Dos periodistas, el
norteamericano Greg Burke, de 56 años, y la española, Paloma García Ovejero, de
40 años, dirigirán la Sala de Prensa del Vaticano, en sustitución del padre
Federico Lombardi, que en agosto
cumplirá los 74 años.
El nombramiento ha sido hecho en el mismo día, 11 de julio,
en que el padre jesuita Federico Lombardi, director también de Radio Vaticano,
fue nombrado por Benedicto XVI hace 10 años.
Greg Burke es un periodista con un largo currículo
profesional, hecho tanto en Estados Unidos como en Roma. Es numerario del Opus Dei, y desde febrero era subdirector de la Sala
de Prensa, ayudando al padre Lombardi.
Anteriormente ya se encargaba de la estrategia comunicacional del
Vaticano, nombrado por el papa Benedicto XVI en 2012, que lo “fichó” siendo
corresponsal de medios norteamericanos en Roma.
Burke, nacido en S. Louis
(Missouri), graduado en literatura por la Universidad de Columbia, tiene
décadas de experiencia profesional en la agencia Reuters, la revista Time y la cadena Fox TV, para las que ha
sido corresponsal en Roma, entre otros medios. Greg Burke ha ayudado con su experiencia profesional a mantener alto
el prestigio del papado en la escena internacional y especialmente del papa
Francisco.
Greg Burke no es
“otro Joaquín Navarro-Valls”, que fue durante más de 20 años portavoz del
Vaticano. Burke lleva cuatro años trabajando en el Vaticano. Es conocido por
los periodistas vaticanistas, por ser subdirector de la Sala Stampa (la Oficina
de Prensa del Vaticano). Navarro-Valls, que también venía de una experiencia
profesional (era corresponsal del ABC
de Madrid) tenía una personalidad propia, un carisma, como portavoz, era amigo
personal del san Juan Pablo II y era un latino.
Greg Burke no es un
latino, es un pragmático y un hombre de acción con un alto conocimiento del
periodismo y de la estrategia de comunicación a nivel internacional.
Trabaja como “advisor” (consejero) en
la Secretaría de Estado (equivalente a la presidencia del Gobierno en lo civil)
desde hace cuatro años. Al papa Francisco le han gustado sus consejos y no ha
dudado en nombrarle portavoz. Su porte exterior, siempre con la chaqueta al
hombro, con o sin corbata, denota que Burke no es hombre de circunloquios ni
sibilinas insinuaciones al dar información, sino que va al grano, como un
americano que es. Es al estilo Francisco. Por eso a veces sorprenderá a los
europeos.
¿Condiciona ser del
Opus Dei? A esta pregunta respondió a la revista italiana “Famiglia Cristiana”, que también se la hicieron en la revista Time, que dudaban de su eficiencia. “Respondí-dice
Burke- como respondo a todos: ponedme a prueba,
hacedme trabajar y juzgad el producto final. Y a quien me pide porqué soy
del Opus Dei le digo que la gente busca la felicidad y yo, después de 35 años de vocación al Opus Dei, soy feliz”.
Pragmatismo.
La sorpresa ha sido
el nombramiento de la periodista española Paloma García Ovejero, corresponsal
de la cadena Cope y 13TV en Roma desde 2012. Paloma habla inglés, italiano y
chino, y está vinculada al Camino
Neocatecumenal. Lo más destacado es que el papa Francisco ha colocado a una mujer joven como tándem
del experimentado Greg Burke en la Sala de Prensa. Es importante la
incorporación de la mujer en cargos directivos.
Es muy amiga y
defensora del papa Francisco frente a quienes le han criticado por
“izquierdismo” e incluso “marxista” en algunos círculos católicos. Ha ido a
los viajes papales, y mantiene una fluida relación no solo con el Papa sino
también con el Secretario de Estado, el cardenal Pietro Parolin, y la staff
vaticana del papa Francisco. Según mis referencias es buena profesional, que
aportará sin duda esta relación más cercana por su habla española, a los
católicos latinoamericanos.
El padre Lombardi
El padre Federico Lombardi se va. Quería irse a sus casi 74
años. Ser portavoz es un trabajo
estresante. El padre Lombardi atendía a todos, a cualquier hora del día. Vivió situaciones complejas y delicadas,
como dos sínodos sobre la familia, la renuncia de Benedicto XVI, un cónclave,
los casos de pederastia que tanto han manchado la imagen de la Iglesia, los dos
casos de “Vatileaks”, además de tener
que liderar la comunicación con el viento impetuoso del papa Francisco, con sus
reformas, sus viajes, su empuje ecuménico, pero con quien se ha entendido muy
bien. El papa Francisco al final le ha
hecho caso y ha aceptado su voluntad de ser sustituido.
El padre Lombardi ha tenido un buen trato con los
periodistas vaticanistas. Era y es querido por prácticamente todos. Estaba al
servicio de todos y su recuerdo durará en la Sala de Prensa.
Comentarios
Publicar un comentario