Una moción de censura bufa
Por Salvador Aragonés
Tendremos una moción de
censura bufa, la presentada por Vox, y como candidato un intelectual excomunista
que ha evolucionado hacia la derecha. No digo derecha extrema, porque no lo es.
Vox y Ramón Tamames tienen criterios distintos en bastantes cosas.
Vox encontró un candidato
sacado del túnel del tiempo, en las profundidades de la historia y de la
política, casi un candidato que procede del más allá. El candidato, además, pronunciará un discurso
que lo sabe todo el mundo, publicado ya en la prensa. Es un candidato que no
tiene los diputados suficientes para ser elegido. Un candidato que, con todo su
saber, tendrá como oponente a un exalumno suyo: Pedro Sánchez, que no era precisamente
de los primeros de la clase. Un
candidato, en fin, que en el supuesto caso de asca la moción de censura no
sería presidente.
Vaya por delante que,
personalmente, tengo una admiración por la calidad universitaria de Ramón
Tamames, a quien yo seguía cuando ocupaba, como estudiante, las aulas
universitarias. Él fue quien me enseñó economía y le estaré agradecido de por
vida. Este artículo no va contra él, va contra quien lo ha querido encandilar a
mayor gloria de Vox y del PSOE.
Desde mi punto de vista,
será una moción de censura bufa, ridícula: un candidato que no puede ganar, ni
ser presidente, ni se presenta para ser presidente, sino para disolver las
cámaras en todo caso. Un candidato exmilitante comunista, pasado al capitalismo
light, que para satisfacer su ego va a debatir una moción de censura. Claro que
quien va a ganar tiempo de pantalla (lo que se dice en el argot periodístico,
“chupar cámara”) va a ser el líder del partido que lo presenta, Santiago
Abascal, quien quiere dirigirse a toda España, cosa que no lo puede hacer casi
nunca.
Otros lo pueden ver de
otra manera, pero para mí es un atropello de las instituciones del Estado,
usadas para burla o para sumar más egos, o ambas cosas a la vez. Una moción de
censura (de las seis que se han presentado en democracia solo ha prosperado
una) es uno de los actos más importantes de la vida democrática y
parlamentaria.
Por otro lado, la moción
de censura se presenta en un clima preelectoral. Quid prodest? La moción
de censura solo servirá para lucimiento de los oradores que suban al estrado
(no estará Feijóo) o se sienten delante de él (caso del candidato Tamames).
También se presenta en un
momento en que el gobierno es zarandeado por todas partes, desde la corrupción
(Tito Berni), hasta la economía, con los precios por las nubes, y las llamadas
“leyes sociales”. La gente está en general descontenta de este gobierno de
coalición, donde los disparates se han sucedido muy cerca en el tiempo, como la
ley del “sí es sí”, la ley ·trans”, la ley de los animales, decisiones que
luego ha tenido que rectificar en poco tiempo, etc., que ha descontentado a
todo el mundo. Y con un presidente atado de pies y manos por un partido, o por
unas ministras, “impresentables”, como dijo el portavoz del PSOE.
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