Diari de Tarragona
Salvador Aragonés: 'Yo también confiaba en
Pujol'
Entrevista al
periodista y profesor emérito de la UIC

Salvador Aragonès durante el transcurso de
una conferencia que impartió en Girona. Foto: Cedida
Publicado: 21:52 - 04/08/2014
- A lo largo de su
trayectoria profesional, ¿ha vivido otro momento más complicado en la vida
política catalana?
-No, nunca. Ha habido
momentos difíciles, como cuando la llegada de Josep Tarradellas, pero ahora
vivimos en una Catalunya irritada, donde a diferencia de otros países europeos
no hay ni derechas ni izquierdas, hay sólo independentistas y no independentistas.
Los primeros hacen mucho ruido y hay un gran desconocimiento de lo que harían
los independentistas porque confluyen ideologías opuestas.
- ¿Habrá consulta el 9
de noviembre?
-No creo. Rajoy es un
jurista y no se salta la legalidad y menos el voto de las Cortes, ni él ni
cualquier otro presidente del Gobierno. Además, la Generalitat no tiene el
censo, que es propiedad del Estado, imprescindible para contar los votos, las
abstenciones. Votar es una cosa seria. La próxima Llei de Consultes va a ir al
Tribunal Constitucional y no se podrá aplicar. Ya lo han anunciado. Se han
creado tantas expectativas… El día 9 deberá de pasar algo, pues mucha gente
tiene muy claro que votará y que habrá independencia. Artur Mas jugará la carta
del referéndum o consulta hasta el último momento. Él no tiene nada que perder.
- Y si no la hay, ¿qué
cree que pasará después?
- Mucha gente lo
pasará mal… Habrá mucha decepción que convendría encauzar por las vías de la
convivencia y el ‘seny’. Se han creado muchas ilusiones falsas, como que
estaremos en Europa y en el euro. El Gobierno central no ha sabido crear la
ilusión de que juntos todos los españoles, aunque diversos, estaremos mejor,
porque hoy estar en España es estar en Europa. El realismo me dice que no hay
independencia contra España y contra Europa. Europa no quiere ser un mosaico de
naciones más o menos pequeñas. Me sorprende cómo tanta gente ha creído en algo
que es casi una utopía. Recuerdo que una vez, en Bruselas, le pregunté a
Jacques Delors, entonces presidente de la Comisión Europea, si creía en el
futuro de la ‘Europa de las Naciones’, como proponía Jordi Pujol. Y respondió:
«Pourquois pas?» (¿Por qué no?). y Pujol le concedió el Premi Internacional
Catalunya. Delors no creía en la Europa de las Naciones, pero no quería dar un
desaire a Pujol en su visita a Bruselas.
- ¿Considera a Artur
Mas un político amortizado?
-Sí. Y él mismo creo
que lo sabe. No se pueden dar tantos bandazos: pactar con el PP y dos años
después subirse al carro independentista después de perder 12 diputados. Además
fue aupado por la familia Pujol. Demasiado.
- ¿Usted también era
de los que se fiaban de Jordi Pujol?
-Sí. Siempre he
mantenido una alta confianza en el President Pujol. No me esperaba en absoluto
lo que ha declarado. Veía a Jordi Pujol como un hombre íntegro, y al margen de
los negocios de su familia. Lo creíamos muchos, incluso los que le tratábamos
de cerca estos 34 años. Ha creado una gran decepción. Era un mito político. Mal
acaba el pujolismo. Y sin él no sé lo que puede hacer Convergència.
- ¿El próximo
Parlament de Catalunya será ingobernable?
- Depende de cuándo
sean las elecciones. Si son este año o primeros del próximo, será muy difícil
poner de acuerdo a partidos con ideas tan distintas y hasta contrapuestas para
elaborar un programa de Gobierno serio y europeo.
- Los socialistas
tampoco están para tirar cohetes. ¿Cómo ve el futuro mapa político catalán?
