(The Objective) El Barça (FC
Barcelona) machacó a la Roma (AC Roma)
con un contundente 6-1 (la Roma marcó en el descuento) porque el “tridente”,
“los tres tenores”, “el mejor triplete del mundo”, “los tres sudamericanos”
(Messi, Luis Suárez y Neymar Jr) funcionaron como una orquesta de instrumentos
afinados. Messi todavía no está en forma tras dos meses de baja, y marcó dos
goles. ¡Qué no será Messi cuando esté en forma!
En la primera parte (3-0)
los romanos lanzaron sus legiones en
medio del desconcierto, con un equipo desangelado que no parecía ni que jugara
el Scudetto. Cierto que el Barça había avisado a los romanos en las idus de
noviembre, con el 0-4 que el Barça propinó al gran Real Madrid en su campo del
Bernabéu.
Lo más sorprendente para
el espectador es que los jugadores del Barça, aun teniendo un 6-0 a su favor,
no cesaban de correr e ir a buscar el balón y continuar atacando. Se vaciaron,
y la afición lo agradeció. La Roma, un equipo de mercenarios, casi nunca
hilvanó su juego. El cordel para enhebrar la aguja era demasiado grande. Nada que ver con el 0-0 del partido de ida en
el Estadio Olímpico.
Un Barça que es capaz de
marcar 10 goles en dos partidos –nada menos que con el Real Madrid y la Roma—y
siendo el actual campeón de la Champions League, da mucho respeto al fútbol
mundial. Sólo hacía falta ver los jugadores barcelonistas: ¡con qué cara de
satisfacción y alegría jugaban y marcaban goles! Ellos son los primeros que se
lo pasan fenomenal. Son compañeros, no luchan entre sí por tener un balón, ni
siquiera por marcar un gol o tirar un penalti. Eso es una gran parte del éxito
del FC Barcelona en este inicio de temporada.
Comentarios
Publicar un comentario