La política catalana ha organizado un pandemonio cuando Zapatero, Rajoy y… Aznar (luego hablaremos de éste) han anunciado la inviabilidad de las autonomías por razones económicas, por el despilfarro que hay, por las duplicidades de servicios, por la cantidad de funcionarios, por la cantidad de políticos cobrando altos sueldos y dietas, coches oficiales, teléfonos móviles, comidas en los mejores restaurantes locales y autonómicos (sin mencionar algún puticlub de lujo con tarjeta Visa-ORO oficial), viajes en hoteles de lujo por todo el mundo para “promocionar la imagen” o los productos (el “pa amb tomàquet”-- el pan con tomate--) de tal ciudad o comunidad.
En Sanidad el gasto es ya de órdago: como todo es gratuito, pues venga las prótesis de platino para personas de 80 años, atención “urbi et orbi” para cualquier ser humano que llegue a España, ya sea alemán, ya sea del Gabón o del Pakistán. “¡Pasen, pasen! Aquí la consulta es gratis. ¡Pueden curarse de parásitos, hacerse trasplantes de córnea y de todo tipo, de todo. Self service en atención primaria y hospitalaria!”. Pero eso no es culpa de las autonomías, sino del sistema igualitario del pan para todos. Mientras, algunos tienen que esperar dos años –si no mueren antes—a que les hagan una intervención quirúrgica, en sus huesos, en sus ojos, en la piel, en el pulmón o el estómago.
Después sale la ministra Pajín, que también quiere ahorrar dinero, y no se le ocurre otra cosa que eliminar los conciertos escolares para quienes separan a niños y niñas en edad adolescente en los colegios. No sé si habrá 30 ó 40 colegios así en España. ¡Vaya ahorro! ¿Y si los padres lo quieren así, con la separación de sexos de acuerdo con la Constitución (artículo 27) (Se reconoce a las personas físicas y jurídicas la libertad de creación de centros docentes, dentro del respeto a los principios constitucionales). Y además (Los poderes públicos garantizan el derecho que asiste a los padres para que sus hijos reciban la formación religiosa y moral que esté de acuerdo con sus propias convicciones).
Bueno, si nos metemos en Enseñanza, somos los últimos de la cola, o casi, según el Informa Pisa, porque hemos creado el perfecto sistema educativo que consiste en que los niños hagan lo que quieran, los profesores casi nunca tienen razón, una educación obligatoria hasta los 16 años, mucho abandono escolar (30-35 por 100) porque a los alumnos nadie les enseña a esforzarse (por culpa del sistema que nació con la LOGSE) y no se premia al que más trabaja, sino al que menos problemas da, aunque no sepa leer ni escribir. La figura del profesor y de la dirección del centro, casi un cero a la izquierda, mientras que los padres piensan que sus hijos no deben saber mucho porque serán jugadores de fútbol, o ciclistas, o motoristas de primera o conductores de Fórmula 1, que es lo que hay que hacer para ganar dinero y triunfar en la vida, lo mismo que presentarles y prepararles para ser artistas, modelos, cantantes y del mundo de la farándula. ¿Y la escuela? “ ¡No te preocupes, hijo, mira a ese Lionel Messi que no sabe ni hablar y lo bueno que es y lo forrado que está!”
Esto sin meternos en Cultura, donde todas las transferencias están traspasadas a las comunidades autónomas, pero los ministros de cultura siguen tirando de funcionarios, tarjetas, restaurantes, sueldos, coches, y viajes de lujo. Tampoco hablemos de Agricultura, donde todo está también traspasado a las CC.AA., pero los ministros siguen ahí con sus prebendas, dietas, y sentándose en los primeros asientos de los aforos a los que asisten.
¿Y el ministerio de la Vivienda? ¡Madre mía! Dice la Constitución que todo español tiene derecho a una “vivienda digna” ¡¡¡Por Diooooossssss!!! (el artículo 47 dice: “Todos los españoles tienen derecho a disfrutar de una vivienda digna y adecuada. Los poderes públicos promoverán las condiciones necesarias y establecerán las normas pertinentes para hacer efectivo este derecho”. Y ¿qué han hecho hasta ahora los poderes públicos? Decir a los jóvenes que o viven en sus casas, o en una maloliente vivienda o debajo del puente, a no ser que ganes más 120.000 euros al año para pagarte una hipoteca especuladora y estranguladora. Pero estos sueldos sólo están al alcance de ministros, directores generales, consejeros autonómicos, altos cargos de la administración y de las empresas como cajas de ahorro (ahora arruinadas pero siguen cobrando sueldazos sus dirigentes), bancos, dirigentes sindicales, empresarios que esconden el dinero porque temen perderlo, etc., etc.
