Después de “Debate a cinco” la gente –los medios también—se
preguntan: ¿quién ha ganado el debate? A nuestro entender esta no es la
pregunta, sino que de lo oído en el debate la pregunta sería: ¿cuál podría ser
el mejor gobierno de España? Y ¿quién lo debería presidir y formar?
La respuesta está no solo en el debate, sino también en las
encuestas que se han publicado el fin de semana. Las encuestas dicen que nadie
obtendrá mayoría suficiente y deberá remitirse a pactos complicados y con
varios partidos.
Las televisiones han creado demasiadas expectativas para un
debate más bien flojo, de muchas palabras y sin liderazgos. Un debate demasiado
largo y repetitivo del que vimos el mes de abril. Las televisiones lo han
presentado como el mayor espectáculo del año en España. No lo ha sido.
Lo que se ve con claridad son cuatro cosas:
1.- Pedro Sánchez, presidente en funciones, quiere ser
presidente de un gobierno monocolor, es decir solo de socialistas. No está
dispuesto a dar ministerios a nadie y busca las manos libres. Lo dijo en el
debate: que los partidos hagan presidente al partido más votado. La posición de
Sánchez no ha cambiado. Y con esta premisa otra vez va a ser muy difícil hacer
un gobierno. Nadie va a dar su apoyo a Sánchez gratis. Deberá haber pactos o
gobierno de coalición o bien… otras elecciones.
2.- El problema político más grave de España en estos
momentos es Catalunya. ¿Cómo resolverlo? Muchos han dicho: “hablando entre las
partes”. Otro ha dicho “con el palo” y eliminando la autonomía. Y todavía
otros: “aplicando la Constitución”. ¿Y los presos? ¿Y el orden público? ¿Y
Torra? (por cierto el president Torra prefirió estar el lunes con los que
gritaban contra el Rey que ir a un acto programado que tenía en Lleida, o sea que
sigue el agitador por encima de todo lo demás).
En conclusión: no hay una receta con Catalunya. O al menos
no hay una receta de consenso. Y esto los independentistas lo saben y juegan al
vacío de poder que hay en España desde hace bastante tiempo.
3.- ¿Qué gobierno mejorará la economía general y el
bienestar de los españoles, los que suben impuestos o los que bajan impuestos?
Eso deberán decidirlo los españoles el próximo domingo. Esta es una cuestión de
gran importancia para el futuro. Afectará al empleo, a las pensiones, a la
vivienda, a los servicios esenciales, al bienestar en general.
4.- Todos están de acuerdo en que el gobierno que salga de
las elecciones del 10-N ha de ser un gobierno fuerte para hacer frente a los
dos retos principales: la crisis económica y Catalunya. Pero ¿habrá un gobierno
fuerte, sea o no de coalición, si está formado por varios partidos donde cada
uno querrá lo suyo, su parte del pastel? No parece probable.
De lo que se ve hoy en el panorama político español es una
falta clara de liderazgo, donde prevalece la táctica sobre la estrategia, y
donde la suma de votos al propio partido pasa por encima del interés general de
España.
Comentarios
Publicar un comentario