decir que el papa Francisco tiene en el centro de su pontificado la
Misericordia de Dios, y por lo tanto este Año Santo será la culminación de su
pontificado.
10.- ¿Qué importancia tiene el Año Santo para las
otras religiones?
La misericordia
“sobrepasa los confines de la Iglesia” (MV 23). Nos relaciona con el judaísmo, como se ve en las páginas del
Antiguo Testamento, “entretejidas” de la Misericordia de Dios.
También nos relaciona con el Islam, que atribuye al Creador, los
nombres de “Misericordioso y Clemente”. Los fieles musulmanes “piden la
misericordia de Dios, para sostener su debilidad” (MV 23), y creen que “nadie puede limitar la
misericordia divina, porque sus puertas están siempre abiertas”.
El papa Francisco pide el “diálogo” con todas las “nobles
tradiciones religiosas” del mundo.
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