Histórico debate en
el Parlament de Catalunya que votó ayer una Declaración sobre el “derecho
a decidir” su propio futuro el pueblo de Catalunya, considerado como “sujeto
político y jurídico”, y pide la celebración de una consulta para decidir su
futuro. El amplio acuerdo auspiciado por Artur Mas, a la Declaración soberanista
entre CiU y ERC, no se ha registrado: solo ha tenido la adhesión de ICV, la izquierda
comunista, pero el voto contrario del PSC.
En la votación se han registrado 85 votos favorables,
42 contrarios y 2 abstenciones. Cinco diputados socialistas, del ala más
nacionalista, no han participado en la votación. Este abultado resultado no puede considerarse
un gran triunfo si se tiene en cuenta que la mayoría cualificada de los dos
tercios son 90 diputados querían superar los 100 diputados 110 los proponentes
de la Declaración soberanista.
En el debate de hoy, la pieza clave ha sido que el
partido socialista se ha inclinado por el “no” al soberanismo y al
independentismo y ha propugnado, como viene haciendo, el Estado Federal. Han
presentado una moción al respecto pero solo ha te nido el voto favorable de sus
20 diputados. Los socialistas se declararon a favor del “derecho a decidir”,
pero cuando vieron que dentro de este derecho estaba el nacimiento de un Estado
catalán independiente, se volvieron atrás, porque han querido desde el primer
momento defender la “legalidad”, que está en la Constitución y el Estatut de
Autonomía. El texto inicial de tipo independentista entre CiU y ERC fue
redactado bajo la batuta de Oriol Pujol,
que estuvo en la comisión redactora del documento. Tras las críticas de todos
los grupos al protagonismo de CiU-ERC Oriol Pujol desapareció de las fotos.
El poco éxito de Mas ha sido, como decíamos en
artículos anteriores, en que no ha contado con una “mayoría extraordinaria”, pues
no ha alcanzado la mayoría cualificada de los dos tercios del Parlament que es
de 90 diputados (sobre 135). Y es que es parlamento catalán es plural, y no es
fácil conseguir aunar mayorías. Error de Artur Mas ha sido también no haber contado ni escuchado a su socio y
secretario general CiU, Josep Antoni Duran Lleida, quien se encuentra --¡qué
casualidad!—presidiendo, en representación de España, la
6ª Conferencia de la Asamblea Parlamentaria Euro-Latinoamericana en Chile, al otro lado del planeta.
Tanto Artur Mas como Oriol Pujol han forzado y
tensionado a socialistas –y en especial a Unió, sus socios-- para hacer prevalecer
su opinión dentro y fuera de su partido. No lo han conseguido. El martes por
poco crean un terremoto en el interior de su coalición, cuando la Federación de
CDC de Barcelona, con Oriol Pujol presente como “oyente”, aprobó una clara
reprobación de Duran Lleida por obstaculizar el camino soberanista, pues dijo
que no era independentista y que la Declaración soberanista de ayer había que rehacerla
partiendo de cero si se querían sumar consensos.
Al final de la sesión parlamentaria era un tanto extraño
ver a Artur Mas, junto con Oriol Junqueras (ERC) y Joan Herrera (ECV) fotografiarse como vencedores ante los
aplausos de los suyos. ¿Artur Mas con los Comunistas? Los diputados del PP
salieron del Parlament al término de la votación, sin querer estar en esta
ceremonia de las ovaciones y fotos de los tres líderes. Para estos líderes, lo
de ayer fue solo el comienzo de un camino hacia la celebración de una consulta
sobre el “derecho a decidir de los catalanes” en un referéndum de
autodeterminación.
Las mayores críticas que se ha llevado Artur Mas en el
turno de intervenciones es que CiU y ERC se han colocado fuera de la ley, fuera
de la Constitución y del Estatut, y que las votaciones por ser democráticas no
generan en sí mismas soberanía de ningún colectivo, si se hace al margen de la
ley. Particular fue la posición de la CUP, la llamada “izquierda
independentista” que en el País Vasco sería abertzale,
rechazando la propuesta de declaración de CiU, ERC e ICV por vincular Catalunya
a Europa y, sobre todo, por no incluir a
los demás “països catalans” (Valencia, Aragón, Baleares, Rosellón y Provenza).
Oriol Junqueras (ERC) hizo una defensa de la
soberanía y la ha equiparado con la democracia, pues cuando un pueblo decide
ser soberano quiere decir que nadie puede decidir por encima de él. El líder
socialista, Pere Navarro, ha lamentado que en el primer pleno de la nueva
legislatura, todos los esfuerzos se hayan centrado en el soberanismo y no en
las necesidades acuciantes de muchos miles de familias a causa de la fuerte
crisis económica. Alicia Sánchez-Camacho, del PP, ha sido rotunda diciendo que
la declaración soberanista va en contra de la Constitución y del Estatut y
lamentó que prevaleciera el soberanismo a la necesidad de gobernar y enjugar
los déficits catalanes. Fuera del parlamento catalán no han faltado a lo largo
del pleno el ondear de banderas catalanas, independentistas y españolas, por
parte grupos pequeños de partidarios de uno u otro partido.
A partir de ahora ¿qué?
Y a partir de ahora ¿qué?, se preguntará el lector. Pues
que no ha sido una victoria neta y abultada como esperaba el bloque
soberanista, gracias al voto contrario de los socialistas, pero ha dejado
heridas abiertas, que el tiempo dirá si son más o menos profundas. La primera
herida está dentro de CiU, donde los 13 diputados pertenecientes a Unió
Democràtica, como dijimos hace unos días, se encuentran incómodos con
declaraciones independentistas. Segundo, se ha abierto una brecha dentro del
socialismo catalán, aflorando de nuevo las diferencias entre el sector
nacionalista del socialismo (el antiguo PSC) y el sector españolista,
federalista y más cercano al PSOE.
Pero si Artur Mas no ha ganado como preveía, y por
poco crea un problema interno dentro de su coalición; si tiene un apoyo
parlamentario de ERC solo para temas soberanistas y de gobierno que no sean
recortes; si tampoco ha ganado el partido socialista con la clamorosa ausencia
de la ruptura de disciplina de voto de cinco diputados, ¿quién es el ganador?
Sin duda alguna: Oriol Junqueras, que tiene ahora a CiU más dependiente de él. Por
eso, Artur Mas tiene menos derecho a decidir ahora.
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