(Aleteia.org) Ha terminado el Sínodo Extraordinario
de obispos sobre la Familia con la beatificación del papa Pablo VI. La opinión
pública ha salido un poco desconcertada porque se han escrito crónicas en las
que la Iglesia parece que está dividida en temas como los homosexuales, los
divorciados, la crisis de las familias y un largo etcétera. Convendrá
puntualizar e informar de cuáles han sido las claves de este Sínodo
Extraordinario, que en realidad es preparatorio al Sínodo Ordinario, sobre el
mismo tema, que se celebrará en octubre del año próximo 2015.
Por eso
hemos considerado oportuno tener en cuenta las siguientes 12 claves para
resumir lo que ha significado el Sínodo.
Clave 1.- El Papa ha pedido a los presentes en el Sínodo,
cardenales, obispos, sacerdotes y laicos, hablar con la máxima libertad y así
ha sido. “No tengáis miedo a hablar,
dijo el papa Francisco. Tener presente que la familia, cualquiera que sea su
situación o sus crisis, debe ser “acogida”, “escuchada” y “acompañada”,
porque la Iglesia tiene siempre “las
puertas abiertas” a todos los hombres, por muy irregulares o difíciles que
sean sus vidas, por muy cercanas o alejadas de Dios.
Clave 2.- Se
han registrado intervenciones diversas porque la realidad de la familia es
diversa en las distintas partes del mundo y los obispos son también diversos:
no es lo mismo la situación familiar occidental, que la africana y asiática. La occidental
vive obsesionada por la homosexualidad, mientras que en Asia hay muchísimos
matrimonios mixtos y con no creyentes y África se rechaza la homosexualidad y
se dan las familias poligámicas. Por eso los obispos tienen distinto registro al hablar de las familias.
Clave 3.- El papa
Francisco ha estado en silencio. Quería escuchar y no quiere pronunciarse hasta
que los temas planteados maduren y estén más estudiados en el próximo Sínodo Ordinario de 2015. El
papa Francisco no publicará ningún documento sobre la base de las conclusiones
de los “circuli minores” o grupos
lingüísticos. Los textos aprobados son “documentos
de trabajo” que seguirán en estudio en el próximo Sínodo. Se intenta conjugar la “misericordia” de Dios y el
acompañamiento de la Iglesia a “todas” las familias, cualquiera que sea su
situación, con la doctrina inmutable, procedente de la Revelación sobre la
familia y el matrimonio.
Clave 4.- Un Sínodo es un órgano consultivo del Papa donde participan
representantes de todas las conferencias episcopales. Sirve para reunirse
con el Papa y debatir temas actuales, como en este caso la familia. Es vivir la
“sinodalidad” o “colegialidad”, usando la expresión del Concilio. O sea “caminar juntos” y vivir la
corresponsabilidad en la Iglesia bajo Pedro, o con Pedro.
Clave 5.- En todos
los Sínodos –como ocurrió en el Concilio—existen
filtraciones en la prensa especialmente de hechos que puedan causar impacto
entre público, como el tema de los
homosexuales o los divorciados. Las agencias internacionales difunden estas
filtraciones que quedan como si fueran opiniones del Sínodo y no lo son. Es el juego actual del mundo de la
comunicación: “si no cuentas cosas
raras no levantas un titular”. En los Sínodos, de entrada los medios ya
dividen a los padres sinodales entre “progresistas” y “conservadores”. Siempre
es lo mismo. Los conservadores son lógicamente los de la Curia y los
progresistas los padres sinodales que obtienen protagonismo por romper de
alguna manera con la doctrina tradicional. En
este Sínodo el clima ha sido bueno, aun con las lógicas y normales
discrepancias. Una cosa es discrepar, defendiendo con fuerza las propias
ideas, y otra es “pelearse” o “dividirse” como han dicho algunos medios.
Clave 6.- Una cosa es la
comprensión y acompañamiento de las familias viviendo con ellas el dolor de una
crisis o de situaciones irregulares, y otra aceptar estas situaciones
irregulares como si tuvieran el beneplácito de la Iglesia. El Sínodo no ha venido a cambiar la
doctrina, sino actualizar la pastoral.
Clave 7.- El mensaje del Sínodo manifiesta cómo Cristo pasa
por las calles y los hogares mostrando la “belleza” de la familia reflejada en
el “el testimonio cotidiano que ofrecen muchas
familias a la Iglesia y al mundo con su fidelidad, su fe, su esperanza y su
amor”, a pesar de las dificultades … “Hay un desafío a la fidelidad conyugal
porque la vida familiar suele estar
marcada por el debilitamiento de la fe y de los valores, el individualismo, el
empobrecimiento de las relaciones, el stress de una ansiedad que descuida la
reflexión serena”. Se asiste así a “no
pocas crisis matrimoniales, que se afrontan de un modo superficial y sin la
valentía de la paciencia, del diálogo sincero, del perdón recíproco, de la
reconciliación y también del sacrificio”.
