El anuncio de
la convocatoria de las elecciones catalanas para el 27 de septiembre supone un
acuerdo de mínimos entre Artur Mas y Oriol Junqueras, entre CiU y ERC, y el
anuncio de un empacho electoral, con elecciones cada tres meses en Catalunya y
después de un año de intensa campaña independentista como fue el 2014.
A continuación damos las cinco
claves para conocer más a fondo qué significan las elecciones catalanas
avanzadas al 27 de septiembre.
1.- El acuerdo Mas-Junqueras ha llegado
“in extremis” y después ver que el soberanismo de descascarillaba con el paso
del tiempo. Mas ha tenido que lidiar, no solo con Junqueras, sino también con
Unió Democràtica que no quería elecciones anticipadas, y menos con “lista
única” como proponía Artur Mas, pues Unió se quedaba fuera como partido,
desaparecía del escenario político oficial. Los dos han cedido a la presión de
los independentistas de la ANC y de Òmnium Cultural, que alegremente Mas llama
“la societat civil catalana”. Artur Mas, por no convocar elecciones, fue objeto
incluso de un escrache esta semana en Girona por parte de la independentista
ANC que lidera Carme Forcadell, la cual ha actuado como auténtico gendarme del
pacto.
2.- ¿La convocatoria electoral será el 27
de septiembre, pase lo que pase en las elecciones municipales y los acuerdos
que se podrían derivar? Esto complica las elecciones de mayo, pues obligaría a
pactar CiU con ERC en los 945 municipios catalanes, y esto sabemos que no será
así, porque ERC gobierna ahora en ayuntamientos socialistas algunos de los
cuales –los más grandes-- pueden volver a editar el gobierno PSC-ERC. ¿O el PSC
pactará con CiU? Es un escenario complicado.
3.- ¿Por qué llaman CiU y
ERC a estas elecciones adelantadas en Catalunya “plebiscitarias”? Realmente no
existen “elecciones plebiscitarias” para elegir a un parlamento, aunque les
llamen así los que acostumbran a manosear los significados de las palabras y
los conceptos. O son elecciones o es un plebiscito. El diccionario cuando dice
plebiscito, entiende que los poderes públicos someten una cuestión a todo el
pueblo, por ejemplo sobre la soberanía, y este responde en voto directo,
normalmente mediante un “sí” o un “no”, a la propuesta. Para que las próximas elecciones catalanas
puedan llamarse “plebiscitarias” -- en las que se presentarán más de 25
partidos o agrupaciones políticas-- habría que cambiar el diccionario de la
lengua, no solo de la lengua catalana sino de todas las lenguas del mundo, pues
el “plebiscito” es un término jurídico internacionalmente definido y
reconocido.
4.- A partir del miércoles día 15 de
enero, tras el anuncio de Artur Mas, empezó la campaña electoral catalana, una
campaña que durará todo el año 2015 ya sea por las municipales (mayo), las
autonómicas catalanas (septiembre) y las generales (noviembre-diciembre). Es la
primera vez que un pueblo como el catalán se le llama a votar en tres
elecciones en solo seis meses. ¿No habrá un empacho electoral? Los empachos no
vienen por el hecho de votar, sino porque durante meses y meses los electores y
no electores oyen la música electoral de los partidos y de las instituciones, y
toda la vida de un país queda medio
paralizada a la espera del resultado electoral. Las televisiones
públicas (¿en Catalunya las privadas también?), las radios, la prensa, deberán
emitir o publicar continuamente los debates, los spots, los carteles, las
informaciones y un sinfín de contenidos de carácter electoral. Y los catalanes
venimos ya de 2014.
5.- ¿Qué solidez tiene el acuerdo
Mas-Junqueras? Nadie que haya observado un poquito la política catalana diría
que el pacto Mas-Junqueras es un pacto sólido, duradero. De querer construir
algo sólido debería de haberse formado una coalición o una asociación electoral
entre estos partidos. Pero ni Artur Mas estaba dispuesto a auto inmolarse, ni
Junqueras dejar en la estacada a sus compañeros del núcleo duro de ERC que
tanto le han ayudado. El pacto Mas-Junqueras es por lo tanto igual que los
anteriores: débil y sometido a revisión. El primer pacto fue “para toda la
legislatura”, el segundo “hasta el 9-N” (Junqueras estaba seguro que Mas no
cumpliría) y el tercero será hasta las elecciones catalanas del 27-S, dos
semanas después de la Diada Nacional que convoca multitudes de catalanes unidos
por el soberanismo e independentismo. Ningún acuerdo entre Mas y Junqueras ha sido sólido.
¿Qué ocurrirá después de las
elecciones catalanas? Dependerá del resultado que, pase lo que pase,
lógicamente influirá en las elecciones legislativas españolas previstas dos
meses después. De momento, y según las encuestas realizadas en el último mes,
el independentismo alcanza el 30 por ciento y CiU más ERC no suman el 50 por
ciento de los escaños. Iniciativa per Catalunya, liderada por Joan Herrera,
formación que se desangraba hacia Podemos, ha llegado a un pacto con este
partido para las municipales a cuyo frente irá Ada Colau, la líder del
movimiento contra los desahucios por impago de hipotecas. Si el pacto funciona
se puede repetir para las autonómicas.
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