Ha terminado la campaña electoral para elegir el Parlamento
Europeo, que ha registrado en Catalunya, igual que en otras partes, en tono
menor, debido al escaso interés existente, a causa sobre todo del
desconocimiento de las instituciones europeas y el insuficiente poder del
Parlamento de Estrasburgo para dictar las políticas que debe llevar la
Comisión. Se elige al presidente de esta Comisión y se aprueban los
presupuestos, pero poco más.
Los más
movilizados han sido los independentistas y soberanistas, especialmente los de
Esquerra Republicana y los de Convergència i Unió, no sin polémicas contra los
representantes de Unió Democrática de Catalunya y muy especialmente contra
Duran Lleida, líder de esta formación coaligada con CiU, al no considerarlo
independentista. Para ERC y CiU estas elecciones serán un test sobre el apoyo
respectivo. En los mítines ha sido difícil llenar los ya reducidos foros donde
se celebraban, y con unas imágenes de TV controladas por ellos que no mostraban
los espacios vacíos entre el público, tapados por el ondear de banderas.
Quienes más se juegan en estas elecciones son los partidos independentistas que
quieren mostrar a Europa y a sí mismos, la fuerza que tienen.
En Catalunya
los socialistas catalanes han presentado una campaña contra Rajoy (al final
contra el error de Arias Cañete acusado de misógino). Sin embargo, los
socialistas catalanes del PSC, que han puesto a un candidato muy joven de 28
años, han conseguido recibir el espaldarazo de todo el socialismo español y
europeo en el mitin final de campaña en Barcelona, para demostrar que la
escisión soberanista del socialismo catalán carece del apoyo del socialismo
internacional. En el mitin estaban no sólo los líderes del socialismo español, sino
también Martin Schulz y el presidente del gobierno francés, Manuel Valls, catalán
de origen y que habló, con acento francés, en catalán, castellano y francés. Tampoco
faltó Felipe González, el hombre partidario de la “gran coalición”. Todo un
mitin de gala. El paso de los hermanos Maragall, Pasqual y Ernest, a Esquerra y
la baja de los soberanistas veremos qué efecto tendrá, especialmente en Girona.
La campaña
de CiU, con el independentista Ramón Tremosa al frente, ha estado dirigida a
buscar el sentimiento independentista para que Europa reconozca a Catalunya como
un estado independiente. Sus lemas han sido claros: son un “Sí” debajo del cual
aparecían las frases “Guanyem-nos
Europa”, “Guanyem futur” y “Guanyem llibertat”. CiU se juega en estas
elecciones no solo la credibilidad y apoyo al líder Artur Mas y a su hoja de
ruta hacia el independentismo, sino también mantener posiciones por encima de
Esquerra Republicana pensando en un posible entendimiento electoral en unas no
lejanas elecciones catalanas. CiU va en coalición con el PNV, y los tres
partidos que la forman van a tres formaciones distintas del Parlamento Europeo:
CDC va al grupo Liberal, UDC va al Partido Popular Europeo y el PNV se inscribe
en el grupo de la Alianza Democrática Europea, que trabaja con el Grupo Liberal.
El lema
de Esquerra (ERC), con los dos cabezas de lista (Josep Maria Terricabras y
Ernest Maragall), afirma “Comencem el #NOUPAÍS”. El siguiente eslogan es “Enfortim
el procés d’independència i deixem clar a Europa i al món que el 9N votarem”.
No obstante en las declaraciones no había tanto fervor europeísta. ERC va en el grupo parlamentario europeo de los Verdes, igual que ICV, que actualmente
tiene una representación inferior al 8 por 100 de la cámara.
El Partido Popular ha vivido su campaña en medios de los escraches y protestas en casi todos sus mítines, por parte de independentistas radicales, para quienes la tolerancia está escrita para otros. En Catalunya ha vivido este partido, como es habitual, recibiendo las críticas de todo el stablishment catalán, socialistas incluidos.
ICV,
que va con Izquierda Unida e Izquierda Plural, y en el grupo parlamentario de los Verdes, ha hecho una campaña por su
cuenta separándose de CiU y ERC con quienes votó la celebración del referéndum
independentista (la consulta) y ha seguido un planteamiento más de izquierdas,
en consonancia con IU.
Ya
veremos lo que sacan UPyD y Ciutadans (las encuestas le dan un voto creciente a
esta formación), así como VOX y otras formaciones desgajadas de los partidos
principales.
Europa
debe cambiar pero falta liderazgo. Muchos quieren un cambio profundo hecho
dentro del diálogo y del consenso, como siempre se han hecho las cosas en las
instituciones europeas.
La
suerte está echada. Las urnas darán su veredicto el domingo.
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