Podríamos seguir adelante. Pero la miopía de los políticos catalanes –o de muchos políticos catalanes— impide ver que la reforma constitucional no pretende sólo eliminar los despilfarros, ni siquiera quieren quitar a Cataluña la más mínima competencia. La espada de Damocles está en la reforma de la Ley Electoral. ¿Qué pasa si por ahorrar cargos y salarios públicos el Congreso pasa de tener 350 diputados a 250? ¿Dónde quedarán las llamadas minorías vasca y catalana? Pues ¡en el Grupo Mixto!, porque es difícil que consigan grupo parlamentario propio. O ¿y si en lugar de la Ley de Hont se utiliza otra forma de representatividad con los mismos fines de reducir la representación territorial?
Y ahora volvemos a Aznar. Habéis visto que José María Aznar sale como Aarón, en los tiempos bíblicos, que hablaba en lugar de Moisés. Moisés era tartamudo y en su lugar hablaba Aarón, no para quitarle el sitio, sino para que la gente entendiera lo que dice el Jefe. Aznar habla más claro, con mayor seguridad y sobre todo con mayor firmeza que Rajoy. Rajoy, aunque tiene buena cabeza, habla con la saliva. Mi pregunta es: ¿será Aznar el gran muñidor de la reforma constitucional desde un alto puesto en el Congreso, en la presidencia, por ejemplo, mientras Rajoy arregla el problemón de la economía que nos deja Zapatero? Dijo Aznar que no volvería a la política si España no estaba mal. Pero es que España está mal, y no por un simple dolor de muelas. ¿Entonces? Pues que le vemos pasear debajo de sus kilométricas bufandas por tierras castellanas en mítines del PP.
Seguiremos otro día, porque eso no acaba aquí. No hablamos ni de la Corona, ni del Poder Judicial, ni de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado, ni de la eliminación del Senado, ni de nuestra equívoca y fluctuante política internacional, ni de la organización de la administración económica, ni de hacienda, ni de política fiscal, ni de pensiones, etc., etc.
Termino: vemos mucha bisoñez entre los españoles, mucha pasión y poco razonamiento; mucho fundamentalismo en todos los órdenes, por cosas grandes y por cosas fútiles, y poco pragmatismo; mucho mirarse el ombligo del propio campanario y escaso sentido del Estado; mucha visión corto-placista y poca visión de futuro, como lo han demostrado los distintos gobiernos socialistas, que han dado dinero a todo el mundo haciendo gala de sus “políticas sociales” y luego no tienen con qué pagar esas políticas. Mírese Cataluña: muchas “políticas sociales”, pero nadie las paga, y ahora no solamente no cobran o cobran poco los beneficiaros de las políticas sociales, sino que deben estrecharse más el cinturón quienes poco o nada han recibido de las políticas sociales: los que trabajan en la economía productiva.
Salvador Aragonés
Periodista y Profesor Universitario
En Sanidad el gasto es ya de órdago: como todo es gratuito, pues venga las prótesis de platino para personas de 80 años, atención “urbi et orbi” para cualquier ser humano que llegue a España, ya sea alemán, ya sea del Gabón o del Pakistán. “¡Pasen, pasen! Aquí la consulta es gratis. ¡Pueden curarse de parásitos, hacerse trasplantes de córnea y de todo tipo, de todo. Self service en atención primaria y hospitalaria!”. Pero eso no es culpa de las autonomías, sino del sistema igualitario del pan para todos. Mientras, algunos tienen que esperar dos años –si no mueren antes—a que les hagan una intervención quirúrgica, en sus huesos, en sus ojos, en la piel, en el pulmón o el estómago.
Después sale la ministra Pajín, que también quiere ahorrar dinero, y no se le ocurre otra cosa que eliminar los conciertos escolares para quienes separan a niños y niñas en edad adolescente en los colegios. No sé si habrá 30 ó 40 colegios así en España. ¡Vaya ahorro! ¿Y si los padres lo quieren así, con la separación de sexos de acuerdo con la Constitución (artículo 27) (Se reconoce a las personas físicas y jurídicas la libertad de creación de centros docentes, dentro del respeto a los principios constitucionales). Y además (Los poderes públicos garantizan el derecho que asiste a los padres para que sus hijos reciban la formación religiosa y moral que esté de acuerdo con sus propias convicciones).
Bueno, si nos metemos en Enseñanza, somos los últimos de la cola, o casi, según el Informa Pisa, porque hemos creado el perfecto sistema educativo que consiste en que los niños hagan lo que quieran, los profesores casi nunca tienen razón, una educación obligatoria hasta los 16 años, mucho abandono escolar (30-35 por 100) porque a los alumnos nadie les enseña a esforzarse (por culpa del sistema que nació con la LOGSE) y no se premia al que más trabaja, sino al que menos problemas da, aunque no sepa leer ni escribir. La figura del profesor y de la dirección del centro, casi un cero a la izquierda, mientras que los padres piensan que sus hijos no deben saber mucho porque serán jugadores de fútbol, o ciclistas, o motoristas de primera o conductores de Fórmula 1, que es lo que hay que hacer para ganar dinero y triunfar en la vida, lo mismo que presentarles y prepararles para ser artistas, modelos, cantantes y del mundo de la farándula. ¿Y la escuela? “ ¡No te preocupes, hijo, mira a ese Lionel Messi que no sabe ni hablar y lo bueno que es y lo forrado que está!”
