¿Cuáles son las razones por las que Rusia invadió a Ucrania?
El Vaticano cancela un
segundo encuentro entre el papa Francisco y el patriarca Kirill de Rusia
Por Salvador Aragonés
De la guerra se ha
hablado mucho, pero también se han dicho muchas mentiras, fake news, que ha
invadido y contaminado casi toda la información. Sin embargo, pienso que ha
faltado una visión de conjunto. ¿Por qué Rusia invadió a Ucrania?
Ucrania ha sufrido mucho
a causa de los rusos, siempre superiores y con una superioridad histórica,
especialmente desde Iván IV el Terrible, Zar de Rusia. Sufrió bajo el
totalitarismo de Stalin cuando murieron unos 8.000 ucranianos de hambre por
querer este colectivizar las tierras, y vender el grano que producía en grandes
cantidades al extranjero para conseguir divisas (Rusia negó siempre la hambruna
llamada Holodomor). Sin embargo, muerto Stalin, Kruschev “regaló” Crimea a
Ucrania, el año 1954, para conmemorar el 300 aniversario de la adhesión de
Ucrania a Rusia. Kruschev no podía sospechar que Ucrania podía separarse de
Rusia.
Ucrania ha sido un país con
fronteras inestables, y fundador de la Unión Soviética. Es más, el antiguo
territorio de Rus de Kíev (conocido ya el año 862, se considera el núcleo
fundador de Rusia. Pero no pocos historiadores creen que el Rus tenía su origen
en un pueblo escandinavo.
Al pasar los siglos, grupos
de ucranianos no estaban a gusto ni con Rusia ni con la Unión Soviética. Los
gobiernos de Ucrania, disuelta la URSS, empezaron a enfrentarse a Rusia
cansados de la opresión a la que se sentían sometidos por Rusia y por los
presidentes prorrusos, como Viktor Yanukovich (ruso-hablante), exiliado hoy en
Rusia y echado por el pueblo en las revueltas de la plaza de Madian contra su
gobierno.
La presencia de rusos en el
este de Ucrania (Donbass) era importante, y la lengua rusa se iba imponiendo
frente al idioma ucraniano, que son semejantes. Cuando llegaron los
nacionalistas ucranianos al poder, después de derribar a Yanukovich, impusieron
como lengua única el ucraniano en todo el país, quedando así relegado el ruso.
Esto provocó las protestas de los rusos del Donbass, e inquietó a Moscú. El Batallón
de Azov, formado por nazis, muchos de ellos mercenarios, acabó con la paciencia
de Putin.
Sin embargo, el problema
central que ha hecho que Rusia invadiera Ucrania ha sido la decisión de los
gobiernos de Ucrania de integrarse en la Unión Europea y en la OTAN. Rusia
quería un cojín entre los países de la OTAN y su territorio, al estilo de
Bielorrusia, Kazajistán, Osetia, Armenia, etc. Ucrania estaba excluida de la
OTAN, hasta que su gobierno pidió entrar enlla.
Rusia, a pesar de su
inmenso territorio, tiene pocas aperturas al mar y océanos. Sus únicas salidas son:
el Mar Negro, el Báltico –a través del enclave de Kaliningrado--, el Océano Ártico
–gran parte del año helado—y el Océano Pacifico por Vladivostok, que queda
lejísimos de Moscú.
Rusia nunca se ha fiado
de los europeos, y viceversa. Ni Europa ni Rusia han querido o sabido
establecer lazos amistosos y duraderos a lo largo de la historia. Cuando se
descompuso la Unión Soviética hubo conversaciones entre Washington y Moscú, con
Gorbachov al frente del Kremlin y con Clinton y Bush en la Casa Blanca. En las
conversaciones –que no acabaron en ningún acuerdo escrito—se recogen algunos apuntes
en los que se señala que la OTAN no se ampliaría hacia el Este.
A pesar de esto, han entrado
en la Alianza Atlántica países ex comunistas como: Polonia, Hungría,
Chequia, Eslovaquia, Letonia, Estonia, Lituania, Bulgaria y Rumanía, además de
la Alemania del Este (RDA). Todos presionaron para ingresar en la OTAN e
independizarse de Rusia. La extensión de la OTAN ha ido hasta las fronteras
rusas. Rusia teme por su seguridad. El caso es que son estos países los que
presionaron fuertemente para entrar en la OTAN y deshacerse así del control de
Rusia, tras pasar más de 40 años bajo los soviets. Aquí no hemos contado a los
países comunistas de la antigua Yugoslavia, como Croacia, Eslovenia y
Macedonia.
A pesar y por encima de
todo está el derecho internacional que impide que un país invada a otro,
provoque decenas de miles de muertos y destruya las principales ciudades del
país invadido.
El nacionalismo y la
aversión a Rusia se fue desarrollando también en las respectivas iglesias
ortodoxas nacionales, antes dominadas por la Rusia Soviética (URSS): el Kremlin
y los gobiernos comunistas nombraban y deponían a patriarcas, obispos y
sacerdotes, si no estaban en su línea. Así se llegó, hace dos años, a la
ruptura entre los patriarcados de Moscú y de Constantinopla: fue un auténtico
cisma dentro de la Ortodoxia, y en Ucrania la iglesia ortodoxa se dividió en
dos, a favor del Patriarcado de Moscú y a favor del de Constantinopla. Fue lo
que abrió el camino hacia una mayor independencia nacional sin el tutelaje del Patriarcado
de Moscú.
¿Podrán un día Rusia y
Europa entenderse y vivir en paz? Hoy este tema parece una utopía.
El papa Francisco no
quiere romper sus relaciones con el pueblo ruso ni con el Patriarcado de Rusia.
Hablaron durante la guerra por videoconferencia, y después, con motivo de la
Pascua Ortodoxa envió un saludo al patriarca Kirill, en el que decía, entre
otras cosas: “"¡Querido hermano! Que el Espíritu Santo transforme nuestros
corazones y nos convierta en verdaderos artífices de la paz, especialmente para
la Ucrania desgarrada por la guerra, para que el gran paso pascual de la muerte
a la nueva vida en Cristo sea una realidad para el pueblo ucraniano, que anhela
un nuevo amanecer que ponga fin a la oscuridad de la guerra”.
Pues una cosa es el
ecumenismo entre los cristianos, todos hermanos en Jesucristo, y otra las
decisiones de los gobiernos en la guerra y en la paz. Este saludo también fue
enviado a los otros patriarcas y fue publicada en la web oficial del
Patriarcado de Rusia: Patriarchia.ru
Por otro lado, lamenta el
papa Francisco “haber tenido que cancelar” el segundo encuentro con el
Patriarca Kirill, previsto para el mes de junio próximo en Jerusalén. El
primero se celberó en Cuba en 2016. Según declaró el Papa al diario argentino
La Nación: “Lamento que el Vaticano haya tenido que cancelar un segundo
encuentro con el Patriarca Kirill, que teníamos previsto para junio en
Jerusalén. Pero nuestra diplomacia consideró que un encuentro entre nosotros en
este momento podría traer mucha confusión”.
Comentarios
Publicar un comentario