(Aleteia.org) Es
importantísima la Declaración Conjunta del papa Francisco y del Patriarca
Ortodoxo de Moscú, Kirill (Cirilo), por cuanto contiene un vasto campo de
acción que abarca no solo la relación entre las dos iglesias y la paz en el
mundo, sino que defiende los valores
cristianos en una sociedad secularizada y laicista como ocurre en diversas
partes de Occidente. Es todo un programa pastoral y de acción entre las dos
iglesias cristianas más importantes del mundo, cosa impensable hace unos meses.
Sorprende en este
largo Comunicado Conjunto, que tiene 30 puntos, que no se enuncian los problemas, sino que se abordan en su raíz y –“lejos
de las disputas del Viejo Mundo”—proponen un programa amplio para cristianizar
el mundo que va desde el empuje a los jóvenes para que “no tengan miedo” de
anunciar el Evangelio, hasta la propuesta de la familia como “centro natural de
la vida de un ser humano y de la sociedad” y añade: “La familia está fundada sobre el matrimonio que es un acto libre y
fiel de amor entre un hombre y una mujer”, como modelo de amor y
fecundidad. El matrimonio es la escuela del amor y de la fidelidad. Lamentamos que otras formas de
convivencia se equiparan ahora con esta unión” y se “expulsa de la
conciencia pública” la vocación del hombre y la mujer al matrimonio
“santificado en la tradición bíblica”.
Al mismo tiempo, el
comunicado defiende la vida y el derecho de nacer: “Millones de bebés están
privados de la propia posibilidad de ver la luz. La sangre de los niños no
nacidos pide a gritos a Dios que haga justicia”, y cita el Génesis (4, 10).
Asimismo, se rechaza la eutanasia y la
manipulación genética, por ser un “ataque contra los fundamentos del ser de
la persona creada a imagen de Dios”.
Un punto clave es la
defensa de la libertad religiosa, la cual es conculcada en muchos países, y
en especial los laicistas o los de religión única y exclusiva, que con su
agresividad quieren empujar a los
cristianos “a la marginación en la vida pública”.
Junto a eso, con la caída de los “regímenes ateos” comunistas, se han abierto en esos países, una vez libres, miles iglesias, conventos, seminarios y numerosísimas actividades caritativas y sociales, asistiendo a los más necesitados. “Europa –dice el comunicado- “debe mantener la fidelidad a sus raíces cristianas”. El Papa y el Patriarca afirman también su decisión de que la religión debe respetar las costumbres e idiosincrasia de todos los países donde están presentes, lo que parece indicar un guiño a China.
Junto a eso, con la caída de los “regímenes ateos” comunistas, se han abierto en esos países, una vez libres, miles iglesias, conventos, seminarios y numerosísimas actividades caritativas y sociales, asistiendo a los más necesitados. “Europa –dice el comunicado- “debe mantener la fidelidad a sus raíces cristianas”. El Papa y el Patriarca afirman también su decisión de que la religión debe respetar las costumbres e idiosincrasia de todos los países donde están presentes, lo que parece indicar un guiño a China.
Esta declaración es
todo un programa de acción pastoral que se enfrenta al mundo secularizado para
aportar la semilla del Evangelio por parte de las dos iglesias cristianas
más importantes del mundo, que se comprometen a trabajar juntas con todos los
fieles para llevar a cabo esta ingente tarea de extender el Reino de Dios por
el mundo.
Las dos grandes iglesias cristianas son conscientes de las
dificultades y de lo que les separa, pero apelan a los mil primeros años de
unidad, para volver a remar juntas, mil años después, en favor del Evangelio,
conscientes de que la Iglesia de Jesucristo tiene su base en la unidad. En el
comunicado se rechazan “todas las formas de proselitismo”, pues las relaciones entre
ortodoxos y católicos debe basarse en el respeto mutuo. “No somos competidores,
sino hermanos”.
Sobre el proselitismo, conviene señalar que sacerdotes
ortodoxos se pasaron a la Iglesia de Roma, en parte ante la pasividad y poca
beligerancia que las altas jerarquías ortodoxas tenían con las políticas de
implantación del ateísmo por parte de los regímenes comunistas.
Se trató en el
comunicado el tema de la paz, pidiendo el fin de la guerra y de la persecución
de los cristianos y de otras religiones en el Oriente Medio, en especial en
Irak y en Siria, donde millones de familias han tenido que emigrar y se han
matado a otras –familias enteras—por no apostatar de la fe, dando un ejemplo de
martirio en los tiempos actuales. El Papa de Roma y el Patriarca de Moscú han
hecho un llamamiento a todas las partes implicadas en el conflicto que cesen
las armas y se vuelva a la paz. Los cristianos han vivido en paz, junto a las
otras religiones, durante dos mil años.
¿Por qué no ahora?
Y junto a la paz en Oriente Medio, también el Papa y el Patriarca invocan la paz en Ucrania. En este país,
los ortodoxos se encuentran divididos en varias facciones que luchan entre
sí, más por motivos políticos (nacionalistas ucranianos y rusos) que por
motivos religiosos. El comunicado dice que esperan que “la división entre los
creyentes ortodoxos en Ucrania sea vencida sobre la base de las normas
canónicas existentes, que todos los cristianos ortodoxos de Ucrania vivan en
paz y armonía y que las comunidades católicas contribuyan a ello”.
Finalmente, el Comunicado Conjunto desea una colaboración
entre católicos y ortodoxos para extender el Evangelio por el mundo. “Este mundo, en el que de están socavando
rápidamente los fundamento morales de la existencia humana, espera de nosotros
el fuerte testimonio cristiano en todos los ámbitos de la vida personal y
social”. Y añade: “De esto depende, en gran medida, el futuro de la humanidad”.
Las dos iglesias cristianas más grandes del mundo han
iniciado un camino hacia el deshielo, la colaboración y con la vista puesta en
una unión futura, que hoy se concreta en la colaboración recíproca en los
ámbitos de acción social y pastoral.
Otro hecho que causa sorpresa a los periodistas europeos es
el modo de informar de los órganos oficiales cubanos, desde la prensa, la radio
y la televisión. Se parece al estilo soviético utilizado en la época de Stalin.
Según estos –o mejor dicho según el régimen cubano—el Papa es el Jefe del
Estado del Vaticano y no el jefe de la Iglesia Católica. Y así cuando afirman
que el papa Francisco va a México, dicen los cubanos oficiales: El papa
Francisco saldrá para México en una
visita de Estado”. Pensamos que al papa Francisco se le funde el corazón y
la inteligencia si se le dice que va a México en una “visita de Estado”.
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