Esto sin meternos en Cultura, donde todas las transferencias están traspasadas a las comunidades autónomas, pero los ministros de cultura siguen tirando de funcionarios, tarjetas, restaurantes, sueldos, coches, y viajes de lujo. Tampoco hablemos de Agricultura, donde todo está también traspasado a las CC.AA., pero los ministros siguen ahí con sus prebendas, dietas, y sentándose en los primeros asientos de los aforos a los que asisten.
¿Y el ministerio de la Vivienda? ¡Madre mía! Dice la Constitución que todo español tiene derecho a una “vivienda digna” ¡¡¡Por Diooooossssss!!! (el artículo 47 dice: “Todos los españoles tienen derecho a disfrutar de una vivienda digna y adecuada. Los poderes públicos promoverán las condiciones necesarias y establecerán las normas pertinentes para hacer efectivo este derecho”. Y ¿qué han hecho hasta ahora los poderes públicos? Decir a los jóvenes que o viven en sus casas, o en una maloliente vivienda o debajo del puente, a no ser que ganes más 120.000 euros al año para pagarte una hipoteca especuladora y estranguladora. Pero estos sueldos sólo están al alcance de ministros, directores generales, consejeros autonómicos, altos cargos de la administración y de las empresas como cajas de ahorro (ahora arruinadas pero siguen cobrando sueldazos sus dirigentes), bancos, dirigentes sindicales, empresarios que esconden el dinero porque temen perderlo, etc., etc.
Podríamos seguir adelante. Pero la miopía de los políticos catalanes –o de muchos políticos catalanes— impide ver que la reforma constitucional no pretende sólo eliminar los despilfarros, ni siquiera quieren quitar a Cataluña la más mínima competencia. La espada de Damocles está en la reforma de la Ley Electoral. ¿Qué pasa si por ahorrar cargos y salarios públicos el Congreso pasa de tener 350 diputados a 250? ¿Dónde quedarán las llamadas minorías vasca y catalana? Pues ¡en el Grupo Mixto!, porque es difícil que consigan grupo parlamentario propio. O ¿y si en lugar de la Ley de Hont se utiliza otra forma de representatividad con los mismos fines de reducir la representación territorial?
Y ahora volvemos a Aznar. Habéis visto que José María Aznar sale como Aarón, en los tiempos bíblicos, que hablaba en lugar de Moisés. Moisés era tartamudo y en su lugar hablaba Aarón, no para quitarle el sitio, sino para que la gente entendiera lo que dice el Jefe. Aznar habla más claro, con mayor seguridad y sobre todo con mayor firmeza que Rajoy. Rajoy, aunque tiene buena cabeza, habla con la saliva. Mi pregunta es: ¿será Aznar el gran muñidor de la reforma constitucional desde un alto puesto en el Congreso, en la presidencia, por ejemplo, mientras Rajoy arregla el problemón de la economía que nos deja Zapatero? Dijo Aznar que no volvería a la política si España no estaba mal. Pero es que España está mal, y no por un simple dolor de muelas. ¿Entonces? Pues que le vemos pasear debajo de sus kilométricas bufandas por tierras castellanas en mítines del PP.
Seguiremos otro día, porque eso no acaba aquí. No hablamos ni de la Corona, ni del Poder Judicial, ni de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado, ni de la eliminación del Senado, ni de nuestra equívoca y fluctuante política internacional, ni de la organización de la administración económica, ni de hacienda, ni de política fiscal, ni de pensiones, etc., etc.
Termino: vemos mucha bisoñez entre los españoles, mucha pasión y poco razonamiento; mucho fundamentalismo en todos los órdenes, por cosas grandes y por cosas fútiles, y poco pragmatismo; mucho mirarse el ombligo del propio campanario y escaso sentido del Estado; mucha visión corto-placista y poca visión de futuro, como lo han demostrado los distintos gobiernos socialistas, que han dado dinero a todo el mundo haciendo gala de sus “políticas sociales” y luego no tienen con qué pagar esas políticas. Mírese Cataluña: muchas “políticas sociales”, pero nadie las paga, y ahora no solamente no cobran o cobran poco los beneficiaros de las políticas sociales, sino que deben estrecharse más el cinturón quienes poco o nada han recibido de las políticas sociales: los que trabajan en la economía productiva.
Salvador Aragonés
Periodista y Profesor Universitario
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