Clave 8.- Pensamos –dice el Mensaje del Sínodo-- en las dificultades “económicas causadas por sistemas perversos, originados en el fetichismo
del dinero y en la dictadura de una economía sin rostro y sin un objetivo
verdaderamente humano” (Evangelii gaudium,
55), que humilla la dignidad de las personas. Pensamos en el padre o en la madre sin trabajo, impotentes frente a las
necesidades aun primarias de su familia, o en los jóvenes que transcurren días
vacíos, sin esperanza, y así pueden ser presa de la droga o de la criminalidad”. Pensamos en las familias pobres, en las prófugas, en las perseguidas
por la fe, que sufren las guerras,
en las mujeres que sufren violencia,
en los abusos a los niños y jóvenes. Y añade: “Reclamamos a los gobiernos y a las organizaciones internacionales que
promuevan los derechos de la familia para el bien común… Cristo quiso que su
Iglesia sea una casa con la puerta siempre abierta, recibiendo a todos sin
excluir a nadie”.
Clave 9.- Jesucristo no fue a buscar a los buenos, sino a
los publicanos y a los pecadores. Hay
que salir a las periferias, sin descuidar a las familias que sirven de
modelo y testimonio a otras familias. “La
cima que recoge y unifica todos los hilos de la comunión con Dios –dice el
Mensaje del Sínodo-- y con el prójimo es
la Eucaristía dominical, cuando con toda la Iglesia la familia se sienta a la
mesa con el Señor. Él se entrega a todos nosotros, peregrinos en la
historia hacia la meta del encuentro último, cuando Cristo “será todo en todos”
(Col 3, 11). Por eso, en la primera etapa de nuestro camino sinodal, hemos
reflexionado sobre el acompañamiento pastoral y sobre el acceso a los
sacramentos de los divorciados en nueva unión”.
Clave 10.- Los padres sinodales
pidieron ampliar los tribunales eclesiásticos sobre nulidades matrimoniales
y que a la vez sean más expeditivos. Hay muchos matrimonios que han fracasado
pero que nunca fueron matrimonios, fueron matrimonios nulos desde el punto de
vista del derecho canónico. Por eso el Sínodo reclama una mayor formación de
los sacerdotes. El Sínodo no cuestiona
la doctrina sino que reflexiona sobre la pastoral, o sea el discernimiento
espiritual para la aplicación de la misma. “La misericordia no elimina los mandamientos sino que son su clave
hermenéutica (arte de interpretar textos sagrados)”. La misericordia no puede ser una franquicia para los
pecados. La sexualidad debe abordarse de
forma muy positiva, pues se habla tanto de lo negativo de la sexualidad
fuera del matrimonio que parece que la sexualidad matrimonial sea “una
concesión, a una imperfección”.
Clave 11.- El amor tiende por su propia naturaleza a ser para siempre, hasta dar la vida por la persona
amada (cf. Jn 15, 13), dice el Mensaje final. El amor conyugal, persiste a pesar de las
múltiples dificultades del límite humano, y es uno de los milagros más bellos,
aunque también es el más común”. El amor no es sólo procreación, sino
también educación en la fe de los hijos. Esta misión “es frecuentemente compartida y ejercitada por los abuelos y las abuelas
con gran afecto y dedicación. Así la familia se presenta como una auténtica
Iglesia doméstica”. El amor es “una
entrega de bienes, de compañía, de amor y de misericordia, y también un
testimonio de verdad, de luz, de sentido de la vida”.
Clave 12.- “El
matrimonio es una vocación auténtica y como tal requiere fidelidad y
coherencia”, dice el Mensaje sinodal.
”El camino de preparación al matrimonio debe ser largo, personalizado y severo,
sin miedo a que disminuya el número de bodas celebradas en la Iglesia”. La
familia debe ser la escuela de “alteridad” donde se acepta el otro tal cual es,
con amor. “La familia se enfrenta ante ‘la
dictadura del pensamiento único’ en torno a los conceptos de familia,
vistos de modo secularizado y según las modas de los tiempos. La crisis de
valores, el secularismo ateo, el hedonismo y la ambición de poder erosionan a
la familia y cambian los valores de unión entre el hombre y la mujer”.
Esta reunión de los obispos con
el sucesor de Pedro y en comunión con él, aunque en una confrontación serena
sobre los problemas de las familias, es el síntoma de una iglesia viva,
vigorosa, donde todos hablan desde su perspectiva, queriendo dar lo mejor al
pueblo cristiano, si así es aceptado y promulgado por el Papa.
Comentarios
Publicar un comentario