Te has ido, Carlos, sin avisarme. Carlos Pérez de Rozas se
fue el cielo, porque un hombre con este corazón no puede estar en otro lugar
después de esta vida. Y se fue sin avisar, en pleno y más caluroso verano. Se ha
ido un grande del periodismo, “Grande, Grande, Grande”, como decía él cuando elogiaba
a algo o alguien.
Se ha ido uno de los mejores periodistas de la época, un
gran diseñador, una gran persona, un gran amigo y un gran profesional. Cuando
veía a sus amigos no los saludaba, los abrazaba con el cariño que siempre
brotaba en él a flor de piel.
Vivía con pasión el fútbol y el Barça. Y sus clases de Periodismo
Deportivo. Cuando hablaba a sus alumnos en clase en la UIC, no solo hablaba o gritaba,
sino que incluso saltaba, tal era el énfasis que ponía a sus argumentos.
Otros dirán muchas cosas y muy merecidas, Carlos, pero yo te
digo, gracias por tu amistad y por tu colaboración. Descansa en paz, en la paz
de los cielos.
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