- El socialismo
catalán ha vivido a caballo entre el nacionalismo de raíz burguesa y el ideal
socialista de cuño obrerista. Creo, sin embargo, que hay un espacio socialista
importante, que Miquel Iceta y sus sucesores deberán encontrarlo. Personalmente
tengo confianza en Miquel Iceta.
- Desde su
experiencia, ¿cuál es la mejor forma para la prosperidad de Catalunya?
- Creo que Catalunya
irá mejor si vive en democracia y en su propia identidad histórica, cultural,
lingüística y también en su espíritu de iniciativa en todos los ámbitos. Y
además si vive abierta y en convivencia con los otros pueblos de España, de
Europa, del mundo. Catalunya debe abrirse al mundo, ser universal. Esto
significa comprender a los demás, que en muchas cosas son mejores que nosotros.
No puede vivir ensimismada y rechazando a quienes conviven con nosotros. No se
construye nada sobre la antiEspaña ni sobre la antinada. Recuerdo cuando Jordi
Pujol alardeaba como uno de sus logros más importantes el haber mantenido muy
alta la convivencia entre los catalanes. Hoy no creo que sea así.
- A lo largo de casi
medio siglo ha ejercido su profesión de periodista en Madrid, en Roma y en
Catalunya. ¿Dónde se ha encontrado más a gusto profesionalmente?
- En todos los sitios
me he encontrado bien, gracias a Dios, y he trabajado con ilusión. De enviado
especial estaba peor debido a las adversas condiciones en que tenía que
trabajar (cambios de horario, buscar comunicaciones económicas, largas jornadas
de hasta 20 horas de trabajo, etc.). Es bonito pero agotador. De todos los
sitios donde he vivido profesionalmente donde más me ha gustado trabajar es en
Roma: allí aprendí a analizar las palabras y a destilar las ideas. Pero,
insisto, he estado a gusto en todas partes. Aquí me siento en mi casa. No sé
qué sería de mí si hoy continuara en Roma.
- Usted es de Vinyols
i els Arcs. ¿Cómo ve actualmente las comarcas de Tarragona?
- No ando mucho por
estas comarcas. Veo que han sufrido mucho la crisis económica, pero también veo
que la gente se ha espabilado, ha sacado su ingenio y sale de la crisis
empujada por el turismo y el comercio.
- ¿Por qué cree que
tienen tan poco peso en Barcelona?
- Es una cuestión
histórica. Barcelona es muy centralista. Cuando escribí mi libro sobre el
Diario de Reus, hace muchos años, encontré documentos que se quejaban de que el
correo postal procedente de Madrid debía llegar antes a Barcelona que a Reus, o
sea, que el tren procedente de Madrid no descargaba las sacas de correos en
Reus cuando pasaba, sino cuando volvía de Barcelona. Para los medios y política
catalana, lo que no pasa en Barcelona no pasa en ninguna parte. Los medios sólo
dan espacio a las comarcas para informar de los sucesos. Cuando las comarcas de
Tarragona tengan un desarrollo económico, cultural y demográfico suficiente,
entonces Tarragona contará.
- Hablemos de
periodismo. ¿Internet ha desorientado a los periodistas?
- No tanto a los
periodistas cuanto a los medios. Ha surgido un nuevo modo de comunicar, más rápido
y más universal. Los medios deberán adaptarse a Internet. Los periodistas
debemos contar con veracidad lo que ocurre en cualquier lugar e Internet
perfecciona la comunicación.
- ¿Los periódicos de
papel desaparecerán?
- No, no creo. En el
2014 ya tenían que haber desaparecido, según algunos profetas. Es cierto que el
papel encarece el producto, y que las nuevas generaciones estarán más
acostumbradas a leer en tablets o smarthphones, pero el papel seguirá siendo un
soporte de confianza. Los diarios de papel seguramente disminuirán en tirada,
en número de ejemplares, simultaneando las ediciones en papel y en digital,
pero no desaparecerán. Eso espero.
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