El ex magistrado y ex
senador de ERC, Santi Vidal, le ha hecho un daño incalculable al “procés”
independentista catalán, con sus declaraciones, entre mentiras e
indiscreciones. Hay una cosa que el catalán medio --especialmente de la
burguesía catalana—quiere guardar celosamente en absoluto secreto: sus datos
fiscales.
Cuando Santi Vidal, el ex
juez “mártir” de la ignominiosa justicia española, dijo que el gobierno catalán
independentista actual tiene “los datos fiscales de todos los catalanes” de
cara a elaborar un censo electoral y crear la Hacienda catalana, tembló todo el
edificio del “procés”. Dijo además que los había adquirido “de forma ilegal,
claro”. “¡No somos tontos!”, añadió.
Las declaraciones de
Santi Vidal afectaban también a la policía, a las relaciones internacionales, a
la seguridad y a los jueces, con listas de jueces adictos y jueces no adictos. De
800 jueces que hay ahora, habría 2.100 en la república catalana, pues nombraría
jueces a abogados adictos con un cursillo de preparación, pues solo 300 jueces
querrían quedarse en Catalunya. Vidal era el candidato indiscutible a presidir
el Tribunal Constitucional catalán o el Tribunal Supremo de la república
catalana.
El desmentido de la Generalitat
fue contundente, como no podía ser de otra manera. Oriol Junqueras, responsable
de Economía y Hacienda catalanas y responsable absoluto de Esquerra Republicana
–que buscó con mucho afán que Vidal fuera a sus listas al Senado—no ha abierto
boca. Está como desaparecido. A pocos días de la aprobación de los presupuestos
de este año de la Generalitat, “no quiere quemarse”, dicen en su partido. ¿Será
el futuro President de la Generalitat?
Vidal, cuando fue
suspendido de magistrado, ocupó un cargo en la Generalitat que le mantenía el
sueldo, y más. Ahora, que ha “dimitido” en un plis-plas, algo le habrán
ofrecido, pues con sueldo de senador y portavoz y las prebendas en las
comisiones para “crear estructuras de Estado” sale por un sueldo alto.
A raíz de estas
declaraciones, muchos se han preguntado, pero ¿en manos de quién estamos? Santi
Vidal, que llegó a la judicatura desde ser abogado laboralista, es ahora
denostado, criticado, desmentido, arrinconado… “Es un bocazas” dicen desde los
coros independentistas que hasta ahora le aplaudían sin cesar. “Solo busca su
protagonismo personal”, dicen otros.
¿Es mentira todo lo que
ha dicho el “juez estrella” catalán? Ha estado en varias de las 19 comisiones
que preparan la independencia y tiene un conocimiento amplio de los trabajos
para la “desconexión” de España por parte del gobierno de la Generalitat. ¿Se
lo habrá inventado todo, como asegura la portavoz del gobierno, Neus Munté? Muchos
sabían lo que decía Vidal y a todos les parecía “normal” ¿Entonces?
Santi Vidal no ha
desmentido nada de lo que dijo, seguramente porque está grabado, y ha dicho que
eran “exageraciones”. Para los que vivimos en Catalunya, nada de lo que dijo es
extraño, pero sí que sorprende que una persona de tan alta valoración y
categoría dentro del “procés” lo hiciera público, y lo repitiera en sus charlas
por las ciudades y pueblos catalanes, organizadas por su partido y por la
independentista ANC. A nadie extrañó, y solo saltó el “escándalo” al ser
publicado en “El País”.
Decir que en la acción
del gobierno no hay ninguna ilegalidad es por lo menos muy dudoso, cuando el
mismo gobierno ha dicho que se saltará toda la legalidad española para crear
una república independiente. Y más sorprendente es que la CUP, el movimiento
anticapitalista y anarquista que apoya al gobierno de “Junts pel Sí” (la suma
de ERC más PDECat, la ex Convergència), haya criticado al ex juez por decir que
el gobierno comete ilegalidades. ¿No habíamos quedado que la norma para la CUP es
saltarse la legalidad?
Tantos son los
despropósitos que solo hace falta ahora que los fiscales y jueces descubran que
la Generalitat tiene los datos fiscales de “todos” los catalanes, y entonces
habrá que preguntarse si el organismo autónomo del Estado, la Agencia
Tributaria (AEAT), tiene fugas tan escandalosas. La central tratamiento de
datos de la Agencia Tributaria está en la provincia de Barcelona.
Las reacciones del
gobierno central, Mariano Rajoy incluido, han sido moderadas, ¿sabrá ya todo lo
que ocurre en Catalunya y lo tendrá controlado? La “operación diálogo” abierta
por la vicepresidenta Soraya Sáez de Santamaría está haciendo aguas por todas
partes, porque el gobierno catalán no quiere diálogos ahora, sino el
referéndum. O todo o nada. O referéndum o referéndum, que dijo Puigdemont. “¡No
somos tontos!”, como dijo Santi Vidal.
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